Capítulo 368
Pronto llegó el primer día del mes, y Reina Catalina estaba a solo dos semanas de terminar. El equipo de producción estaba muy ocupado últimamente, que el trabajo de todos se había duplicado o triplicado. Sin embargo, nadie se quejaba, ya que cuanto antes terminaran, antes podrían descansar, por lo que todos estaban llenos de entusiasmo.
Adriana, como guionista principal, también estaba trabajando horas extras revisando el guion. Esa noche, trabajó hasta pasadas las nueve.
En ese momento, se escuchó un golpe en la puerta. Ella dijo “adelante“, y vio a Iván entrar.
Iván entró en su camerino como si estuviera en casa, se acomodó en el sofá, se sirvió un vaso de agua y con calma, comentó: “¿Te diste cuenta? Parece que la relación entre Rodrigo y Fabiana ha avanzado últimamente.”
Adriana se detuvo un momento, pero pronto siguió escribiendo rápidamente, y sin levantar la cabeza, preguntó: “¿Acaso no eran ya muy cercanos? ¿Cómo podrían estar aún más unidos?”
“No lo sé,” Iván negó con la cabeza. “Solo siento que Rodrigo está más pendiente de Fabiana. ¿No has notado que ha estado viniendo al set más seguido últimamente? Su atención hacia Fabiana es total. Hubo quien llegó a insinuar que Rodrigo cuidaba menos de Fabiana que yo de ti, ahora parece que eso ha cambiado.”
Adriana recordó que Mohamed había hecho ese comentario, lo que había molestado a Fabiana. Sintió un pequeño dolor en el corazón, pero desapareció rápidamente.
“¿Y qué con eso?” Comentó despreocupadamente, “Fabiana recientemente tuvo un aborto espontáneo y está pasando por un momento difícil. Es normal que Rodrigo la cuide más.”
“Eso es cierto.” Iván observó el rostro de Adriana mientras hablaba, al no ver ninguna tristeza,
se sintió aliviado.
“Oye, ¿qué piensas hacer con el bebé?” Preguntó Iván como si nada. “¿Por qué no lo registras a mi nombre cuando nazca?”
Adriana estaba bebiendo agua y al escuchar eso, escupió de inmediato. Sacó algunas servilletas para limpiar el teclado y miró a Iván con desaprobación: “¿Qué tonterías estás diciendo? ¿Cómo voy a registrar al bebé a tu nombre? ¿Cómo vas a casarte en el futuro si
haces eso?”
‘Quiero casarme contigo‘. Pensó Iván en silencio. No obstante, dijo con ligereza: “¿Quién dice que quiero casarme? No quiero casarme, pero mi familia no está de acuerdo con que siga soltero, así que tener un hijo registrado a mi nombre sería una buena excusa para que dejen de molestarme.”
Para Adriana, Iván estaba diciendo tonterías. Seguramente estaba preocupado por su reputación, ya que se iba a convertir en una madre soltera y había ideado ese plan.
Se acercó y le dio un golpecito en la cabeza a Iván, quien se quejó mientras se frotaba la
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cabeza: “¿Por qué me pegas? Estoy tratando de ayudarte y tú me golpeas, Adriana, ¡qué cruel eres!”
Al ver su actuación, ella le dio otro golpecito en la cabeza y le dijo: “No me importa si te casas o no, pero mi hijo no estará registrado a tu nombre.”
“¿Acaso no me consideras digno?” Iván casi saltó.
Esta vez, realmente se sintió un poco molesto, pero Adriana soltó una risa sarcástica: “Si registro a mi hijo a tu nombre, ¿te imaginas lo que haría mi padre?”
Iván se quedó en silencio, ya que no había pensado en eso antes. Al escuchar a Adriana, decidió no insistir más.
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