Capítulo 377
“Esa loca se fue con Fabiana, ¡qué malas son las dos!”
Aunque en el set había bastantes personas que solo estaban ahí para disfrutar del drama ajeno, en general Adriana era bastante querida, y la mayoría no quería verla en problemas. Al escuchar cómo les había respondido a esas dos, todos se sintieron contentos por ella.
Adriana sonrió levemente y respondió: “No es nada, solo una mujer loca, vamos, sigan trabajando.”
Dicho eso, cerró su teléfono.
Rodrigo había colocado a alguien en el set para vigilar todo, y cuando Celeste insultó a Adriana, esa persona estaba cerca y presenció todo. Después de que todo terminó, inmediatamente le informó a Rodrigo.
Al ver el mensaje, Rodrigo frunció el ceño, se levantó de su silla y exclamó con voz severa: “Reunión terminada.”
En cuanto pronunció esas palabras, la sala de reuniones, que podía albergar a más de doscientas personas, se quedó en silencio. Todos levantaron la cabeza para mirar a Rodrigo.
Como si no se diera cuenta, con el rostro serio, él pasó junto a los empleados y se dirigió a la puerta, saliendo de la sala.
***
Después del altercado, Adriana no estuvo mucho tiempo en el set antes de irse. Aunque había enfrentado a Celeste y Fabiana, cosa que la había dejado satisfecha, sentía que no tenía ánimo para trabajar y quería descansar un poco en casa.
Pero al llegar a casa, apenas se había sentado por un par de minutos cuando escuchó un toque apresurado en la puerta.
Recordó lo que había pasado y tuvo un mal presentimiento. Se acercó al ojo de la puerta y miró. Efectivamente, quien estaba afuera era Rodrigo.
Adriana abrió la puerta, pero no tenía intención de dejar entrar a Rodrigo, simplemente se quedó en la puerta preguntando. “¿Necesitas algo?”
En la mente de Adriana, Rodrigo debía estar allí para ajustar cuentas por Fabiana. Después de todo, hoy le había hablado de forma altanera, así que su mirada hacia Rodrigo instintivamente estaba llena de desconfianza.
“¿Mi madre fue a buscarte problemas?” Preguntó Rodrigo.
Adriana asintió: “La Sra. Suárez estuvo fuera de mi camerino gritándome, y Fabiana también vino a apoyarla, así que les respondí a ambas. No creo haber hecho nada malo, así que si has venido a criticarme, es mejor que no lo hagas.”
Adriana se inclinó ligeramente hacia un lado, su tono era frío y su hermoso rostro reflejaba su
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Capítulo 377
enojo.
Las palabras de Adriana hirieron a Rodrigo, quien le sujetó la barbilla, girándola para preguntar: “¿Crees que vengo a reclamarte por ellas? ¿Eso piensas de mí?”
¿Así lo veía Adriana? Ese hecho lo dejó profundamente herido.
Adriana se dio cuenta de que tal vez estaba demasiado a la defensiva. Quizás Rodrigo no había venido a reclamarle, sino a entender la situación. Su reacción fue fruto de una inseguridad transformada en sensibilidad excesiva.
Guardó silencio un momento y dijo: “Estaba muy alterada. Si te malinterpreté, lo siento.”
“No necesitas disculparte conmigo,” dijo Rodrigo, soltándola suavemente, “Nunca necesitas disculparte conmigo.”
La primera parte de su frase sonó normal, pero la segunda tenía un tono ambiguo que incomodó a Adriana. “No necesitas decirlo de esa manera. ¿Tiene algo más que decir?”
Lo que quería decir era que, si no tenía nada más qué decir, era mejor que se fuera.
Pero Rodrigo realmente no tenía más asuntos que tratar, aunque tampoco quería irse, y al ver que Adriana quería que se fuera, una oleada de frustración lo invadió.
