Atrapado en su Novela 413

Capítulo 413 

Su tono fue tan casual y su actitud tan serena, que hizo que Rodrigo sintiera como si un martillo le golpeara el pecho, causándole un dolor sordo. 

Él levantó suavemente el mentón de Adriana con los dedos y le preguntó lentamente: “¿Ya no me quieres en absoluto?” 

Si Adriana todavía sintiera algo por él, no le habría dicho lo que acababa de decir. En su interior, el dolor era insoportable, pero lo que mostraba en el exterior era una mirada cada vez más feroz. 

Adriana no esperaba que él le hiciera esa pregunta, había estado enamorada de Rodrigo durante ocho años, un capítulo de su vida que mantenía en lo más profundo de su interior, deseando que nadie más que sus amigos lo supiera. Sin embargo, él lo había descubierto recientemente. Pero eso no importó, ya que para entonces estaban divorciados, y ella debía dejarlo ir poco a poco. Sin embargo, Rodrigo seguía mencionando el asunto, lo cual la entristecía profundamente y la hacía sentir muy avergonzada. 

Levantó la mirada hacia el hombre y apretando los dientes, respondió: “Por supuesto que ya no me gustas.” 

“No te creo.” Rodrigo se inclinó hacia ella y dijo lentamente, “Cada vez que cocinamos juntos y cada vez que hablamos, percibo una reacción de tu parte. Puedo sentir que no me has olvidado por completo.” 

Rodrigo habló con tal seguridad que Adriana abrió los ojos, sorprendida. 

“¿Aun sabiendo que reacciono ante ti, me pediste que te enseñara a cocinar? Aun así, ¿me buscas para hablar? ¿Estás tratando de seducirme a propósito?” 

Adriana quedó atónita, creyó que lo había ocultado bien, no obstante, ¡él había notado sus sentimientos! 

En realidad, Adriana había escondido sus sentimientos bastante bien, pero Rodrigo no podía aceptar la idea de que ella ya no lo quisiera, así que la provocó con sus palabras, quería corroborar si todavía sentía algo por él. 

Si estuviera sobrio, habría manejado la situación de manera diferente, pero había bebido demasiado en el bar y aún estaba un poco ebrio, por lo que apoyó una mano en el brazo del sofá, mirando a Adriana: “Sí, ¿y qué?” 

Lo admitió, reafirmó que estaba tratando de seducirla a propósito. Eso dejó a Adriana atónita y furiosa, sintió como si su pecho estuviera a punto de estallar de ira. Sin pensarlo, le dio una bofetada a Rodrigo. 

La bofetada de Adriana fue fuerte, por lo que un hilo de sangre apareció en la comisura de los labios de Rodrigo, quien se limpió con los dedos, el ardor intensificó su embriaguez. 

Miró el hermoso rostro frente a él, a la persona que había anhelado día y noche, aquella que 

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Capitulo 413 

acababa de admitir que aún sentía algo por él… 

Rodrigo no pudo contener más las emociones que brotaban de su interior. Levantó a Adriana en sus brazos y se dirigió a grandes pasos hacia el dormitorio. 

De repente, el mundo dio un vuelco; él la había levantado. Adriana estaba furiosa, golpeándolo en el brazo: “¿Qué haces? ¡Bájame!” 

Rodrigo no le hizo caso, llevando a Adriana al dormitorio y colocándola sobre la suave cama. Bajo el control del alcohol, ya no reprimía sus deseos, acto seguido, se inclinó hacia ella, sosteniendo su rostro con una mano, besando sus labios, mientras que con la otra, apretaba su cintura con fuerza. 

Sintiendo el contacto sobre su cuerpo, Adriana abrió los ojos de par en par, luchando por resistir, pero lo que recibió a cambio, fue un trato aún más brusco. 

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