Capítulo 419
Sin embargo, en ese momento se escuchó un fuerte golpe; Iván golpeó la mesa frente a él con la palma de su mano, y miró fijamente al periodista con gafas que había comenzado a atacar la apariencia de Adriana.
Con una mirada sombría, le dijo: “La guionista no pudo venir hoy porque tuvo un imprevisto y no pudo asistir. Es una persona de buen carácter y no tiene ningún problema con su apariencia, así que les pido que dejen de atacarla sin razón o los demandaré por difamación.” En el mundo del espectáculo, hay una regla importante: nunca enemistarse con los periodistas, porque podrían escribir cosas negativas. Por eso, incluso las estrellas más famosas siempre eran amables con ellos. Pero las palabras de Iván fueron muy directas y severas, lo que hizo que los periodistas se detuvieran por un momento, mirándose entre sí. Luego, sus ojos comenzaron a brillar de emoción.
Aunque Iván los había amenazado, eso no era relevante. Lo importante era que Iván era una de las figuras más llamativas del espectáculo. ¿Por qué estaba defendiendo a AdriPluma, una guionista poco conocida? ¿Había algún secreto entre ellos?
Originalmente, habían venido por los chismes entre Fabiana, Rodrigo y AdriPluma, pero ahora, les pareció que Iván y AdriPluma podrían tener una historia más interesante.
De inmediato, comenzaron a preguntar: “¿Por qué estás tan alterado? ¿Qué relación tienes con AdriPluma?”
“¿Tienes una buena relación con AdriPluma? ¿Han salido juntos?”
“¿Por qué defiendes a AdriPluma?”
Iván deseaba que los periodistas malinterpretaran su relación con Adriana, pero sabía que eso la enfurecería, así que con una expresión seria, explicó: “Somos muy buenos amigos, nada más. Por favor, no difundan rumores.”
Amigos, eso era nuevo. Nadie había oído que fueran amigos antes.
Los periodistas intercambiaron miradas astutas y dejaron de preguntar sobre Adriana, pero ya estaban pensando en los titulares para sus noticias de ese día.
En el ascensor, Adriana y Rodrigo estuvieron parados uno frente al otro durante casi media hora. Quizás por el tiempo transcurrido, ella comenzó a sentirse más cómoda, y estar con ese hombre ya no le generaba miedo.
Al notar que Adriana se relajaba, Rodrigo preguntó con cautela: “¿Podemos hablar sobre lo que pasó ayer?”
El corazón de Adriana, que acababa de relajarse, se puso en alerta de inmediato: “¿Qué quieres decir?”
Rodrigo se quedó en silencio por un momento, luego dijo: “Ayer estaba borracho y dije muchas tonterías. No tenía la intención de provocarte, solo estaba divagando. Te lo juro.”
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Capitulo 419
Él habló con tal convicción que parecía que estaba dispuesto a que un rayo lo partiera si mentía, pero Adriana seguía dudando, ya que siempre había sido una persona impredecible, y aunque mintiera, ella no lo notaría. En cuanto a jurar, ambos eran ateos, así que eso no tenía
sentido.
Adriana no comentó nada al respecto, solo permaneció con una expresión fría, como si estuviera perdida en sus pensamientos.
Rodrigo se acercó lentamente un par de pasos, miró su perfil tranquilo y dijo en voz baja: “Lo que ocurrió después también fue culpa mía. Adriana, ¿puedes dejar de estar enojada? Si todavía estás molesta, puedes golpearme de nuevo.”
Al decir eso, realmente extendió su brazo, invitando a Adriana a golpearlo.
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