Capítulo 440
Celeste sintió un golpe en el corazón, pero primero, despidió a la señora sin mostrar ninguna emoción, luego se dirigió con el guardaespaldas vestido de negro a la sombra de un árbol y le preguntó de inmediato: “¿Cómo que se escapó? ¿Qué pasó?”
Para secuestrar a Adriana, Celeste había movilizado a dos de sus hombres: uno era el tipo con gafas de sol y cabello corto, el otro era el guarda espaldas vestido de negro que tenía delante. En realidad, ese guardaespaldas también había estado merodeando por la fábrica antes, solo que Adriana no lo había visto.
Celeste había planeado que esa persona fuera el conductor que la llevaría a encontrarse con Adriana, por lo que lo había llamado para que regresara antes de tiempo.
El guardaespaldas bajó la voz y le explicó: “Adriana le pidió a José que la llevara al baño. Aprovechando un descuido, le lanzó tierra en los ojos y lo hirió con una rama, luego escapó. José ni siquiera tuvo tiempo de ir al hospital, con la mano en el ojo herido, recorrió la carretera dos veces, pero no encontró a nadie. Supongo que ella se adentró en el bosque. ¿Qué hacemos ahora?”
“¡Esa mocosa es realmente astuta!”
Furiosa, Celeste rompió una flor cercana. El jugo rojo de la flor fluyó por sus dedos, como sangre deslizándose en una noche oscura, algo realmente aterrador.
“¡Ve al bosque y encuentra a esa chica, viva o muerta!” Exclamó con firmeza.
Afortunadamente, Celeste había hecho que le quitaran el teléfono a Adriana de antemano, así que incluso si se adentraba en el bosque, no tendría escapatoria. Ahora, solo quedaba ir rápidamente al bosque y atraparla como a un pez en una red; Celeste se repitió eso a sí misma varias veces, para calmarse.
Unos minutos después, regresó a la mansión, aunque estaba tratando de calmarse, seguía molesta y su expresión era muy diferente de la alegre y sociable que había mostrado con los
invitados unos minutos atrás.
Fabiana se acercó a ella, la tomó del brazo y preguntó: “Sra. Celeste, ¿qué le pasa? ¿Alguien la ha hecho enfadar?”
Celeste miró de reojo a Rodrigo, quien tenía una expresión seria, pensando que él era el culpable de su enojo. Si él hubiera seguido sus instrucciones y se hubiera casado con Fabiana, no habría tenido necesidad de armar todo ese lío.
Sin embargo, sabía que no podía decir eso, así que respondió fríamente: “No pasa nada, no te preocupes por mí. Ustedes sigan con lo suyo.”
Siendo muy perspicaz, Fabiana notó el disgusto de Celeste y retiró su mano, diciendo “Está bien,” antes de alejarse.
Fabiana regresó al lado de Rodrigo, y justo cuando iba hablar con él, una mujer entró
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Capitulo 440
apresuradamente por la puerta principal.
La mujer llevaba una chaqueta sobre los hombros, su cabello estaba despeinado y su rostro mostraba una expresión de urgencia. Al entrar, miró a su alrededor, como si buscara a alguien.
Rodrigo la vio de inmediato y se acercó a ella con pasos rápidos: “¿Qué te pasa?”
Esa persona era Cecilia, quien buscaba a Rodrigo.
Ella lo tomó del brazo y mientras lo llevaba hacia afuera, le dijo en voz baja: “Adriana ha sido secuestrada, ven conmigo a buscarla.”
La expresión de Rodrigo cambió de inmediato: “¿Cómo fue secuestrada? ¿Cuándo pasó?”
“Adriana iba a viajar hoy, se suponía que para esta hora ya debería haber llegado, pero hace unas horas me llamó diciendo que la habían secuestrado y me pidió que localizara su teléfono para rescatarla, luego colgó. Intenté llamarla de nuevo, pero no contestó, y después de un rato, el teléfono se apagó.”
Cecilia explicó apresuradamente, abrió la puerta del copiloto y empujó a Rodrigo dentro. Sin embargo, él la apartó, salió del coche y dijo: “Yo conduzco.”
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