Capítulo 442
Aunque sabía que él realmente amaba a Fabiana, tenía una extraña sensación de que, al descubrir que Adriana estaba en peligro, Rodrigo haría todo lo posible por salvarla. Esa intuición fue bastante peculiar; no tenía ninguna evidencia para respaldarla, pero estaba tan convencida de ello, y cuando buscó a alguien para ayudarla, inmediatamente pensó en Rodrigo.
Rodrigo no la decepcionó. Ese día era la fiesta de cumpleaños de su madre, una ocasión muy importante, pero cuando le dijo que Adriana había desaparecido, no dudó en seguirla, mostrando una gran preocupación. Aunque no sabía la razón, su preocupación por Adriana era genuina.
Al ver que todos estaban presentes, Cecilia les explicó: “Según mi análisis, Adriana debería estar en este bosque. Por ahora, no importa quién la secuestró, lo importante es asegurarnos de que esté bien, así que entremos a buscarla.”
Todos estuvieron de acuerdo con su plan, enseguida, Cecilia y Rodrigo organizaron a sus equipos para que se dividieran en áreas y buscaran a Adriana.
En ese bosque había buena cobertura, y tanto el equipo de Rodrigo como el de Cecilia llevaban radiotransmisores y linternas, lo que facilitaba la búsqueda. Así que se dividieron en grupos y se adentraron en el bosque para buscar.
Rodrigo solo llevaba una chaqueta ligera, pero no sentía el frío. Cuando Cecilia le informó del secuestro de Adriana, su corazón se llenó de miedo. Con una mano sostenía la linterna y con la otra el radiotransmisor, mientras corría frenéticamente por el bosque, gritando el nombre de Adriana.
En ese momento, no pensaba en nada más; su único objetivo era encontrar a Adriana.
Ese era el día en que Adriana dejaba Solara para ir de viaje, así que se había sentido triste. En realidad, desde que supo que Adriana se iba, había estado triste, pero en ese instante, todos sus deseos de que Adriana se quedara desaparecieron; solo quería que estuviera bien.
Con tal de encontrar a Adriana, no le importaría si ella quería viajar por el mundo. Y si lograba encontrarla, estaba dispuesto a darle todo lo que tenía. No sabía quién había secuestrado a Adriana, pero una vez que la encontrara, investigaría el asunto de inmediato.
Sin embargo, independientemente de lo que pasara, de seguro Adriana había sufrido mucho ese día. Mientras estuvo atada a la silla, ¿en qué estaría pensando? Seguramente se sentía aterrorizada e insegura, pero además, ¿habría sido golpeada? No podía permitirse pensar en esas cosas, con solo imaginarlo, su corazón se rompía.
A medida que se adentraba más en el bosque, la temperatura se volvía más fría, un frío que calaba los huesos, pero sus pensamientos no estaban en él mismo, sino en Adriana.
¿Adriana sentiría frío estando en el bosque? ¿Qué ropa llevaría puesta? ¿Estaría temblando de frío?
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Capitulo 442
Seguía gritando el nombre de Adriana, su voz estaba cada vez más ronca, pero no dejaba de hacerlo. De repente, Rodrigo notó que el camino frente a él terminaba.
Desde allí, el suelo parecía estar partido en dos; la mitad donde él estaba era el bosque, y la otra mitad parecía ser un abismo oscuro, sin tierra ni árboles, lo que indicaba que era una pendiente empinada o un cañón.
En ese instante, tuvo una corazonada, como si estuviera cada vez más cerca de Adriana.
Su corazón latía con fuerza mientras se acercaba lentamente a la pendiente, sosteniendo la linterna para iluminar el camino hacia abajo.
Lo que vio a través de la luz de la linterna fue una pendiente rocosa con algunas pequeñas plantas creciendo, a unos tres o cuatro metros en la base de la pendiente, una figura delgada estaba sentada, con las manos sobre las piernas, parecía estar sintiendo gran dolor.
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