Capítulo 483
Vicente era una persona tan tradicional y rígida que, llegado el momento, seguramente se enojaría mucho. Por eso, Adriana realmente estaba considerando casarse.
Ese día, no trabajó ni leyó; tenía la cabeza llena de pensamientos sobre la familia Noriega. En realidad, no era tan difícil casarse; podría gastar dinero para contratar a un actor y fingir un matrimonio, después de todo, siendo guionista, conocía a bastantes actores, no le sería difícil encontrar uno. Pero, ¿y si de verdad contrataba a un actor y lo descubrían? ¿No sería un poco arriesgado?
Adriana llamó a su amiga para contarle sobre ese asunto.
Al escucharla, Cecilia soltó una palabrota y preguntó: “¿Vicente está loco o qué? ¿Acaso alguna de sus relaciones ha sido feliz? ¿Por qué está tan obsesionado con el matrimonio? ¡Tiene un problema en la cabeza!”
Adriana asintió instintivamente: “Sí, ¿cómo podría hacer algo así si no tuviera problemas? Estoy realmente enojad.”
Cecilia la consoló un poco y le preguntó: “¿Entonces qué piensas hacer? ¿De verdad vas a
casarte?”
Siendo la mejor amiga de Adriana, sabía lo importantes que eran para ella las acciones de la familia Noriega, por eso lo preguntaba.
Adriana asintió: “Quizás…”
Estaba realmente agotada.
Siguió hablando con Cecilia un rato, pero frente a ese dilema, ninguna de las dos tenía una solución clara, así que hablaron de otras cosas y colgaron.
Después de colgar, Cecilia seguía pensando en el asunto de Adriana, y de repente, tuvo una idea: ¿por qué no darle una oportunidad a Iván?
A sus ojos, el afecto de Iván por Adriana era algo especial. Después de todo, él estaba dispuesto a estar con Adriana incluso sabiendo que ella estaba embarazada del hijo de Rodrigo, algo que no muchos hombres harían. Y considerando lo bien que se llevaban, con una base emocional tan profunda, si ella le propusiera un matrimonio falso, Iván aceptaría sin duda. Tras obtener el certificado de matrimonio, podrían pasar un tiempo juntos y no sería difícil que surgiera un amor genuino, convirtiendo el matrimonio falso en real. ¿No era eso de lo que se trataba el amor en las novelas, de casarse primero y enamorarse después?
Cuanto más lo pensaba Cecilia, más lógica le parecía la idea, tanto que se emocionó y llamó rápidamente a Adriana.
“Adri, si debes casarte con alguien, Iván me parece la mejor opción.” Le recomendó. “Con la relación que tienen, si le pides ayuda, seguro que aceptará. Además, un matrimonio falso tiene sus riesgos. Si eliges a alguien desconocido, ¿qué pasa si te engañan? Casarte con alguien
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como Iván, a quien ya conoces bien, no solo es conveniente, sino que también evita engaños, me parece que es la solución ideal.”
Para ser honesta, Adriana también había pensado en Iván como una opción, pero rápidamente lo descartó. Se apresuró a responder: “No, no, después de un matrimonio falso, Iván sería un divorciado, y eso no sería justo para él.”
“Bueno, técnicamente hablando, un segundo matrimonio no tiene el mismo prestigio que el primero, pero hoy en día, los divorcios son tan comunes que no es algo raro. En el futuro, cuando Iván encuentre su amor verdadero, una pequeña explicación bastará para evitar malentendidos.”
Lo que Cecilia decia tenia sentido, pero Adriana seguía sin estar convencida.
Al ver que no estaba de acuerdo, Cecilia continuó: “Adri, piensa en esto: para recuperar lo que es tuyo, necesitas casarte con alguien, ¿no es así? Y de todas tus opciones, Iván es el mejor. No me digas que esto no es bueno o justo para Iván, la decisión debería ser de él. Recuerda que es un adulto y sabe que cada decisión tiene sus consecuencias, así que deja que él elija.”
