Capítulo 53
Adriana llevaba un vestido de gala ajustado que realzaba perfectamente sus curvas, insinuando su escote, un cuerpo capaz de acelerar el pulso de cualquier hombre. Sus ojos, ya de por sí hermosos, estaban adornados con un maquillaje exquisito, y su mirada era
cautivadora.
Debajo, llevaba una misteriosa máscara de mariposa, irradiando un aura sensual y enigmática. ¿Acaso sabía lo atractiva que estaba esa noche? Instintivamente, Adriana quiso negarlo, pero luego se preguntó, ¿por qué debería hacerlo?
Asintió y dijo: “Estoy molesta. Por favor, déjenme pasar, quiero salir.”
En realidad, le tenía un poco de miedo a Rodrigo, pero si él no estaba enojado, ella no ningún reparo en expresar sus emociones con claridad.
Rodrigo la observaba de reojo; desde hacía un rato, Adriana no lo había mirado ni una vez, ¿por qué sería?
“Dime lo que quieras, te lo puedo comprar.”
Su intención era dejar claro que las cosas que Fabiana deseaba no podían ser para Adriana, pero que estaba dispuesto a comprarle a Adriana lo que ella quisiera.
Este comentario sorprendió a Fabiana, quien levantó la cabeza, apretando los puños con fuerza. Adriana también se sorprendió un poco, pero pronto se dio cuenta de que Rodrigo decía esas palabras por temor a que Eric Suárez se enterara y lo reprendiera.
“No lo necesito,” respondió ella. “Si quiero algo, puedo comprarlo yo misma.”
Ya había pedido dos veces que le dejaran pasar, pero ninguno de los dos se movía. Adriana se sentía incómoda pidiéndolo una tercera vez, así que decidió pasar por el costado de Rodrigo, haciendo un gran movimiento para dejar espacio y permitir que Cecilia también pasara.
Sin embargo, para Rodrigo, fue como si el suave cuerpo de Adriana lo hubiera rozado. Una fragancia cálida lo envolvió, y su piel clara rozó la tela de su chaqueta, pero aun así, sintió su calor corporal.
En ese instante, fue como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo, dejándolo paralizado.
Adriana logró salir con Cecilia del lugar. Cecilia todavía estaba muy enojada y le dijo a Adriana mientras la tomaba de la mano: “Ese idiota de Rodrigo, si se le ocurre darte algo, no lo rechaces. Oportunidades como esa no se presentan dos veces.”
“Adri, entiendo lo que piensas.” Cecilia añadió: “Consideras tu matrimonio con Rodrigo como un trato, tú aceptaste su dinero y él cumplió su parte, así que no se deben nada.”
“Pero no olvides que en tu vientre llevas a su hijo, y sea cual sea la decisión sobre el bebé, es un daño para ti. Es normal que busques sacar provecho de esta situación.”
“Y aunque no fuera normal, ¿qué importa? Primero estás tú, Rodrigo puede permitirte eso y
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Capitulo 53
más. Cuidarte a ti misma no tiene nada de malo.”
Las palabras de Cecilia hicieron reír a Adriana, pero en realidad, ella tenía razón. Adriana asintió y dijo: “Está bien, la próxima vez que me ofrezca algo, no lo rechazaré.”
Apenas media hora después de decir esto, al llegar a casa, César la llamó: “Señora, el Sr. Suárez quiere comprarle algunas cosas, solo dígame qué desea y yo lo gestiono.”
“Nos vamos a divorciar, así que no me llames señora,” dijo Adriana. “Veré qué necesito y te lo enviaré luego.”
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