Capítulo 73
Finalmente, las fotos habían salido a la luz, y seguramente muchos periodistas se apresurarían a entrevistarla para aprovechar la primera ola de noticias.
Por eso, ella debía ir a un lugar seguro inmediatamente y asegurarse de no ser descubierta. Si salía unas horas más tarde, los periodistas la rodearían, y eso sería un desastre.
Después de meditarlo, Adriana rápidamente recogió sus pertenencias y se dijo a sí misma: “eres inteligente, has identificado el punto clave de la situación. Ahora solo debes mantener la calma y salir del set inmediatamente…
Adriana no dejaba de recordarse esas palabras, forzándose a reprimir su ira, pánico y tristeza, mientras salía apresuradamente con su bolso en mano.
Sin embargo, llegó un poco tarde.
Justo al cruzar la puerta del set, un grupo de periodistas que se había ocultado cerca se abalanzó sobre ella, rodeándola como un enjambre de abejas, impidiendo que se escapara.
Adriana se quedó perpleja. Cuando abrió la puerta, había mirado afuera y no había visto a nadie. ¿De dónde habían salido todas esas personas?
“Señorita, ¿es usted la guionista ‘AdriPluma‘? ¿Podría quitarse la mascarilla para que podamos
verla?”
“Señorita AdriPluma, ¿cómo se hizo esa herida en la cara? ¿Cómo es posible que se casara con el inversionista del grupo con esa apariencia?”
“Señorita AdriPluma, ¿es cierto que se aferra a su esposo para evitar que Fabiana se salga con la suya? ¿Ha discutido con Fabiana por este tema?”
“Señorita AdriPluma…”
Las preguntas llegaron una tras otra, y Adriana sentía que su cabeza iba a estallar.
En realidad, ella era una persona de buen carácter, pero al ser empujada de un lado a otro por los periodistas que formulaban preguntas irritantes, incluso alguien tan tranquilo como Adriana no pudo evitar sentirse molesta.
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“Lo siento, no soy la guionista AdriPluma y tampoco quiero responder a sus preguntas.”
Después de todo, llevaba puesta una mascarilla que cubría la mayor parte de su rostro, así que negarlo rotundamente no tenía mucho sentido; estos periodistas no tenían pruebas concretas.
Pero los periodistas no se dejaron intimidar y continuaron bombardeándola con preguntas, ignorando su negativa.
Entonces, un periodista con gafas redondas hizo una pregunta particularmente incómoda:
“Señorita AdriPluma, siendo tan poco agraciada, ¿ha tenido una vida conyugal normal después de casarse? ¿Es cierto que su esposo perdió el interés y que por eso se fijó en Fabiana?”
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Capítulo 73
Al escuchar estas palabras, Adriana sintió una oleada de humillación. Si no fuera por su autocontrol, habría estallado en ese momento.
“¡Váyanse! ¿Qué les importa a ustedes si tiene una buena relación con su esposo o no?”
De repente, una voz furiosa resonó desde afuera, y la multitud fue apartada de golpe. Un hombre alto se abrió camino entre ellos y rodeó protectivamente a Adriana.
Este hombre llevaba puesto un elegante traje negro, y su apuesto rostro estaba lleno de desaprobación. Su presencia imponente dejó a todos sin palabras.
¿No era él Rodrigo, el hombre más poderoso del distrito comercial de Solara, el presidente del Grupo Suárez? ¿Qué estaba haciendo aquí?
Los periodistas miraban a Adriana, estrechamente abrazada por Rodrigo, y luego los fríos ojos de este último los dejaban atónitos.
¿Podría ser que el mayor inversor de Reina Catalina, el magnate que había estado casado en secreto con AdriPluma durante tres años, era Rodrigo?
Esto era increíblemente impactante…
“Por favor, hagan espacio. Nuestro presidente y su esposa necesitan salir.”
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