Capítulo 88
La mirada de Fabiana se torció ligeramente, y en un instante tomó una decisión.
¡No podía seguir soportándolo!
Se acercó al oído de Rodrigo y, bajando la voz, le dijo: “Rodrigo, no quiero que defiendas a Adriana, ¿puedes hacer eso por mí?”
Luego añadió: “Últimamente, estás actuando raro con Adriana.”
Esas palabras hicieron que el corazón de Rodrigo diera un vuelco.
Él también había notado que su comportamiento hacia Adriana había cambiado, aunque se había convencido de que era solo una ilusión. Pero, ¿realmente Fabiana también se había dado cuenta de ello?
¿Acaso tenía algún tipo de sentimiento por Adriana?
¡`Era imposible!
Una mano cálida y suave lo agarró de la muñeca. Fabiana se acercó aún más a él y susurró: “Rodrigo, nunca quise decirte esto, pero ya no puedo contenerme.”
“Últimamente te estás comportando de manera especial con Adriana, y estoy asustada de esa situación. Temo que nuestra vida cambie y que nuestro futuro bebé sufra. ¿Puedes evitar que eso suceda por mí y por el bebé?”
El cuerpo de Rodrigo se tensó ligeramente, y sus ojos se llenaron de una tormenta oscura.
La relación entre él y Adriana era meramente un negocio, no debía haber sentimientos ni conflictos. La petición de Fabiana era razonable.
Los últimos días habían sido caóticos para él, y había dejado que su comportamiento anormal continuara. Necesitaba ponerle fin.
Rodrigo cerró los ojos y repitió esas palabras varias veces, obligándose a grabarlas en su
mente.
Medio minuto después, alzó la cabeza de nuevo, y sus ojos se habían vuelto fríos, mostrando una indiferencia hacia todo.
Era un cambio sutil, pero Rodrigo siempre era el centro de atención dondequiera que fuera, y su presencia siempre era evidente. Todos notaron ese pequeño cambio.
Fabiana esbozó una ligera sonrisa y abrazó el brazo de Rodrigo, apoyando su cabeza en su hombro, mirando a Adriana con aire triunfante.
Adriana abrió los ojos ampliamente, mirando la escena con temblor.
Aunque Rodrigo y Fabiana nunca ocultaron su relación, era la primera vez que Fabiana la desafiaba tan abiertamente. Sentía que se sumergía en agua helada, congelándose por
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Capitulo 88
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“Srta. Noriega, Srta. Lández.”
Fabiana abrió sus labios rojos y habló.
“Estoy esperando un hijo de Rodrigo. Si hacemos pública esta noticia es asunto nuestro, no es asunto de los demás. Espero que lo acepten.”
Después de decir eso, Rodrigo no la contradijo, simplemente permaneció indiferente,
permitiendo que Fabiana se apoyara en él.
Aunque no dijo una palabra, Adriana sintió que en ese momento Rodrigo se alejaba de ella, como sí estuvieran en mundos completamente diferentes.
Ese pensamiento hizo que Adriana se sintiera aún más fría. No podía identificar si se debía a la tristeza o alguna otra emoción, solo sabía que estaba tan fría que se había vuelto insensible.
Adriana apretó la mano de Cecilia, quien inmediatamente sintió su temblor y le preguntó en voz baja: “Adri, ¿estás bien? ¿Te sientes mal?”
“No, estoy bien, Vámonos.”
Adriana y Cecilia salieron del salón, y esta vez nadie las detuvo.
Ambas subieron al auto de Cecilia.
Cecilia inmediatamente le quitó la máscara a Adriana y vio que sus labios estaban tan pálidos que casi carecían de color. Su rostro estaba blanco como el papel, y su furia hacia Rodrigo y los demás alcanzó su punto máximo.
“Esos desgraciados! No es de extrañar que salgan juntos, ino hay uno bueno entre ellos!”
Adriana cerró los ojos y se apoyó en el hombro de Cecilia.
“Sí, todos son muy malos…”