Capitulo 13 

Capítulo 13 

Una foto de una cama desordenada apareció ante los ojos de Nicolás, quien sintió que la ira le hacía hervir la 

sangre: 

-Así que… ¡fuiste tú! 

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Su voz era aterradora, su presencia tan intimidante que le cortaba la respiración. Escribió rápidamente: 

-Mariana, recuerdo haberte advertido que Diana no debía enterarse de lo nuestro. 

Al leer el mensaje, Mariana soltó una risita arrogante y llamó para provocarlo: 

-Diana, ¿desde cuándo sabes imitar tan bien el tono de Nicolás? 

-Si yo fuera tú, ya habría renunciado de manera humilde al título de señora Paredes. Llevo al hijo de Nicolás, ital vez me proponga matrimonio pronto! 

Cuando eso suceda, serás tú quien salga expulsada sin dignidad alguna. Si no quieres llegar a ese punto, mejor cédeme el puesto de señora Paredes ahora mismo. Te ahorrarás sufrimiento y evitarás quedarte sin nada, además del desprecio. 

Mariana se envalentonaba cada vez más mientras hablaba, pero el silencio al otro lado del teléfono la inquiètaba de manera inexplicable. Aunque suprimió de inmediato esa sensación y continuó: 

–Diana, ¿te has quedado sin palabras por la desesperación? Ya te lo dije, soy yo quien ocupa el corazón de Nicolás. Él no te ama, solo finge contigo. 

En ese preciso instante, la voz de Nicolás destrozó toda la arrogancia de Mariana: 

-Ah, ¿sí? ¿Quién te crees que eres para provocar a Diana? 

-Parece que te di demasiadas libertades y te volviste tan arrogante. ¿Verdad? 

-¡Dime! ¿Qué exactamente le has estado diciendo a Diana? 

Su voz aterradora golpeaba el corazón de Mariana como un enorme martillo. “Estoy acabada“, pensó, temblando tanto que apenas podía sostener el teléfono. 

No, se tranquilizó, llevaba al hijo de Nicolás; él no le haría daño alguno. Con esta certeza, recuperó su confianza. Las lágrimas comenzaron a caer y su voz se convirtió en llanto: 

-Nicolás, lo… lo siento… No fue intencional… La señora Paredes me insultó primero, solo me estaba defendiendo… -Fue mi error, me equivoqué. Por favor, no te enfades, me da mucho miedo. 

Mariana intentó manipularlo como siempre, llorando y temblando, proyectando inseguridad. Pero esta vez, Nicolás no tenía paciencia para sus juegos: 1 

Basta. Si no quieres decir la verdad, encontraré mis propios medios. 

Colgó sin darle mayor oportunidad para explicarle y envió a alguien más a quitarle el teléfono antes de que pudiera alterar los mensajes. Al revisar la bandeja de entrada, descubrió las numerosas fotos provocadoras y mensajes que Mariana había enviado a Diana durante esas dos semanas. 

Al ver esas fotos y mensajes indecentes, Nicolás sintió que todo se oscurecía, como si un trueno hubiera explotado en su cabeza. ¡Qué locuras había cometido con Mariana durante ese tiempo! Solo podía imaginar la indignación de Diana, le causaba un dolor desgarrador. No podía comprender cómo lo había soportado; si ella le hubiera he algo similar, él habría enloquecido. 1 

Capitulo 13 

Su rostro palideció, el dolor en su corazón era insoportable Después de un largo rato, cuando finalmente se calmó, su expresión se había tornado aterradora, emanande un aura peligrosa y mortal. 

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Capitulo 14