Capítulo 492
Lucía estaba completamente paralizada por el miedo. Había usado el celular de Raúl para enviarle un mensaje a Anaís, con el objetivo de ayudar a Fabiana a atraerla. ¡Pero ahora le decían que Anaís se había llevado a Raúl directamente!
¿Acaso Anaís, esa desgraciada, ya ni siquiera fingía y planeaba hacerle daño a Raúl?
Llena de ira, Lucía empujó la puerta de la habitación del hospital y vio a Anaís de inmediato.
Anaís acababa de llegar, inicialmente con la intención de preguntarle a Raúl sobre el mensaje que había recibido.
Al ver a Lucía, casi de inmediato sospechó que había sido engañada. Se levantó para irse, pero Lucía la agarró del brazo en un instante.
-Anaís, ¿a dónde te llevaste a Raúl? Aunque no sean hermanos de sangre, han vivido juntos tantos años. ¡¿De verdad le harías daño?!
Frunciendo el ceño, Anaís no entendía de qué hablaba Lucía.
-Suéltame.
Lucía se dejó caer de rodillas. Temía de verdad que algo le hubiera pasado a Raúl. ¿Y si le pasaba algo, qué haría con el bebé que llevaba dentro?
Durante el embarazo, las hormonas pueden controlar fácilmente a una mujer, y en ese momento Lucía estaba completamente enfocada en Raúl y su bebé.
-¡Anaís! Te lo ruego, por favor, dime dónde está Raúl. ¡Yo misma iré a buscarlo!
Anaís pensó que esa mujer era completamente irracional. Intentó llamar a Raúl, pero nadie
contestó.
Llamó a la casa donde vivían, pero le dijeron que Raúl había salido solo y nadie sabía a dónde
había ido.
Anaís ya estaba enojada con él, y ahora su ira estaba creciendo aún más.
Miró a Lucía, que seguía de rodillas, y respiró hondo.
-Voy a buscarlo. Lo que sea que esté pasando, lo resolveremos cara a cara.
En ese momento, Anaís también estaba confundida.
Para Lucía, todo lo que decía Anaís eran mentiras. Después de todo, era capaz de hacerle daño
a su propio hermano y había causado la muerte de quien la había criado. ¿Cómo podría creerle?
Así
que cuando Anaís salió del hospital en su carro, Lucía la siguió de inmediato.
Anaís sospechaba que Raúl podría haber ido al cementerio de Héctor. Condujo rápidamente sin darse cuenta de que Lucía la seguía.
Capítulo 492
Para no ser descubierta, Lucía mantuvo una distancia considerable entre ellas.
Sin embargo, después de seguirla solo unos kilómetros, varios carros bloquearon el camino de Lucía.
Furiosa, pisó el acelerador para intentar pasar, pero varios tipos se abalanzaron sobre su carro, la sacaron sin tener en cuenta su estado de embarazo.
-¿Quiénes son ustedes? ¡Suéltenme! ¡Déjenme en paz!
Pero pronto fue lanzada dentro de otro carro.
Anaís llegó al cementerio de Héctor, recorrió el lugar, pero no encontró a Raúl.
No podía haberse metido en problemas, ¿verdad? ¿Qué hacía vagando solo en la víspera de
Año Nuevo?
Al salir del cementerio, el guardia del lugar la detuvo, diciendo que una chica había subido con ella y parecía no estar bien. Le preguntó si la conocía.
Ansiosa por encontrar a Raúl, Anaís negó con la cabeza sin pensarlo.
-No la conozco, tengo prisa, debo irme.
Lucía, con la boca cubierta por los hombres, vio cómo Anaís negaba con la cabeza antes de
irse en su carro.
No sabía qué le había dicho Anaís al guardia, pero este claramente había señalado en la
dirección donde estaba.
Quizás le había dicho a Anaís que la habían secuestrado, esperando que ella la rescatara.
Pero Anaís negó con la cabeza y se fue sin más.
Lucía recibió una bofetada que la hizo caer al suelo, siendo arrastrada hacia un lugar oculto.
-¡Anaís!
-¡Anaís!
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