Capítulo 520
Anaís se movió un paso al lado, temerosa de que su furia la alcanzara, pero él solo preguntó
con voz suave:
-Tu novio, en el fondo, es alguien que puedes dejar fácilmente, ¿verdad? Para ti, nadie es importânte.
Anaís sintió una absurda sensación: Efraín no estaba enfadado por lo de Sofía, sino por su desaparición sin previo aviso. Si uno miraba de cerca, podía ver cómo sus dedos estaban tensos, irradiando una sensación de furia contenida hasta en los huesos de su muñeca.
Era la primera vez que Anaís veía a Efraín así, no como el entusiasta de siempre, sino consumido por una ira pura y auténtica.
Abrió la boca para decir algo, pero no sabía qué. En su mente, repetía una y otra vez las historias de aquellos que habían enfurecido a Efraín: todos habían terminado en desgracia. Aunque Efraín parecía muy educado, cuando se trataba de vengarse, podía convertir la vida de cualquiera en un infierno.
Anaís era una persona que sabía reconocer el momento adecuado para actuar. En un instante, se arrodilló con una actitud sumamente respetuosa.
-Presidente Lobos, este asunto es solo mío.
Escuchó una leve risa proveniente de él, una que no estaba segura si era de ironía o de enojo máximo.
Anaís tenía la impresión de que, hiciera lo que hiciera, solo empeoraba la situación. Así que permaneció en silencio, arrodillada.
Entonces, Efraín comenzó a toser, y tras unos momentos, se alejó en su silla de ruedas, dejándola ahí.
Al llegar al piso superior en el ascensor, Lucas lo esperaba, preocupado.
-Presidente…
Efraín hizo un gesto con la mano, indicando que estaba bien.
Entró al estudio y se sentó frente a la computadora. Tenía muchas reuniones internacionales pendientes, y necesitaba algo que despejara su mente. Sin embargo, cuanto más miraba la pantalla, más sombras se formaban en su pensamiento.
Finalmente, cerró los ojos lentamente y tragó saliva.
-Lucas.
Lucas se acercó, con un aire de incertidumbre.
-¿Es sobre la señorita Lobos? ¿Qué planea hacer usted?
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Capítulo 520
Efraín abrió un cajón al lado, donde había un anillo. Se inclinó y, con los dedos, lo acarició suavemente, como si eso le ofreciera algún consuelo.
-Haz público su origen.
Lucas no hizo más preguntas y se giró levemente.
-Está bien, me encargaré de ello ahora mismo.
Nadie conocía la verdadera identidad de Sofía. Después de todo, había sido Efraín quien la había acogido, y por respeto a él, nadie decía nada. Anselmo incluso la trataba como a su propia nieta.
Pero no pasó ni media hora antes de que una noticia más impactante que los rumores sobre Anaís se propagara en el círculo social.
¡El origen de Sofía estaba relacionado con el mayor escándalo de corrupción de hace veinte
años!
La historia era larga. En ese entonces, Anselmo estaba en el poder y, junto con algunas personas de la élite, consiguió derribar a un corrupto llamado Jaime Sobrero.
Jaime tenía innumerables amantes. En esos tiempos, cuando el internet no era tan avanzado, se rumoreaba que tenía a muchas jóvenes engañadas. Una de las chicas más desafortunadas desconocía por completo la verdadera identidad de Jaime. Con sus dulces palabras, él la convenció de abandonar la mejor escuela para quedarse a su lado y cuidarlo.
Más tarde, quedó embarazada, y justo en el momento en que Jaime fue descubierto, se enteró de que él tenía más de diez mujeres, además de una esposa legítima. Esta esposa resultó ser una mujer despiadada, que mandó a quemar viva a la madre recién parida, en la entrada del centro comercial de lujo más grande de hoy en día.
19:40 M