Capítulo 523
Los ojos de Sofía Lobos se abrieron de par en par, creyendo que había escuchado mal.
-¿Qué dijiste? ¿Qué fue lo que dijiste?
La persona al frente, como si no viera su desesperación, repitió con seriedad.
-El presidente nos pidió que te enviemos al extranjero para reunirte con tu padre.
Conociendo el carácter egoísta de Jaime Sobrero, incluso si a través de internet se enterara de que tiene una hija viva, no le permitiría a Sofía vivir una vida tranquila. Después de todo, una vez que se fue del país, tuvo muchas mujeres y muchos hijos más.
Además, esos hijos harían cualquier cosa por la herencia. Para ellos, Sofía no era más que una intrusa a la que debían eliminar. Incluso si ella fuera al extranjero, probablemente enfrentaría atentados cada pocas horas, hasta que finalmente perdiera la vida allí.
Por eso, que Efraín Lobos quisiera enviarla al extranjero era prácticamente condenarla a
muerte.
Al comprender esto, Sofía comenzó a reírse como una loca, hasta que las lágrimas brotaron de sus ojos. Había pensado que tenía la situación bajo control, pero no imaginó que Efraín, por Anaís Villagra, estaría dispuesto a ignorar a su propio hijo.
Efraín, Efraín… incluso haciendo todo esto, Anaís ni siquiera se digna a mirarte. Tú eres el verdadero desdichado en este mundo. ¡Qué lástima!
El odio llenó los ojos de Sofía. Apretó los puños y luego se calmó.
-Déjenme ver a Efraín una vez más, tengo algo que decirle.
Pero la persona que la sostenía simplemente la levantó.
-Señorita Lobos, no desperdicie sus fuerzas.
Sofía se debatió violentamente y mordió el brazo de la persona que la sujetaba.
-¡Déjenme! ¡Suéltenme! ¡No me iré al extranjero, prefiero morir antes que irme!
Apenas terminó de hablar, la puerta de la habitación se abrió y entró Roberto Lobos. Para Sofía, fue como ver una tabla de salvación y comenzó a gritar desesperada.
-¡Hermano, lo viste, verdad? Todo esto es una estrategia de Efraín. Ve y díselo al abuelo, ¡que venga a salvarme! Si no, me enviarán al extranjero.
Roberto suspiró con pesar.
-Sofía, no es que no quiera ayudarte. ¿No lo comprendes? Hace años, el que más contribuyó a la caída de Jaime fue el abuelo. Si ahora te ayudara, sería como admitir que hubo algo sospechoso en lo que pasó con Jaime.
Roberto, como si le hubieran iluminado la mente, finalmente comprendió lo que estaba mal.
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Capítulo 523
Ella podría ser hija de cualquiera, pero no de Jaime. Mientras tuviera lazos con él, Anselmo Lobos, aunque quisiera intervenir, no podría, ya que hay demasiados ojos vigilando a la familia Lobos.
Ese era el plan de Efraín. Sin mover un dedo, logró detener cualquier acción del viejo.
Sin derramar una gota de sangre.
Sofía conocía el poder de Efraín, pero no esperaba que calculase cada movimiento con tanta precisión. Sus ojos se llenaron de lágrimas y una voz dentro de ella gritaba que debía hacer algo.
Pero antes de que pudiera hablar, alguien a su lado le dio un golpe certero en el cuello, dejándola inconsciente antes de poder decirle algo más a Roberto.
Roberto no esperaba ese desenlace. Quería obtener información sobre el hijo de Sofía, pero ahora, mirando a esas personas, soltó una risa amarga.
-Incluso en su peor momento, Sofía sigue siendo parte de la familia Lobos. ¿No temen que me vengue por tratarla así?
Pero esas personas permanecían indiferentes, sin siquiera mirarlo.
-Lo siento, señor Lobos, ahora debemos llevar a la señorita Lobos al avión. Cualquier asunto, puede discutirlo directamente con el presidente.
El rostro de Roberto se ensombreció por completo mientras los veía partir, impotente. Golpeó la pared con frustración, su pecho subiendo y bajando violentamente.
¡Efraín! ¡Qué gran estratega eres! ¡Incluso eres capaz de ocultar tan bien que te gusta alguien! ¿Cuántos secretos más tendrás escondidos?
De repente, Roberto sintió una oleada de determinación. Después de este incidente, no creía que su abuelo pudiera seguir confiando ciegamente en Efraín.
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