Capítulo 795
Anaís llamó directamente a Liam y le advirtió:
-¿La Bahía de las Palmeras es un lugar donde cualquier extraño puede entrar? Efraín te asignó que estés conmigo, así que de ahora en adelante, ¿vas a seguir mis instrucciones? Cualquiera que quiera entrar a la Bahía de las Palmeras deberá reportármelo, incluso si se trata de
Anselmo.
Liam dudó por unos segundos.
-Pero…
-No hay peros, si no puedes seguir órdenes, entonces no tiene sentido que estés conmigo.
Se dio la vuelta con un tono tranquilo,
-Incluso en el futuro, no necesitarás escuchar a Efraín. Seguro ya te diste cuenta de que algo raro le pasa.
Cada vez que Efraín iba con la familia Lobos, sucedían cosas impredecibles. Anaís estaba preparada para que él llegara a detestarla.
Si ese día llegaba, sería verdaderamente difícil de soportar.
Liam no dijo nada más, solo asintió y se fue.
Anaís estaba agotada, últimamente sentía un dolor constante en la cabeza.
Esa noche no tenía ganas de cenar, solo quería dormir hasta el día siguiente.
Pero la noche prometía ser agitada. Apenas se había acostado cuando Santiago llegó a tocar la puerta.
-Hermana, ¿te acuerdas de tu hermano inútil? Acaba de llamarme al celular, dice que tiene algo importante que decirte.
Anaís frunció el ceño, se levantó, abrió la puerta y tomó el celular, escuchando la voz de Raúl.
Raúl sonaba calmado, pero había un dejo de incertidumbre en su tono.
-Anaís, ¿recuerdas al viejo médico de nuestro pueblo? Quise llevar a Noelia para que aprendiera de él por unos días, pero al llegar aquí, descubrimos que el viejo médico ha muerto, lo asesinaron.
-¿Cuándo ocurrió?
-La policía ya está aquí. Murió hace cerca de diez días. Como aún hace algo de frío y especialmente en las montañas donde él vivía hay nieve acumulada, nadie lo había
descubierto.
El lugar donde vivía el médico era muy discreto, conocido solo en los alrededores, No se había preocupado por hacerse famoso, ¿por qué alguien querría matarlo?
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Capítulo 795
-Anaís, sospecho que esto podría tener relación con tus orígenes. Aparte de nuestro padre fallecido, el viejo médico podría ser el único que conocía la verdad de aquel entonces.
Anaís también lo sospechaba.
Si el médico fue asesinado por su relación con sus orígenes, entonces ella no era una simple huérfana.
Se recargó contra la pared y preguntó:
-¿Encontraron alguna otra evidencia? ¿Qué dice la policía?
-El asesino es muy profesional, no dejó huellas dactilares ni pisadas. Además, en este lugar la vigilancia es deficiente, no se puede rastrear a nadie. El médico no tenía familiares, y parece que lo enterrarán mañana por la tarde.
Raúl miraba la nieve ligera en las colinas, sintiéndose inquieto.
-Anaís, estoy preocupado.
Temía que los orígenes de Anaís desenterraran más problemas. Ella ya estaba lidiando con demasiado.
La última vez que Efraín lo visitó para preguntar sobre el pasado de Anaís, él ya se sentía intranquilo.
Pero como no había podido contactar a Anaís, se había dedicado a cuidar de Noelia, tal como ella le había pedido.
Después de todo, Noelia era una joven con un talento excepcional en medicina, y parecía haber obtenido muchas recetas antiguas que estudiaba en el jardín, sin otras intenciones ocultas.
Era el tipo de persona que merecía ser tratada con amabilidad.
Raúl, viendo que Anaís no respondía, apretó el celular y miró un pequeño sepulcro frente a él.
-Cuando nuestro padre enterró a la verdadera Anaís aquí y te llevó a ti, ya tenías varios años. ¿No recuerdas nada de eso?
Anaís intentó recordar más de su infancia, pero no pudo.
Raúl forzó una sonrisa y respiró hondo.
-¿Cómo podría olvidar que perdiste la memoria y no recuerdas nada? Será mejor que recuperes tus recuerdos pronto, de lo contrario, temo que las personas detrás de esto te encuentren.
Anaís asintió. Entre Efraín y sus propios orígenes, su cabeza le dolía aún más.
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