Capitulo 20
Capítulo 29
-Si quieres que David piense que soy cruel, pues entonces sigue ast. Pero hazle daño a tu propio cuerpo, na vuelvas a hacer cosas que dañen el mfo. Como empujarme al agua, no quiero que eso jamás vuelva a pasar. Si lo haces de nuevo, voy a mostrarle este video a todo el mundo y vas a perderlo todo le adverti a Luna, amenazándola
Quiero que me ayude a terminar esta relación cuanto antes, pero no quiero ser yo la que se lleve los golpes. Ahora estoy demasiado frágil, y ya sea por este matrimonio o por cualquier otra razón, no puedo permitirme más
heridas
Sin esperar a que Luna, con su mirada asesina, respondiera, me di la vuelta y me fui.
Cuando llegué a casa, me di una ducha rápida y estaba a punto de ir a mi habitación a descansar un poco cuando vil a David en mi sala de estar.
Me molesté bastante.
-¿Cómo fue que entraste? – Le habla cambiado la contraseña nuevamente. ¿Cómo fue que se metió acá?
Aun así, si la descifró, debería haberle tomado tiempo, especialmente porque esta vez elegí un código completamente diferente al de todos los anteriores.
Debes estar hambrienta. Ven a comer. Te traje tu comida favorita.
Actuaba como si no hubiera escuchado mi pregunta, como si hubiera olvidado nuestras peleas y que estamos en medio de un divorcio. Se comportaba como si fuéramos una pareja feliz, invitándome a comer el muy cinico.
Su actitud me irritó hasta lo más profundo de mi corazón. Tomé un adorno que estaba en una repisa cerca y se lo lancé.
¡Ya vete de mi casa ahora mismo!
-¡Si vuelves a entrar aqui sin mi permiso, no me culpes si llamo a la policia!
Si no fuera porque quiero resolver este divorcio lo antes posible y evitar complicar más las cosas, ya habría llamado a la policía hace rato.
David esquivo el adorno con facilidad y me miro, resignado a complacerme.
Deja de hacer berrinches estúpidos. Sé que lo que pasó ayer fue mi culpa. Te pido por eso disculpas, ¿podemos dejar eso atrás? Ya no andes enfadada que no se te ve bien, ¿?
Al recordar lo cerca que estuve de morir ayer, David al parecer se sentia culpable. No debería haber asumido que todo estaba bien solo porque yo sabia nadar. La mayoría de los ahogamientos les ocurren a personas que saben nadar y se confian mucho. Debió haber sido pues más cuidadoso y no dado por echo mi bienestar.
Cuando escuché que me dijo que dejara de hacer berrinches, mi irritación aumentó aún más. Si no viviéramos en un estado de derecho, no querría ser una divorciada; querría ser una viuda.
Empecé a dudar de si tenia cerebro. ¿Cómo puede no entender que no estoy haciendo berrinches?
No intenté explicarme. Con un tono indiferente le respondi:
¿De qué sirve una disculpa? ¿Acaso eso me hubiera revivico?
-Si no hubiera alguien que me salvara a tiempo, ahora mismo estarías viendo cómo me entierran Dime, ¿de qué sirve tu disculpa?
Canduln
David se puso aún más pálido,
-Esmeralda, yo..
No expliques. Las explicaciones no sirven de nada. Ninguna excusa puede revivir a una persona.
-Admite la verdad, David. Admite que en tu corazón solo hay lugar para Luna, que yo, importo nada y que no te importa si vivo o muero.
como tu esposa,
no
+25 BONUS
-Divórciate de mi y ve con la persona que en realidad amas Por favor, te lo ruego.
David suspiro y respondió con frustración:
-Esmeralda, admito que lo de ayer fue mi error. Fue un descuido mio. Pero tú sabes que no hay nada entre Luna y
- yo. No es lo que tú piensas. ¿Por qué no puedes dejar de ser tan celosa?
Me enojé de escucharlo negarlo todo otra vez. No podía evitar preguntar:
-¿Por qué dices que no? ¿Por qué no pueden estar juntos?
Captus 30