David antes lleno de terma y algo de culpa, se volvió serio al escucharme decir eso.
Esmeralda, ¿por qué insistes en hacerte la que no sabe?
-¿Qué debería saber yo pues? Si supiera algo, ¿crees que estaria aquí haciéndote preguntas?
Parecia incapaz de comprender cuánto lo detestabia, Si pudiera evitar decirle siquiera una palabra más, lo harla. Pero esta vez contuve la molestia que me hervia por dentro
David, sé que no me crees, pero te lo repito: después de mi calda, olvidé muchas cosas.
El se rio sarcasticamente.
¿Te olvidaste justo de todo excepto de lo que te conviend
Quise explicarle que todo lo que sabla sobre nuestro pasado lo habla descubierto investigando, leyendo mis diarios. Pero al ver su actitud, entendi que no importaba lo que dijera; no me creeria.
-Muy bien. Digamos que tú y Luna no tienen nada, que ni siquiera podrían estar juntos. Eso no cambia el hecho de que ya no quiero seguir casada contigo.
Ahora, estaba molesto.
-¿Con qué cuentico me vas a salir ahora?
-No quiero un esposo que, frente a cualquier problema, siempre me elige de última. Que me abandona una y otra vez, incluso cuando mi vida está en peligro.
Intentó responder, pero no le di la oportunidad.
-David, piensa en lo que hice por ti. Yo fui la que te dio el dinero para empezar. Eres talentoso, y todo lo que lograste es por ti. Pero reconoce que, sin mi apoyo al principio, no estarías donde estás.
Guardó silencio, pero sus ojos decían mucho.
Ahora ya no valgo nada para ti. No me amas. Terminemos con esto de una vez, ¿ok?
Él no decía nada, y eso me irritaba más.
-Si compartir nuestros bienes es lo que te preocupa, podemos hablarlo. No quiero complicar las cosas. Estoy dispuesta a venderte mis acciones por debajo del valor de mercado. Lo único que te pido es que terminemos este matrimonio de forma civilizada.
Lo que dije pareció impactarlo. Parecia enfurecido, como si quisiera tragarse mis palabras. De repente, me agarró por los hombros.
-Nunca intenté aprovecharme de ti. Y no es por miedo a dividir nuestros bienes que no quiero el divorcio.
Su tono era firme, pero yo no pude evitar reirme y preguntarle algo con amargura.
¿Entonces es por amor? ¿Crees que puedes hablarme de amor?
Se tenso aún más, y yo continue, sin piedad:
David, ¿sabes cómo la gente se ha burlado de mi todos estos años? ¿Incluso frente a ti? Tus amigos me han humillado, y tú no hiciste nada para detenerlos. ¿Eso es amor?
Por fin abrió la boca, pero lo que dijo fue solo un susurro,
1/2
+25 BONUS
Captulo 30
Esmeralda, hice algo al respecto. Esos tipos ya no están. Nadie volverá a faltarte al respeto jamás,
Me rei en su CATAL
-¿Y tú? ¿No crees que el problema más grande aquí eres to? Si no hubieras dado pie a esas situaciones, ¿quién se habría atrevido a humillarme?
El intentó responder, pero no le di tiempo de hacerlo,
David, si tienes algo de dignidad, acepta el divorcio.
Su mirada sehizo aún más seria.
No, no voy a divorciarme de ti, Esmeralda. Nunca, y no quiero repetirlo.
Me quedé sin palabras por un momento, antes de reirme, incrédula.
-¿Qué fue lo que dijiste?
-Sé que fo de ayer estuvo mal. Fue un error, pero puedo compensarlo. No tomes decisiones precipitadas solo por enojo.
Lo miré fijamente, sin rastro de emoción.
David, ya es tarde para eso. Esto ya se terminó.
+25 BONUS
Capitulo 31