Capitulo 7
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Capitulo 7
Me lleve un susto y di varios pasos atrás por instinto.
Pensé que estaba fingiendo estar borracho para hacerme daño, pero resultó ser incluso más peligrosa que eso.
Esposa… ya estoy en casa–se tambaleó al levantarse y trató de lanzarse hacia ml.
Con lo alto y fuerte que es, si me tiraba al suelo, no iba a haber forma de que sobreviviera.
Assistada, me hice rápidamente a un lado para evitarlo.
Al fallar, su enorme cuerpo cayó al suelo, haciendo temblar el piso con el impacto.
-Esposita….
Como si no esperara que yo me apartara, me miró con una cara herida y llena de reproche.
Era como un niño que, lleno de alegría que corre hacia la persona que más ama y en quien más confía, solo para ser empujado cruelmente, 2
Por un momento, casi me hizo sentir lastima.
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De tepente entendi por qué mi yo del pasado estaba tan obsesionada con este hombre, por qué no podía dejarlo ir. Su cara parecia hecha a mi medida. Es exactamente el tipo de hombre que me gusta.
Frente a una cara tan perfecta, ya es difícil resistirse, y, además, según escuché, en algún momento nuestro matrimonio había sido feliz.
Por una sola frase mia, preparó pólvora para iluminar toda la ciudad. Por un simple “quiero“, hizo fila durante más de diez horas para comprarme la figurita que tanto me gustaba.
También estuvo dispuesto a arriesgar su vida para entrar a un edificio en llamas por mi.
Ese amor que parecía tan real, realmente era difícil de superar.
Pero eso era antes.
Ahora, solo quiero proteger mi vida y alejarme de un hombre asi.
Además, se muy bien que sentir lástima por un hombre solo trae, desgracias. Así que, aunque por un momento me haya conmovido su actitud, no pienso tener compasión.
Mirando a ese hombre caído en el suelo, lo único que se me pasó por la mente fue si debería golpearlo con algo para dejarlo inconsciente y asi evitar que, en su estado de embriaguez, pudiera hacerme daño.
No me tomó más de unos segundos tomar la decisión. Protegerme es lo más importante.
Sin embargo, justo cuando encontré el ángulo adecuado para golpearlo, el hombre dejó de moverse, como si se hubiera quedado dormido.
Me acerqué con cautela, lo empujé suavemente con el pie un par de veces y, al confirmar que realmente estaba. dormido, me di la vuelta, cerré la puerta de mi habitación con llave y me fui a dormir.
Mañana tendría una batalla dificil, y necesitaba descansar blen.
En medio de la noche, escuché ruidos de golpes y cristales rompiéndose afuera. No sall a ver qué ocurría. Por seguridad, ya había reemplazado todas las puertas de mi casa con puertas de acero, inuy resistentes. Por mucho que él hiciera ruido, no podria romperlas ni entrar.
Yo estaba a salvo. Si el sufria algin accidente, eso eta asumi suyo.
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Cuando David desperto, escuchó unos pasos familiares acercándose. Por instinto, sonrió. Sin abrir los ojos, extendió una mano:
Esmeralda… me duele la cabeza….
Siempre que el bebia demasiado, Esmeralda le preparaba algo para la resaca. Cuando despertaba, la sopa siempre estaba servida a la temperatura perfecta, lista para calmar sed y aliviar el dolor de cabeza.
A veces, preocupada de que no pudiera sostener el tazón, lo alimentaba con una cuchara, y él aprovechaba la ocasión para abrazarla y besarla dulcemente.
Llevaba más de tres meses sin beber esa sopa.
Por esa sopa, pensaba que quizás debía ser bueno y hacerle saber que valoraba sus esfuerzos.
Cuanto más lo pensaba, más creia que debía darle una oportunidad.
Sin embargo, su mano quedó extendida por un buen rato sin que nadie le pasara la sopa.
Se molestó.
Abrió los ojos, dispuesto a decir algo, pero se vio tumbado en el suelo.
Un suelo desordenado, cubierto de pedazos de vidrio.
Cuando miró sus manos, vio varios cortes.
Mirando las heridas, no pudo entender nada.
¿Por qué estaba tirado en el suelo?
Antes de quedarse dormido por la borrachera, les había dicho claramente que lo llevaran a casa de Esmeralda.
Mientras se preguntaba si sus amigos no entendieron bien sus instrucciones y lo dejaron en cualquier otro lugar, vio a Esmeralda sentada tranquilamente en la mesa, desayunando.
Por un momento, quedó paralizado.
Incluso pensó que estaba soñando.
No, incluso en sueños, semejante cosa sería imposible.
Porque su esposa, Esmeralda, jamás lo habría dejado tirado en el suelo, especialmente en un lugar lleno de vidrios
rotos.
Ella habría estado despierta toda la noche cuidándolo.
Fue solo cuando sintió un leve dolor en la palma de la mano que comprendió que esto no era un sueño. Todo era entonces real.
Estaba en casa de Esmeralda.
Y Esmeralda en serio lo había dejado tirado en el suelo, entre los vidrios rotos, mientras desayunaba tranquilamente,
La rabia y la indignación lo llenaron al instante.
Capitula
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¿Cómo podía tratarlo ast?
Esmeralda, me dejaste dormir en el suelo? Se levantó furioso, con un tono estaba cargado de resentimiento.
Las personas mimadas como él no soportan nada, ni lo más pequeño.
Levanté la vista para mirarlo y respondi con calma:
-Dejarte dormir en el suelo ya es mucho. La próxima vez que estés borracho, no vengas a mi casa. Si vuelves, llamaré a la policía.
-Esmeralda no te pases…David quiso gritar, pero recordó que habla venido a darme la oportunidad de reconciliarse con él.
Se tragó su rabia y se sentó en la silla frente a mí.
-¿Por qué no me has servido desayuno?-dijo, enojado, mientras vela los huevos fritos con salsa en la mesa.
Te he dicho muchas veces que no comas cosas poco saludables como estas. ¿Por qué sigues comiéndolas?
Además, todos los platos tienen picante. ¿No sabes que estómago no tolera el picante?
-No puedo comer esto. Ve y prepárame una sopa ligerita
-¿Perdón?-Lo miré con incredulidad.
¿Viendo cómo está nuestra relación, él cree que tiene derecho a comer lo que yo preparo?
¿Que no come picante? Pues que no coma nada entonces.
Pero parecía no entender las indirectas ni mis caras de desagrado. Al ver que no me movia, agarró mi tazón de comida directamente.
En ese momento, de verdad queria tirarle los platos de comida a la cabeza.
Y lo hice.
Le lancé un plato.
Lamentablemente, lo esquivo.
-Esmeralda, deja de hacer berrinches. Has estado así tres meses. ¿No estás cansada de tanta estupidez? -Me miró como si fuera una mocosa malcriada, enfadado, pero también impotente.
No estoy haciendo berrinches. Si tienes agallas, vámonos ahora mismo y divorciémonos.
Su mirada se volvió molesta de inmediato.
Esmeralda, ya te lo he dicho antes: no importa cuánto berrinche quieras hacer, nunca hables de divorcio. Lo has dicho muchas veces ya.
-Si lo sigues diciendo, ite juro que aceptaré!!
¡Eso sería perfecto! Vámonos ahora mismo a divorciarnos–Me levanté, lista para salir.
Sin embargo, justo cuando estaba por dar el primer paso, David me empujó de nuevo a la silla.
¡Esmeralda, no me hagas enojar más!!
Su rostro mostraba una lucha por contener la rabia. Por un momento, pensé que, si seguía provocándolo, realmente me llevaría al registro civil.
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Capitulo 7
Pero entonces, Inesperadamente, su tono se volvió suave:
Esmeralda, se que he estado ausente estos tres meses y the decepcionado, sé que ya no slentes lo mismo de
antes.
-Pero no importa lo que pase, no uses el divorcio para amenazarme. He vuelto, ¿no?
El pensaba que yo estaba fingiendo, Que estaba usando el divorcio como una táctica para obtener algo.
Me hacía sentir como si estuviera hablando con una pared.
No pude evitar repetir con seriedad:
-David, estoy hablando en serio. Quiero divorciarme.
Su mirada se volvió aún más alterada.
No entendia.
Si él y Luna estaban tan enamorados, ¿no debería estar emocionado de divorciarse?
¿O era que necesitaba mantenerme en el medio para demostrar lo profundo de su amor?
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Capítulo 8
