Capitulo 118
Andrés se detuvo de golpe, frunció el ceño al mirarla y luego posó su vista en Carlos, que estaba detrás de Valentina, y dijo con lentitud:
Valentina se quedó rígida.
Miraba a Andrés con incredulidad.
Carlos, ¿dónde está tu caballerosidad?
El rostro de Carlos se oscureció levemente mientras encontraba la mirada serena de Luisa.
Quizás Luisa nunca lo había olvidado, todo ese tiempo había estado fingiendo fortaleza. Si él ayudaba a cruzar el río a otra chica frente a ella, ¿se molestaría Luisa?
Mientras lo pensaba, Carlos extendió su mano para ayudar a Valentina con un tono suave, No tengas miedo, Valentina, yo te sostengo.
Valentina bajó la vista y entre dientes, con una voz que solo ellos dos podían oír, y dijo: -No, ¿ qué estás haciendo? Quiero que Andrés me ayude.
Carlos le respondió: -¿Y si él no quiere ayudarte, te vas a quedar parada en medio del río?
-No necesito que tú me ayudes.
-Eso lo dices tú.- De repente, Carlos soltó la mano de Valentina.
-¡Ah!
Valentina gritó de repente, casi perdiendo el equilibrio y, cayendo al río, instintivamente se aferró a la mano de Carlos, -Ayúdame a cruzar primero.
Carlos soltó una risa fría y rodó los ojos en silencio.
Viendo que Valentina estaba bien, Andrés dejó de prestar atención y continuó caminando.
Todos avanzaban con paradas intermitentes y pronto llegó la tarde.
El sol se estaba poniendo, los pájaros retornando al bosque, y un cielo lleno de crepúsculo extendiéndose por miles de kilómetros, espléndido como una pintura, haciendo que el atardecer fuese infinitamente hermoso.
Había un lugar con una vista excelente donde se podían ver la puesta de sol y el crepúsculo. Sergio fue el primero en detenerse para tomar fotos.
Las personas que venían detrás también se detuvieron para hacer lo mismo.
Fernanda, jadeante y apoyándose en su bastón de montaña, avanzaba con dificultad hasta que llegó allí y fue capturada por la cámara de Sergio.
Sergio, con su cámara réflex digital en mano, sonreía de oreja a oreja, -El nacimiento de un meme en imagen 4K ultra clara.
Capitulo 179
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Fernanda entre dientes dijo: –Sergio, bórralo.
-No lo borraré, algo tan interesante tengo que guardarlo para disfrutarlo poco a poco.
Fernanda encontró una gran roca para sentarse y levantó la vista para disfrutar del crepúsculo.
—Estoy cansada ahora, no tengo ganas de discutir contigo, te enseñaré una lección cuando
regrese.
Luisa y Andrés llegaron a este lugar, los últimos rayos del sol bañaban suavemente sus rostros y cuerpos, cubriéndolos con una ligera capa de cálida luz naranja, suavizando incluso los rasgos duros de Andrés.
-Qué pareja tan perfecta,— comentó Sergio, apuntando su cámara hacia la atractiva pareja bajo el resplandor del atardecer y presionando el obturador.
En la foto, Luisa entrecerraba los ojos mirando el sol poniente, mientras que Andrés la miraba a ella con una expresión de concentración y fascinación.
Sergio le mostró la foto a Andrés, -Mira esa mirada tuya, hasta yo me emociono, ¿cómo dice el poema? –“Tú estás en el puente mirando el paisaje, y la gente en el edificio mira hacia ti“.
Juan soltó una risa, —¡Vaya, también sabes de poesía!
Sergio lo miró de reojo, -Ese poema es muy famoso, aunque en mis tiempos de estudiante prefería jugar, pero no pienses que no estudié.
Fernanda soltó una risa burlona, -Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
-¡Eh!– Sergio respondió con descontento, -¿Qué estás diciendo? ¿No podrías dejarme algo de dignidad cuando estamos en público?
Andrés, sosteniendo la cámara réflex de Sergio, admiraba la fotografía grupal con aprecio, La fotografía no ha sido en vano, está muy bien tomada, envíamela cuando regresemos.
Sergio extendió tres dedos, -Cuesta esto.
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Capitulo 120
Capítulo 120