El Secreto de Mi Prometido 330

El Secreto de Mi Prometido 330

El volumen de casos del bufete Lex Juris Abogados seguía en aumento, y recientemente el despacho había contratado a un nuevo grupo de abogados y asistentes legales

Los departamentos de Recursos Humanos, Finanzas y Administración también ampliaron por completo su personal con varios nuevos empleados

Con la expansión del despacho, las normativas y regulaciones internas se volvían cada vez más completas

Gracias a Andrés, los empleados del bufete disfrutaban de espectaculares meriendas vespertinas cada dos o tres días, lo que contribuía a crear un ambiente mucho más relajado y agradable en todo el despacho. Luisa notaba con claridad que, últimamente, todos estaban mucho más motivados y la eficiencia había mejorado de forma notable

Había que admitirlo: la estrategia de agradarde Andrés realmente estaba dando resultado

Lo único que preocupaba a Luisa era que, de los cinco días laborales de la semana, Andrés aparecía de pronto en el despacho dos o incluso tres veces

Con la excusa de inspeccionar el trabajo, en realidad nadie sabía qué se traía entre manos. Cada vez que él llegaba, las chicas del bufete se alteraban visiblemente, lanzándole miradas furtivas tanto disimuladas como ciertas descaradas, y perdían toda concentración en sus tareas

Aquella tarde, Andrés volvió de nuevo a aparecer

Entró con familiaridad en la oficina de Luisa, se acomodó tranquilo en el sofá y, con total soltura y despreocupación, se preparó un café como si el bufete en verdad fuera suyo

Luisa no desvió ni un milímetro la mirada, concentrada por completo en la redacción de documentos 

legales en su ordenador, sin levantar siquierá los párpados, como si ese elegante y distinguido Andrés 

sentado en su oficina no fuera más que simplemente aire

Andrés permanecía en silencio, sentado tranquilamente en el sofá mientras tomaba despreocupado café

No interrumpía para nada el trabajo de Luisa

Bebió un par de sorbos, dejó la taza con suavidad sobre la mesa, cruzó las largas piernas con naturalidad y fijó su mirada en Luisa

Desde ese ángulo, podía ver con claridad el perfil de su cara

Cuando iba a trabajar, Luisa solía maquillarse ligeramente. Llevaba el cabello largo recogido hacia atrás con una sencilla pinza, y un conjunto de traje ejecutivo color café claro que resaltaba su belleza con un aire decidido, una elegancia intelectual impregnada de la poderosa presencia de una mujer fuerte

moderna

Su piel era blanca con un rubor natural, tan suave y jugosa como un durazno maduro; desde ese perfil, su nariz lucía aún más recta, y sus largas y rizadas pestañas temblaban levemente, como mariposas en 

vuelo

El Secreto de Mi Prometido

El Secreto de Mi Prometido

Score 9.9
Status: Ongoing Type: Native Language: English

El Secreto de Mi Prometido

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset