Capítulo 365
-Sangre… Los labios de Fernanda temblaban sin cesar; no conseguía articular una frase completa. – Mucha sangre… suicidio… se tiró…
¿Alguien se había suicidado arrojándose desde lo alto?
Luisa quedó estupefacta.
-¡Fernanda!– Justo en ese instante, Sergio irrumpió en la habitación y tomó a Fernanda quien estaba aterrada entre sus brazos.
Con el rostro cargado de preocupación, Sergio la estrechó suavemente y la consoló con voz serena: – Fernanda, no tengas miedo, estoy aquí, no tengas miedo….
Fernanda temblaba de pies a cabeza, aferrándose con fuerza al cuello de la camisa de Sergio. Su rostro pálido estaba empapado en lágrimas; lloraba asustada.
Luisa sintió una tremenda punzada de culpa; de haberlo sabido, no habría permitido que Fernanda saliera.
Por su reacción, era evidente que había presenciado con sus propios ojos el estado en que quedó quien se había arrojado.
Eso debía haberle dejado una profunda herida psicológica.
Sergio calmó a Fernanda durante un largo rato antes de voltearse hacia Luisa.
Para sorpresa de Luisa, el rostro de Sergio no lucía mucho mejor que el de Fernanda.
Sergio la miró, respiró profundo y finalmente dijo: -Es terrible Víctor se suicidó arrojándose desde lo alto… doña Ximena sufrió un infarto por el impacto y murió de forma repentina…
Los ojos de Luisa se desorbitaron
Andrés acababa de regresar a la casa de los Martínez cuando recibió la noticia del suicidio de Víctor.
Casi fue inmediatamente después de haberle negado la petición de ver a Daniel.
Se había lanzado desde lo alto.
Doña Ximena estaba internada en el mismo hospital que Víctor.
La noticia no pudo mantenerse en secreto. Así que doña Ximena no soportó el impacto y sufrió un infarto fulminante. No lograron reanimarla.
Todo ocurrió con una rapidez abrumadora.
Pero, al mismo tiempo, resultaba algo predecible.
Después de colgar el celular, Andrés permaneció largo rato en completo silencio en el jardín de la villa.
En un solo día, dos miembros de la familia Martínez habían muerto uno tras otro. Era algo que dejaba a cualquiera impactado y reflexionando.
Andrés ordenó enseguida bloquear la difusión de la notícia del suicidio de Victor.
Cuando Víctor se lanzó, estaba ya tan delgado que apenas quedaba algo más que su miserable esqueleto; casi sin cabello, su aspecto era irreconocible. Incluso las pocas personas que lo conocían no lograron identificar que aquel hombre que se había arrojado era él.
En cuanto a la muerte súbita de doña Ximena por infarto, la familia Martínez tampoco la había hecho pública por el momento.
Esa fue una decisión de Don Manuel.
Acababa de producirse un suicidio en el hospital, y si después se anunciaba la muerte de doña Ximena, de forma inevitable surgirían sospechas.
Cuando Don Manuel se enteró de que su hijo y su esposa habían fallecido casi al mismo tiempo, se encontraba aún en Europa y no pudo regresar de înmediato,
Tras finalizar la llamada con Andrés, Don Manuel permaneció pensativo toda la noche sentado en el sofá, destrozado por completo, sin poder conciliar el sueño.
Por su parte, Andrés, siguiendo al pie de la letra las instrucciones de Don Manuel, decidió esperar su regreso al país para llevar a cabo el funeral de doña Ximena y de Víctor. Mientras tanto, los cuerpos serían almacenados en la cámara frigorífica del hospital.
Ya entrada la noche.
Luisa estaba en la cama, pero no lograba conciliar el sueño.
Lo ocurrido ese día había sido demasiado impactante.
Sabía que el corazón de doña Ximena no soportaba el estrés. Tenía más de ochenta años y su estado de salud ya era bastante frágil, así que no era sorprendente que hubiera muerto de un infarto.
Pero, ¿por qué Víctor había decidido lanzarse de repente desde lo alto?
¿Esto tenía algo que ver con Daniel?
Durante esos días, Miguel no le había permitido a Andrés visitarla, y los amigos que iban a verla tampoco mencionaban a Andrés ni a los Martínez frente a ella.
Por eso, Luisa no sabía nada del envenenamiento de Víctor.
Andrés, en ese tiempo, había estado ocupado colaborando con la policía en la investigación del caso de envenenamiento y organizando con detenimiento las pruebas de otros delitos cometidos por Daniel, y llevaba mucho tiempo sin contactarse con Luisa.
Luisa se revolvía en la cama una y otra vez, dándole vueltas al asunto, y tras mucho pensarlo, sacó el celular y le envió un mensaje a Andrés.
Capitulo 365
[No estés triste.]
Pasó mucho tiempo sin recibir respuesta.
No sabía si él estaba dormido o demasiado ocupado con los asuntos de la familia Martínez para
contestar.
Luisa suspiró, sintiendo una presión muy fuerte en el pecho.
Aunque no quería admitirlo en voz alta, en el fondo sabía que aún no había superado del todo a Andrés.
Ahora que algo así había ocurrido en la familia Martínez, estaba muy preocupada por él.
Tal vez estaría sufriendo.
Cuando estaba a punto de amanecer, Luisa finalmente sintió algo de sueño.
Justo cuando comenzaba a quedarse dormida, la pantalla de su celular de pronto se iluminó.
Capítulo 366
Capítulo 366