Capítulo 283
El silencio en el comedor era tan denso que Isabel podía escuchar los latidos de su propio corazón. Mantenía la mirada fija en su plato, apenas tocando el desayuno, mientras sentía las presencias de Lorenzo y el mayordomo como sombras silenciosas a su alrededor. La realidad del cambio en su relación con Esteban todavía no terminaba de asentarse en su mente, pero él ya se había encargado de que todo el personal estuviera al tanto.
El sonido de pasos acercándose rompió la quietud del momento. Isabel hundió aún más la cabeza al reconocer la voz de Mathieu Lambert.
Sin ningún reparo por la tensión en el ambiente, Mathieu se dejó caer en la silla junto a Isabel.
-Mira nada más, qué calladita estás hoy, Isa -su voz destilaba diversión-. No es normal verte tan bien portada en el desayuno.
Los dedos de Isabel se tensaron alrededor de los cubiertos. Mathieu se inclinó hacia ella, su sonrisa volviéndose más traviesa.
-¿Y esa bufanda con la calefacción tan alta? A ver, deja que Mathieu te ayude a quitártela.
Isabel apartó la mano de Mathieu con un manotazo brusco, mientras maldecía internamente. “¿De verdad puede ser tan idiota o se está haciendo? Siempre tiene que andar metiendo la
nariz donde no debe.”
La sonrisa de Mathieu se ensanchó mientras su mirada iba de Isabel a Esteban.
-Oye, tú también deberías ser más cuidadoso cuando consientes a Isa.
Isabel sintió que todo su cuerpo se convertía en piedra. En ese momento, hubiera dado cualquier cosa por que la tierra se la tragara.
Un golpe seco bajo la mesa hizo que Mathieu diera un respingo.
Los ojos de Esteban se clavaron en él como dagas.
-¿Qué haces aquí?
-Pues vine a desayunar.
Mathieu se frotó la pierna adolorida mientras le hacía señas al mayordomo pidiendo cubiertos. -Esta mañana no hay nada que te guste -la voz de Esteban cortó el aire como un látigo.
Con una mirada exagerada hacia la mesa repleta de platillos, Mathieu protestó:
-¿Cómo que no? Si todo se ve delicioso.
-No te gusta.
-¿¡Ah, caray!? -Mathieu aspiró aire bruscamente-. ¿Dije algo malo otra vez?
Otro silencio pesado.
1/2
10.39
Capitulo 283
-No es eso, si ya están así, ¿qué tiene de malo hacer una bromita? Digo, tú…
Un nuevo golpe bajo la mesa lo interrumpió.
-¡Con un…! -Mathieu se mordió la lengua-. Ya entendí, ya entendí. Nada de bromas sobre Isa. “La tienes en un altar“, pensó mientras observaba a Esteban. “La has criado como en una burbuja. ¿Qué va a hacer el día que no estés para protegerla?”
La mirada de Esteban se volvió más amenazante.
-¿Todavía no te largas?
-¿Neta no me vas a dejar comer? -Mathieu hizo un gesto de dolor-. Hermano, está helando allá afuera, solo quiero algo caliente.
En cualquier otro día, Mathieu podría conseguir desayuno donde fuera, pero después de la nevada de anoche, los caminos estaban casi intransitables.
Justo cuando Esteban se preparaba para darle otra patada, la voz suave de Isabel interrumpió:
-No seas tan duro con él, hermano. Déjalo quedarse.
Sus ojos se suavizaron al recordar el frío brutal que hacía afuera y lo peligroso que era el camino costero desde Bahía del Oro.
-Isa siempre tan…
‘¡BANG!‘ Otro golpe bajo la mesa.
-¡Ya estuvo! -Mathieu no pudo contenerse más-. ¿Cómo alguien tan violento pudo criar a una niña hasta esta edad?
Sus miradas se cruzaron, y ante la ferocidad en los ojos de Esteban, Mathieu se rindió:
-Ya, ya, me voy a la cocina, ¿contento?
Notó cómo Isabel se tensaba aún más a su lado. “Qué exagerado eres, Esteban“, pensó. “¿Qué tiene de malo? ¿Acaso uno ya no puede ver a la gente después de pasar una vergüenza?”
Al escuchar que Mathieu se iría a la cocina, Isabel agachó todavía más la cabeza. Esta vez, sin esperar otra patada, Mathieu salió prácticamente rodando del comedor.
19:39
