Capítulo 680
Cuando escuchó un “crack“, un dolor intenso se apoderó de su pecho.
El rostro de Dan cambió drásticamente, y empujó a Vanesa con fuerza: -¡Ya basta!
Vanesa cayó al suelo de golpe.
Después de la noche desastrosa anterior y ahora este empujón, sintió como si sus piernas estuvieran a punto de divorciarse de su cuerpo.
Ya estaba enojada, y ahora, con el empujón de Dan, perdió por completo el control.
-¡Maldita sea! Ahora sí te das cuenta de que ya fue suficiente.
Gritó mientras se levantaba del suelo, ignorando por completo el dolor que sentía en su cuerpo. Se lanzó sobre Dan y le dio varias bofetadas.
Dan quedó aturdido por los golpes.
Aunque no quería devolver los golpes, no tuvo más opción que luchar con Vanesa para intentar detenerla.
El salón, ya de por sí desordenado, se convirtió en un caos total.
Diez minutos después.
Con la diferencia de fuerza entre hombres y mujeres, Dan logró sujetar a Vanesa contra la pared.
Vanesa gritó con furia: -¡Eres un desgraciado, suéltame!
Dan respiró con dificultad: -¿Ya terminaste con tu locura?
-¡Alguien venga, mátenlo, acaben con él!
Con la orden de Vanesa, tres o cuatro guardaespaldas se lanzaron sobre Dan.
Dan, junto a su pequeño grupo de cuatro personas, no tuvo oportunidad. Vanesa había llegado de repente con un equipo de sus mejores hombres, dejándolos sin tiempo para reaccionar.
Después de otra ronda de pelea, Dan y sus amigos quedaron tirados en el suelo, sin poder levantarse.
Estaban completamente confundidos, sin entender qué habían hecho mal.
Dan no entendía por qué Vanesa había decidido atacarlo de repente.
Sí, ella realmente quería acabar con él.
Vanesa se acercó al Dan que yacía en el suelo, y le pisó la muñeca con fuerza.
Con un “crack“, el hueso se rompió.
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Capitulo 680
Dan gruñó de dolor: -¡Vanesa!
Dijo su nombre con los dientes apretados.
Vanesa se agachó, agarró su cabello y levantó su cabeza.
Sus miradas se cruzaron, y los ojos de Vanesa estaban llenos de ira.
-¿Cómo te sientes después de pasar la noche conmigo?
Las palabras de Vanesa dejaron el salón en un silencio sepulcral.
Los hombres heridos miraron a Dan con asombro, finalmente entendiendo por qué estaban siendo golpeados.
“¿No debería golpear solo a quien la ofendió?“, pensaban. Ellos no habían hecho nada, ¿por qué los involucraban?
Sus caras heridos se volvieron de un tono azul de indignación.
Dan, al escuchar eso, comenzó a respirar con dificultad: -¿Qué dijiste?
¿Que durmió con ella?
Al ver que Dan no lo admitía, Vanesa levantó la mano y lo abofeteó de nuevo: ¿Qué sientes?
Los hombres detrás de ella estaban estupefactos: “¡Dios mío! ¿Eso es algo que se pregunta? Y si se pregunta, debería ser en privado, ¿qué está pasando ahora?”
Los guardaespaldas, al escuchar la razón de la furia de su jefa, mantuvieron sus caras impasibles, aunque internamente estaban en shock.
Antes se preguntaban qué tipo de hombre podría controlarla.
Ahora ya no había duda…
El hombre que ella había amado, Dan, estaba siendo tratado como un perro. ¿Qué tipo de persona podría controlarla ahora?
Dan, con la cara vuelta hacia un lado, apretó los dientes para hablar: -Eres una maldita mujer.
No terminó de decirlo cuando Vanesa lo abofeteó de nuevo.
-¿Qué pasa? ¿No te atreves a decirlo? ¿Y toda la energía de anoche, dónde quedó? ¿Eh?
Al recordar el desastre en la cama por la mañana, Vanesa no podía controlar su ira.
Dan respiraba con dificultad: -…
Vanesa insistió: -Dime, ¿cómo se siente?
-No siento nada.
El cerebro de Dan estaba completamente confuso.
De verdad no sentía nada, no había dormido con ella, así que ¿de dónde venía esa sensación?
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Capitulo
Al escuchar eso, Vanesa comenzó a abofetearlo de nuevo, sin piedad.
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