Capítulo 702
Aquel hombre quería permanecer en las sombras porque en su corazón había una mujer a la que más deseaba proteger.
¿Y también por esa mujer empujó a su madre al frente?
-Al principio, cuando tu madre se hizo cargo de Lago Negro, no sabía de la existencia de esa mujer.
-Durante el tiempo que estuvo al mando, enfrentó muchos problemas y conflictos. Resultó herida varias veces, y en la peor ocasión, casi pierde a la criatura que llevaba en su vientre. Fue entonces cuando se enteró de la existencia de esa mujer.
Paulina escuchaba en silencio.
Escuchaba acerca de esta complicada relación.
El simple hecho de saber que su padre era el actual líder de Lago Negro ya había sido un gran impacto.
Y ahora, al escuchar sobre la época por la que pasó su madre, sus pupilas se contrajeron de golpe.
Su respiración se tornó dolorosa.
Era difícil imaginar la desesperación que su madre debió haber sentido en ese entonces.
-Entonces, ¿mi mamá se fue llevándome con ella? -preguntó Paulina.
Carlos asintió-: Sí, y también se llevó la parte más valiosa de la fortuna de Lago Negro.
Parte de la fortuna se refería a la mitad de un mapa.
Carlos continuó-: Todos estos años ha vivido en Puerto San Rafael, y los de Lago Negro han estado buscándola.
Tenían que buscarla.
Después de todo, se llevó algo muy importante, ¿cómo no iban a buscarla?
Paulina miró a Carlos con una sensación de asfixia-: ¿Y ahora ellos?
-Ahora tu padre está buscando a tu madre para obtener esa mitad del mapa, y tu madre…
Carlos vaciló un momento antes de continuar-: Tu madre, junto con algunos de los antiguos aliados que la siguen, parece que está intentando establecerse por su cuenta. Este es un momento crucial para ella.
Establecerse por su cuenta.
Eso mostraba hasta qué punto había escalado el conflicto.
Paulina sintió un fuerte peso en su pecho.
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Carlos la miró Esta red de conflictos es muy compleja, tu madre probablemente no quiere que te involucres.
-¿Y qué actitud tiene ese hombre ahora? -preguntó Paulina.
Carlos respondió: Es probable que aún no sepa de tu existencia, además, ama mucho a su actual esposa.
Paulina se quedó en silencio.
Claro que la ama.
Si no la amara, ¿por qué habría tenido tres hijos con esa mujer?
Paulina cerró los ojos, sintiendo un dolor punzante en el corazón.
-¿De verdad no puedo ver a mi mamá ni una vez?
Pensar en su madre enfrentándose sola a todo eso hizo que Paulina se sintiera desgarrada.
En ese momento, su corazón se llenó de una valentía sin precedentes.
Todo el miedo que había sentido antes se desvaneció, destrozado por el dolor que sentía por su madre.
-Ella no te verá -dijo Carlos.
Después de pensarlo un poco, añadió-: Probablemente tampoco quiera que tu padre sepa de
- ti.
Ese era el aspecto más terco de Alicia Torres; no quería que ese hombre supiera de la existencia de Paulina.
Paulina bajó la mirada, y en ese momento, sus ojos ardían de ira.
Era el tipo de ira que un hijo siente instintivamente cuando quiere proteger a su madre.
Por otro lado, Vanesa encontró a Céline.
Pero antes de que pudiera decir una palabra, Céline salió corriendo al verla, lo que enfureció a Vanesa.
-¡Céline, mentirosa! ¿Acaso eres una mujer de verdad?
¿No eras muy capaz cuando me engañaste? ¿Por qué huyes ahora?
Vanesa la persiguió como loca, pero hoy no era tan ágil como antes.
Anoche, esa persona había sido muy dura con ella, y ahora sus piernas aún le dolían terriblemente.
Céline gritó-: ¡Deja de perseguirme, ya no tengo nada!
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-¡Maldita mujer!
Al escuchar que no quedaba nada, Vanesa se enfureció aún más y quiso atrapar a Céline para darle una lección.
Sin corazón.
Céline, como un conejo astuto, salió disparada del salón de fiestas, y Vanesa la siguió de cerca Pero justo al salir, chocó con un hombre que venía en dirección contraria,
Su cabeza dio un golpe sonoro contra el pecho del hombre, y su cerebro resonó con un zumbido.
Vanesa se frotó la cabeza dolorida-: ¡Oye, no tienes ojos o qué?
Al levantar la vista, se dio cuenta de que era Yeray.
-¿Tú?
Yeray dijo: Tengo algo que decirte.
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