Capítulo 746
En situaciones complicadas, las cosas se vuelven un completo enredo.
Yeray miraba por la ventana del carro, mientras sus dedos marcaban un ritmo sobre el apoyabrazos. Con una expresión de desconcierto, comentó:
-Dan parece mucho mayor que la amiga de Isabel.
Callum levantó una ceja, sorprendido.
-¿Mayor? ¿De verdad?
Para Callum, Dan no parecía tan viejo. Sin embargo, admitió que Dan se veía mayor que
Paulina.
-¿Cómo no va a ser viejo? Ese tipo tiene un montón de trucos bajo la manga -replicó Yeray.
Dan no solo era astuto, sino que también era el verdadero poder detrás de Lago Negro.
Callum se quedó sin palabras.
-Bueno, si tú lo dices, será.
Yeray continuó:
-Parece de la misma edad que Allende.
Al escuchar el nombre de Esteban, Callum prefirió guardar silencio. Hablar de señor Allende era meterse en un terreno peligroso.
-¿Por qué Vanesa se llevó a esa mujer?
-Probablemente para entrenarla como un arma -respondió Callum.
¿Un arma contra Dan? Eso tenía sentido. Vanesa y Dan eran como el agua y el aceite ahora.
Lago Negro… La antigua colaboración entre InnovWorld y el viejo señor Allende fue el detonante. Dan había cruzado la línea con Vanesa, y ella no se lo perdonaría.
Entonces, que la entrene -dijo Yeray con una sonrisa maliciosa-. Paulina, enfrentándose a su propio hermano, suena interesante.
Callum agregó:
-Pero ahora el señor Esparza también está preocupado.
-i¿Qué?!
-El señor Esparza ha estado cuidando a la señorita Torres. Si algo le pasa, no dejará que todo pase desapercibido.
Yeray se quedó pensando en el enredo de relaciones.
Paulina, la hermana de Dan… Sí, hermana. Aunque, a decir verdad, con Dan no se sentía como
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Capítulo 746
un hermano menor.
Que la hermana de Dan se convierta en su enemiga, era irónico. Pero Carlos, siendo protector con Paulina, no lo permitiría tan fácil.
-Dejemos que ellos resuelvan sus asuntos -dijo Yeray con una sonrisa.
-Cuanto más caos, mejor.
Y añadió:
-Debemos echarle una mano.
-¿A quién? -preguntó Callum, confundido.
-A Vanesa, claro. Borremos cualquier rastro, no dejemos que Dan la encuentre.
-¿Y el señor Esparza? ¿No deberíamos preocuparnos?
-No te preocupes tanto, solo hazlo.
Yeray continuó:
-Yo apoyo a mi esposa. Lo que ella diga, es lo correcto.
Callum se quedó boquiabierto.
La intervención de Yeray complicó aún más la búsqueda de Vanesa tanto para Carlos como para Dan.
Carlos, al enterarse de la intervención de Yeray, casi destroza su teléfono de la furia. Llamó inmediatamente a Yeray.
-¿Qué significa esto, señor Méndez?
-Nada especial, tú buscas a tu mujer y yo apoyo a mi esposa.
Carlos respondió con una risa sarcástica.
-¿Tu esposa?
-Así es, de verdad.
Lo que empezó como un acuerdo superficial, se había convertido en algo real sin que Yeray apenas lo notara.
-Si Paulina no regresa, ¿de verdad crees que seguirás teniendo esposa?
Carlos, al otro lado de la línea, tenía un tono lleno de peligro. Julien, quien conducía, sintió la tensión en el aire, como si estuviera presenciando un duelo entre titanes.
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