Capítulo 149
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Luciana frunció ligeramente el ceño, sintiendo una mala premonición. Mónica entrecerró los ojos y, con una voz pausada y cargada de intenciones, pronunció cada palabra con claridad:
-Si te alejas de Alejandro, retiro la denuncia.
El corazón de Luciana dio un vuelco. Era exactamente lo que había imaginado.
Mónica, por su parte, se relajó después de soltar su oferta.
—Piénsalo bien —añadió con calma—. Un hombre que no te ama, o un amigo de toda la vida… ¿Cuál eliges?
Las miradas se encontraron, y Mónica esperó la respuesta. Luciana apenas necesitó unos segundos para decidir. Asintió y dijo con firmeza:
-De acuerdo. Me alejaré de Alejandro. Espero que cumplas tu parte del trato.
Sin más, se dio la vuelta y salió de la habitación.
¡Lo había hecho! Mónica apretó los puños, emocionada, con un brillo triunfal en los ojos. No podía creer que la suerte finalmente le sonreía.
***
Luciana dejó el hospital y se dirigió a Casa Guzmán. Había tomado su decisión: debía irse cuanto antes para que Mónica retirara la denuncia y Vicente quedara libre.
La casa estaba en silencio cuando llegó. Subió directamente al dormitorio del segundo piso y entró al vestidor para empacar. Por suerte, había sido precavida y aún no había trasladado todas sus cosas desde el departamento. Lo que había traído inicialmente era poco, y no pensaba llevarse nada de lo que Alejandro le había comprado; esas cosas nunca le pertenecieron realmente.
En menos de media hora, ya tenía todo listo. Con la maleta en mano, bajó las escaleras con cuidado, evitando hacer ruido. Lo último que quería era alertar al mayordomo y que Miguel se enterara. Si eso sucedía, no podría irse tan fácilmente. Por suerte, no ocurrió nada.
Luciana salió de Casa Guzmán sin contratiempos, arrastrando su maleta. Una vez en el auto, rumbo de vuelta al hospital, sacó el teléfono. Sabía que debía hablar con Alejandro. Pensando en la pelea de la noche anterior, se dio cuenta de que quizá todo había sido un aviso de lo inevitable.
No había manera de evitar esta conversación. Lo mejor sería enfrentarlo de una vez. Luciana respiró hondo, reunió el valor y presionó el botón para marcar. La llamada no tardó en
conectarse.
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Capitulo 149
-¿Aló? -La voz de Alejandro sonaba un poco ronca, con el rastro de la discusión aún presente.
Luciana apretó los labios antes de responder:
-¿Estás ocupado? Necesito decirte algo.
Alejandro dejó lo que estaba haciendo y esbozó una ligera sonrisa. Aunque no había vuelto a casa la noche anterior, tampoco había salido a ningún lado, se había quedado en la sala de descanso del CEO en la oficina. Todavía tenía algo de rencor acumulado, pero el hecho de que Luciana lo llamara primero disipó gran parte de su enojo.
-No estoy ocupado —dijo, cambiando el teléfono a su mano derecha—. ¿Dónde estás? ¿En el departamento? Hoy termino temprano, paso por UCM para recogerte. Ayer no te mudaste, pero hoy puedes tener todo listo, ¿no?
Hubo un silencio en la línea. Luciana no esperaba que, después de una noche de distancia, Alejandro ya no estuviera molesto. La falta de respuesta la incomodó, y Alejandro, sintiendo algo extraño, habló de nuevo.
-¿Por qué no contestas?
Luciana inhaló profundamente, preparándose para lo
que
venía.
-Alejandro, no necesitas venir por mí.
-¿Qué? -Su tono cambió, más bajo y serio-. ¿Qué quieres decir?
Luciana se mordió el labio antes de responder. Estaba eligiendo con cuidado sus palabras.
—Creo que… deberíamos cancelar la boda. Tú siempre has querido el divorcio, así que… divorciémonos.
El rostro de Alejandro se ensombreció al instante. Su corazón se sintió como si lo hubieran apuñalado. Pasaron unos segundos antes de que pudiera hablar, su voz contenía una mezcla de incredulidad y dolor.
-¿Qué estás diciendo? ¿Esto es por lo de anoche? ¿Sigues enfadada?
Alejandro intentó calmarse, pensando que debía ceder, que era el momento de actuar como el adulto.
Deja de hacer dramas, ¿sí? Sé que me equivoqué anoche. Dime dónde estás y hablamos en
persona.
-No es un drama. —La voz de Luciana fue firme, cortante-. No voy a casarme contigo. Quiero que terminemos. Quiero el divorcio.
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