Capítulo 157
Cuando al fin se animó, solo murmuró:
-Ya es tarde…
Alejandro la miró con una sonrisa insinuante.
-Tienes razón. Hora de un baño. ¿Tú primero, yo primero… o juntos?
-Y–yo… mejor voy yo primero -balbuceó Luciana, antes de apresurarse hacia el vestidor y, luego, al baño.
Mientras se preparaba, se dijo a sí misma que después del baño lo hablarían. Abrió la ducha y, al ponerse bajo el agua, escuchó la puerta de vidrio deslizarse. Al voltear, vio a Alejandro.
—Vamos a bañarnos juntos —dijo, entrando con su porte alto y seguro mientras cerraba la puerta tras él. Sin esperar respuesta, la rodeó con sus brazos y la atrajo hacia sí. Luciana resbaló levemente, pero él la sostuvo firmemente.
Su rostro se tornó rojo en un instante.
-¿Lo hiciste a propósito?
Alejandro soltó una risa baja y se inclinó hacia ella, con un destello juguetón en los ojos.
-Claro, lo hice a propósito.
–
Sin más, bajó la cabeza y la besó suavemente.
-Mmm… -murmuró ella, acallada por sus labios.
-No tengas miedo -le susurró él, acariciándole el rostro-. Seré muy gentil.
Luciana se dejó llevar. Y, como había prometido, él fue realmente delicado. Para Luciana, este tipo de experiencias eran desconocidas. La única vez había sido en el Hotel Real, y todo había sido caótico, doloroso, lleno de vergüenza. Alejandro, en cambio, le mostró que ese momento podía ser diferente, sin temor, sin dolor.
Finalmente, exhausta, cerró los ojos y se recostó en su pecho. Alejandro la abrazó con ternura y le dio un beso en la frente.
-Duerme bien. Buenas noches.
***
Desde el baño se escuchaba el sonido de la ducha. Luciana abrió los ojos y, medio adormilada, buscó su teléfono. Ya era de mañana.
Se levantó, y justo entonces Alejandro salió del baño. Al verla despierta, se acercó sin decir una
1/3
+25 BONUS
Capítulo 157
palabra, la rodeó por la cintura y la besó.
—Mmm… —Luciana intentó esquivar el beso-. No, espera, aún no me lavo.
-No importa -murmuró él, dándole otro beso suave-. Hasta sin lavarte hueles bien.
Luciana lo miró, el ambiente entre ellos era perfecto. Dudando un momento, se animó a hablar.
-Mi amigo… el asunto de Vicente… ¿crees que podrías ayudarme?
Dicho esto, sintió un ligero nerviosismo y bajó la mirada. Para su sorpresa, Alejandro ni siquiera dudó.
-Claro. Haré que Sergio lo arregle. Tranquila.
¿Tan fácil? Luciana lo miró incrédula por un instante.
-Gracias…
Alejandro levantó una ceja, con una sonrisa divertida.
-¿Solo me das las gracias?
Luciana se quedó inmóvil. ¿Qué más esperaba? Él no era alguien que necesitara nada.
—Aquí —dijo él, señalando sus labios con un dedo.
Ella sintió cómo sus mejillas se calentaban y, apenada, lo empujó suavemente.
-¿No tienes que ir a la oficina? Anda, cámbiate.
Alejandro soltó una carcajada y le pellizcó la nariz.
¿Aún te pones nerviosa? Bueno, esta vez te lo perdono, pero tendrás que acostumbrarte. La soltó y fue al vestidor.
Cuando regresó, Luciana ya se había arreglado y bajaron juntos a desayunar. Después de acompañarlo hasta la puerta, Alejandro se giró para despedirse.
-¿Qué harás hoy? ¿Saldrás?
—No, me quedaré en casa, leyendo un poco y pasando tiempo con abuelo.
-No te esfuerces demasiado.
Alejandro se puso los zapatos y se dio la vuelta para irse, pero Luciana lo llamó.
-¡Alex!
Él se detuvo y, al voltear, Luciana se lanzó hacia él, rodeándole el cuello y dándole un beso
+25 BONU
Capítulo 157
rápido. No sabía si fue su intención o por la diferencia de estatura, pero sus labios rozaron su cuello, justo sobre la nuez.
Suave como una pluma, el beso lo dejó sin aliento. Cuando ella intentó soltarse, Alejandro la sujetó de la mano, mirándola con una intensidad oscura, como si quisiera devorarla.
-¿Así que me atacas por sorpresa? -murmuró, sus ojos fijos en ella.
-Ya vete, janda! -respondió ella, riendo y escapando de sus brazos. El abuelo está por despertar y debo ir con él.