Capítulo 162
-Ya veo murmuró ella con un suspiro largo-. Entonces supongo que el accidente de Alejandro… valió la pena.
Su comentario era ambiguo, casi distante, pero Sergio sintió una punzada incómoda.
-Luciana, no deberías pensar así.
—¿Ah, no? —respondió, mirándolo con una serenidad imperturbable—. ¿Dije algo que no fuera cierto?
Sergio abrió la boca para replicar, pero no supo cómo contradecirla. En el fondo, presentía que Alejandro no querría que Luciana lo viera de esa manera. Sin embargo, sentía que cualquier cosa que dijera solo empeoraría el momento.
—Luci… —cambió de tema con rapidez-. ¿Tienes hambre? Puedo ir a comprarte algo.
Luciana le sonrió, agradecida.
-Está bien, gracias.
Simón fue quien terminó trayendo el desayuno. Mientras Sergio y los demás permanecían inquietos y sin mucho apetito, Luciana bebía su atole y mordía un sándwich con calma.
En un rincón, Simón susurró.
—Luciana parece no preocuparse mucho por Alejandro…
-Shhh. -Sergio le lanzó una mirada de advertencia-. No digas eso. Luciana está embarazada; está haciendo lo que puede por el bebé.
—Sí… claro. —Simón murmuró, aunque en el fondo, dudaba de sus propias palabras.
Cerca de las siete, la cirugía concluyó y llevaron a Alejandro directamente a la sala VIP. Sergio se encargó de todos los trámites, sin necesidad de que Luciana interviniera. Al regresar, encontró a Luciana de pie frente a la puerta de la habitación, inmóvil y con la mirada perdida, visiblemente agotada.
-¿Luci, estás cansada?
-Sí–contestó ella sin intentar ocultarlo.
Era cierto; el cansancio le pesaba. La habían llamado a media noche y había esperado durante horas en el hospital.
-Alejandro está fuera de peligro. Deja que Juan te lleve a casa para que descanses un poco.
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Capítulo 162
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-De acuerdo.
Luciana asintió, dejándose llevar por la propuesta. Enseguida, Juan la acompañó de vuelta a Casa Guzmán.
Lo del accidente de Alejandro no era algo que pudiera mantenerse en secreto. Al llegar a Casa Guzmán, Luciana fue directamente a ver a Miguel para contarle lo sucedido.
-Abuelo, no se preocupe demasiado. —intentó tranquilizarlo-. Acabo de venir del hospital, y Alex está fuera de peligro.
-¡Este tonto! -Miguel, lejos de mostrar preocupación por su nieto, soltó una exclamación de enfado. ¡Bien merecido! Él mismo se lo buscó, no voy a andar preocupándome por él.
Luciana entendía bien a qué se refería. Miguel la defendía; sabía que Alejandro había tenido el accidente mientras iba tras Mónica. Ella no podía decir mucho más, así que se quedó en silencio, acompañándolo mientras desayunaba y tomaba sus medicinas. Después, regresó a su habitación.
El cansancio pesaba sobre ella. Había dormido mal, y tras darse una ducha rápida, se tumbó en la cama. Apenas apoyó la cabeza en la almohada, se quedó profundamente dormida.
Cuando despertó, ya eran las cuatro de la tarde. Luciana bajó a la cocina para comer algo.
-Luciana. Felipe se le acercó con cierta preocupación-. ¿Hay algo que necesitemos preparar para el señor Alejandro? ¿Algún detalle que podamos organizar?
-Déjame averiguar primero. —contestó.
De inmediato, llamó al hospital para informarse sobre su estado. La enfermera le dijo que Alejandro estaba estable y fuera de peligro, con atención especializada las 24 horas del día.
-Muchas gracias.
Al colgar, se volvió hacia Felipe.
-Todo está bien allá. El hospital tiene todo bajo control, así que por ahora no hace falta nada. Gracias por la disposición, Felipe.
-Perfecto. Lo que sea necesario, estamos para ayudar–contestó él, antes de regresar a sus
tareas.
Luciana terminó de comer y volvió a su habitación. Buscó una maleta y comenzó a empacar algunas cosas de Alejandro para llevárselas al hospital.
***
Hospital.
Capitulo 162
+25 BONUS
Alejandro sintió un ligero temblor en las cejas al abrir lentamente los ojos. Lo primero que vio fue a una mujer dormida, recostada junto a su cama, con el cabello cayendo hacia adelante y cubriéndole el rostro. No podía ver bien su cara.
¿Luciana?
Levantó la mano, intentando apartar un mechón para verla mejor.
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