Capítulo 163
Cuando sus dedos apenas rozaron el cabello, la mujer despertó, alzando el rostro. Su piel pálida y sin maquillaje quedó al descubierto.
Era Mónica.
Alejandro frunció ligeramente el ceño, sintiendo un extraño remolino en su pecho.
-Alex–Mónica mostró una expresión de alivio al verlo despierto-. ¡Ya despertaste! ¿Cómo te sientes?
-Estoy bien, no te preocupes. Pero tú… -Él se fijó en que tenía varios vendajes en la cara y un brazo envuelto, con manchas de sangre visibles bajo las vendas.
-¿Estás muy lastimada?
—No es nada grave ―respondió Mónica con una sonrisa, apartando el cabello de su rostro—. Solo unos raspones.
Recordando su desaparición de la noche anterior, Alejandro quiso saber qué había ocurrido.
-Eileen me dijo que te habías perdido. ¿Qué pasó?
-Ah… -Mónica mostró una expresión algo avergonzada, rascándose la cabeza-. Eileen exageró. Estaba de mal humor y decidí ir a caminar después de filmar, despejarme un poco. Pero el lugar estaba muy aislado, me perdí y no traía el celular…
Alejandro guardó silencio, con el rostro serio. No le interesaba saber la razón detrás del mal
humor de Mónica.
-Perdón por preocuparte -Mónica, nerviosa, entrelazó sus dedos.
-No pasa nada -replicó Alejandro, aunque su tono dejaba ver su incomodidad. Pero no vuelvas a salir sin celular.
-Sí, lo prometo, no volverá a pasar…
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió de golpe, y un grupo de voces llenó la sala. Alejandro levantó la vista, y su expresión se iluminó por un instante: eran Salvador, Jael y Jacobo. Pero al no ver a Luciana entre ellos, la chispa en sus ojos se apagó rápidamente.
Los recién llegados no esperaban encontrar a Mónica. Sabían de ella, pero era la primera vez que la veían en persona. Salvador y Jael la saludaron con un leve movimiento de cabeza, mientras que Jacobo, sonriendo, agitó la mano.
-¡Ah, también está la novia!
bromeó Jacobo.
Capitulo 163
+25 BONUS
Mónica parpadeó, sorprendida, pero pronto sonrió.
—Sí, quería asegurarme de que Alex estaba bien.
Desde la cama, Alejandro se notaba visiblemente molesto.
-¿A qué vienen tanto ruido? ¡Están molestando!
Salvador, siempre el más sensato del grupo, le lanzó a Jacobo una mirada de advertencia.
-Tranquilo, no te alteres. No le hagas caso a este payaso.
-Oye, que solo venimos a verte después del accidente añadió Jael con una sonrisa—. Nos pareció lo correcto.
A pesar de la visita de sus amigos, Alejandro no parecía complacido. Al contrario, cada vez se sentía más incómodo e irritado.
Justo en ese momento, Sergio entró en la habitación.
-Alex, ¿ya despertaste? ¿Qué te gustaría cenar? Puedo encargar lo que quieras —dijo, observando también a Salvador y los demás. ¿Y ustedes se quedan a cenar?
-¿Por qué preguntas? -interrumpió Alejandro, visiblemente irritado. Esto es una habitación de hospital, no un lugar para reuniones y comidas.
La actitud de Alejandro era claramente hostil. Salvador y los otros intercambiaron miradas, sorprendidos, y hasta Sergio se sintió incómodo, decidiendo continuar:
-Entonces, ¿quieres que te traiga algo?
Alejandro no respondió. Cerró los ojos como si el simple hecho de hablar le provocara dolor.
-¿Te sientes mal, Alex? -preguntó Mónica, preocupada, inclinándose para ayudarlo.
-No es nada
contestó Alejandro, apartando la mano de ella con un gesto suave y mirando directamente a Sergio-. ¿Dónde está Luciana?
Finalmente, había preguntado lo que lo inquietaba.
La habitación quedó en silencio absoluto. Salvador y los otros finalmente entendieron de dónde venía el mal humor de Alejandro.
-Eh… -Sergio dudó, sin saber qué responder.
¿Debía decirle que Luciana se había marchado temprano en la mañana y no había regresado? Mónica, por su parte, palideció. Allí estaba ella, a su lado, y aun así Alejandro preguntaba por Luciana, ignorando su presencia. Mónica sintió una punzada de resentimiento y tristeza, pero
2/3
+25 BONUS
Capitulo 163
no le quedó más que contenerse y mostrar comprensión.
-Seguro que está agotada. Sergio dijo que llegó anoche y pasó toda la madrugada en la puerta del quirófano. Esta mañana fue a descansar un poco explicó Mónica, esforzándose por sonar
tranquila.
3/3