Capitulo 175
Capítulo 175
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A las tres en punto, Luciana regresó a la habitación del hospital. Tenían cita a las cuatro para las pruebas del vestido, y calculó que era justo a tiempo.
Sin embargo, la habitación estaba en completo silencio.
-¿Alejandro? -Luciana miró alrededor, notando que él no estaba en la habitación.
Estaban por salir pronto; ¿a dónde se había ido?
Tomó su teléfono y marcó el número de Alejandro, pensando en preguntarle directamente.
En ese momento, Alejandro estaba en la habitación de Mónica. Comparado con él, las lesiones de Mónica eran mucho menores, apenas algunos moretones y heridas leves. Hoy mismo le
habían dado el alta.
Pero antes de salir, Mónica había pedido hacerse un chequeo completo y, al terminar, llamó a Alejandro, pidiéndole que fuera a verla.
-Así… así están las cosas —dijo Mónica, con los ojos enrojecidos por el llanto reciente.
Alejandro tenía el rostro tenso, inmóvil y sin ninguna expresión visible. Permaneció en silencio, mirando a Mónica con una seriedad helada.
Tras un largo rato, finalmente preguntó:
-¿Cómo es que te das cuenta hasta ahora?
Mónica bajó la mirada, mordiéndose el labio, pálida.
-Es que… yo no tengo mucha experiencia en esto y, como mi ciclo siempre ha sido irregular, no pensé en esa posibilidad, y he estado ocupada… —Al decir esto, posó la mano derecha en su vientre, un gesto automático.
-Ya son tres meses… fue esa noche.
Al escucharlo, Alejandro cerró los ojos con fuerza, reprimiendo el torbellino de emociones que sentía.
El destino le estaba jugando una cruel broma. Justo cuando había decidido casarse con Luciana, tener un matrimonio de verdad… Incluso había aceptado al hijo que ella esperaba, aunque no fuera suyo.
Y ahora… Mónica estaba embarazada.
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Capítulo 175
Había visto el informe médico: tres meses de embarazo. Todo indicaba que había sido aquella noche en el Hotel Real. Solo habían estado juntos una vez.
Por un lado, su esposa; por el otro, su propio hijo de sangre. ¿Cómo se suponía que podía elegir entre ambos?
Una fuerte tensión se marcó en su frente, sintiendo la presión en las sienes como si le fueran a explotar.
En ese momento, sonó su teléfono.
La pantalla mostraba el nombre: Luciana.
Alejandro dudó unos segundos y, sin responder, colgó.
Mónica sonrió para sus adentros. No necesitaba preguntarle para saber que quien llamaba era Luciana. Su expresión decía todo lo que ella necesitaba saber: estaba en una encrucijada por
Luciana.
¿Qué le había hecho esa mujer para que no pudiera apartarse de ella?
–
-Tranquilo dijo Mónica, con los ojos enrojecidos y la voz entrecortada-. Sé que estás a punto de casarte. No quiero ponerte en una situación difícil. Me desharé del bebé…
-No. La respuesta de Alejandro fue tajante.
Ni siquiera había sido capaz de ignorar al hijo de Luciana, que no llevaba su sangre. Mucho menos podría hacerlo con su propio hijo.
-¿No? -Mónica soltó una risa amarga, cargada de ironía—. ¿Y qué quieres que haga entonces? Aún no se nota, pero pronto mi vientre empezará a crecer.
Alejandro estudió su expresión por un instante y murmuró en voz baja:
-Sería un daño muy grande para ti.
-¿Y dar a luz no sería peor? -Mónica sacudió la cabeza, lágrimas fluyendo sin parar.
Alejandro sintió cómo una punzada de culpa le atravesaba el pecho. La moral le instaba a no desentenderse.
-Dame algo de tiempo. Solo necesito un poco de tiempo. Hasta entonces, por favor, no hagas nada precipitado.
¿De verdad? -Mónica dejó de llorar, sus ojos aún húmedos por las lágrimas. Se aferró a su mano, suplicante-. ¿Puedo confiar en ti?
-Sí–respondió Alejandro, esforzándose por parecer calmado-. Solo dame un poco de
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Capítulo 175
tiempo.
-Está bien. -Mónica sonrió, aunque aún quedaban rastros de lágrimas en su rostro-. Por nuestro hijo, confiaré en ti.
Alejandro se marchó. Cuando sus pasos se desvanecieron, Mónica secó sus lágrimas y su expresión cambió, despojándose de la apariencia frágil que había mostrado.
Desde el armario, Clara salió, mirando a su hija con una mezcla de orgullo y preocupación. Había estado allí, escondida, durante toda la conversación.