Capítulo 188
Capítulo 188
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Su voz no era elevada, incluso se podría considerar suave, pero quienes lo conocían sabían que esa calma era una señal de que estaba a punto de estallar de furia.
-Yo… -el hombre titubeó, sacudiendo la cabeza-. ¡Te he dicho que no lo sé!
No terminó de hablar cuando Alejandro aflojó su agarre, pero solo para arrojarlo al suelo con fuerza. El impacto fue brutal, el hombre cayó de pecho.
-¡Cof, cof!
Se esforzó por levantarse, pero Alejandro le pisó la espalda, inmovilizándolo. 1
—Si quieres seguir vivo, entrega a la mujer. ¡Y que esté sana y salva! ¡No le falte un solo pelo!
-¡Pero…! -El hombre temblaba de terror, consciente de que se había topado con alguien implacable. Sacudía la cabeza, rogando misericordia-. ¡No sé nada, por favor, suélteme, yo…!
—¡Alex! —Una exclamación colectiva llenó la habitación.
Mónica, que acababa de entrar, se quedó petrificada al ver lo que ocurría. Alejandro había alzado una silla y la dejaba caer con fuerza sobre la espalda del hombre. Su cabello quedó desordenado con el movimiento, y algunos mechones cayeron sobre su frente.
Alejandro se aflojó la corbata, con una expresión implacable, y alisó los dientes, presionando los labios. ¡Así acabas por hacerte el duro! ¿Hablas o no?
—¡No, no…! —El hombre apenas pudo balbucear.
-¡Bien! ¡Perfecto! -Alejandro soltó una risa seca, y alzó de nuevo la silla-. ¡Si tienes el valor de seguir callado, yo te ayudo a no decir nada más!
-¡Alex! -Los gritos resonaron al unísono.
Mónica se lanzó hacia él, abrazándolo por la cintura, mientras Sergio y Juan se apresuraban a detener la silla-. ¡No lo hagas!
Hasta Salvador mostró preocupación, sus facciones tensas-. Alex, míralo. Parece que realmente no sabe nada.
Alejandro respiraba con dificultad, los ojos cargados de furia, pero se detuvo. Todos sabían que nadie se enfrenta a la muerte sin miedo, y ya no había razón para que el hombre mintiera.
-Entonces, ¿quién lo sabe? —gritó Alejandro, con la vena de la frente a punto de estallar, señalando al hombre tirado en el suelo. ¡Este infeliz le robó el celular y la billetera! ¡Luciana está sin nada!
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Capitulo 188
Los pensamientos cruzaban su mente, incontrolables. ¿Estará con hambre? ¿Dónde pasará la noche sin dinero? ¿Qué hará, enferma y sola?
Salvador no tenía palabras para calmarlo-. Estamos haciendo todo lo posible por encontrarla…
Alejandro soltó una risa fría y, con un brusco movimiento, se liberó de quienes lo retenían- Suéltenme de una vez!
La brusquedad hizo que Mónica tropezara, tambaleándose hasta caer al suelo.
-¡Señorita Soler! -exclamó Sergio, mirando de reojo a Salvador, quien asintió, comprendiendo.
-¿No se habrá lastimado? -murmuró Sergio.
Alejandro recobró un poco la calma al ver a Mónica en el suelo y, aunque aún estaba enfurecido, se acercó a ayudarla a levantarse.
-Mónica, ¿estás bien?
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-Estoy bien respondió con una leve sonrisa, aunque tenía una mano apoyada en el brazo, con un gesto de dolor que no logró ocultar.
–Déjame ver -dijo Alejandro frunciendo el ceño, apartando con cuidado la mano de Mónica.
Observó su brazo izquierdo: estaba raspado, una herida extensa enrojecida.
-Lo siento… —Alejandro cerró los ojos un momento-. Te llevaré al hospital para que te lo revisen, y también haremos unos estudios.
Estaba embarazada, no podía permitir que se arriesgara de esa manera.
-Claro, está bien -respondió Mónica con una sonrisa tranquila.
Todos en la sala soltaron un suspiro de alivio. Por suerte estaba Mónica ahí; parecía que su presencia ayudaba a calmar a Alejandro.
Al final, el brazo de Mónica solo requería desinfección y una simple venda. Los otros estudios, sin embargo, llevarían más tiempo. Alejandro no se apartó de su lado, su expresión era de una constante preocupación. Cuando finalmente salieron los resultados, todos los exámenes mostraban que ella estaba bien. Pero su rostro seguía sombrío, con los labios tensos.
-Perdóname -murmuró Alejandro, con una expresión de auténtico pesar-. He sido un desastre…
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