Capítulo 201
Después de la última llorada, parecía que el dolor más profundo ya había pasado. Luciana miró el tema que estaba en tendencias y se preguntó: ¿Cómo fue que esto se hizo viral?
Alejandro siempre había sido extremadamente reservado. A lo largo de los años, era raro que apareciera en los medios, y mucho menos en un escándalo de relaciones. En Muonio, el señor Alejandro Guzmán era conocido como un hombre intachable, el perfecto caballero de la alta sociedad.
<<Solo hay una explicación…» pensó Luciana. Él debió haberlo permitido. De otra forma, ¿quién se atrevería a desafiarlo de esa manera? Esto era, claramente, una declaración pública de que Mónica era su pareja.
-Vaya, qué romántico lado.
murmuró Luciana con una sonrisa irónica, dejando el celular a un
Martina la miró con sorpresa y preocupación.
-Luciana, ¿estás bien?
-¿Eh? Claro, ¿por qué no habría de estarlo? —dijo Luciana, como si fuera la cosa más natural del mundo. Recordando algo, tomó el celular y, sin titubear, bloqueó el número de Alejandro.
Martina se quedó boquiabierta, sin palabras. ¿Luciana de verdad estaba bien?
Mientras tanto, Sergio entraba en la habitación de Alejandro, llevando una expresión de urgencia.
-Alex, mira esto. -Le entregó el celular, observando cómo Alejandro lo tomaba con su expresión agotada y la mirada llena de ojeras.
Alejandro frunció el ceño, pero se irguió al ver la pantalla. Ahí estaba la noticia: él y Mónica en la portada de tendencias.
La imagen era de aquella visita al set, cuando Mónica se sintió mal por las náuseas del embarazo y él fue a verla.
-Parece que alguien ha movido los hilos para hacer esto público. Los medios fueron comprados para difundir la noticia -explicó Sergio.
Alejandro apretó los labios y murmuró, apenas moviéndolos.
-Mónica.
Capítulo 201
+25 BONUS
No había otra opción. La prensa no se atrevía a hablar de su vida sin permiso, y si alguien se atrevía a hacerlo, era ella. Cerró los ojos, intentando contener su irritación.
Sabía lo que ella buscaba con esto. Cansada de esperar, Mónica quería una respuesta, y decidió usar la presión pública para apurarlo.
En otro momento, Alejandro no habría tolerado una jugada así. Pero ahora… estaba embarazada. Sus pensamientos se interrumpieron de golpe.
-¿Todo Muonio ha visto esto? -preguntó, con una pizca de ansiedad.
Sergio vaciló, algo sorprendido.
-Eh, sí. Es probable que todos lo hayan visto ya.
Alejandro sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
Entonces… Luciana también debe haberlo visto.
El teléfono sonó de repente. Era Miguel.
El rostro de Alejandro se tensó aún más, sus cejas fruncidas en preocupación. ¡Esto no pinta bien! Contestó de inmediato.
-¿Sí, abuelo…?
Del otro lado, Miguel estalló en cólera:
-¡Ahora mismo, Alejandro, regresa a casa inmediatamente!
—Sí, abuelo -respondió, conteniendo el aliento. Colgó y se masajeó las sienes-. Llévame a casa -ordenó.
Con seguridad, él también vio las noticias. Lo que le esperaba no iba a ser fácil.
***
Apenas puso un pie en la sala, un objeto pesado voló directo hacia él, acompañado de una voz ronca y colérica:
-¡Maldito seas, Alejandro! ¡Mira lo que has hecho!
No tuvo tiempo de esquivar; el golpe le dio de lleno en la frente, y la sangre comenzó a brotar, deslizándose por su ceja. El objeto cayó con un estruendo en el suelo: un pesado cenicero de cristal.
Alejandro miró a su abuelo con asombro, sosteniéndose la frente.
Capítulo 201
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-¿Quiere que me desmaye de un golpe, abuelo? No olvide que soy su único nieto…
-¡Bah! ¡Con un nieto como tú, mejor estar solo! -Miguel seguía rojo de furia, señalándolo con un dedo tembloroso-. ¿Me explicas por qué sigues enredado con esa actriz?
-Yo… intentó decir Alejandro, pero Miguel no le dio oportunidad.
-¡Ni te molestes en mentirme! -lo interrumpió, sacudiendo la cabeza con desdén-. ¡Yo mismo lo vi en los titulares!
Alejandro sintió una punzada de irritación y tristeza. Sus peores sospechas se confirmaban.
-¡¿Qué te pasa, Alejandro?! -Miguel le dio un toquecito en el pecho con el bastón—. ¿Qué tiene esa mujer que te tiene tan fuera de ti? ¿No puedes vivir tranquilo con tu esposa en casa?
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