Capítulo 215
-¿Eres…?–Fernando la observó, algo confundido.
La joven soltó una risa alegre, se puso de pie y, ladeando la cabeza, respondió:
-Soy Bruna De Jesús. La que de niña siempre te seguía a todas partes… la “gordita“.
Con esa referencia, Fernando finalmente la ubicó. La familia De Jesús y la familia Domínguez habían sido amigos por generaciones, y la madre de Bruna era la mejor amiga de Victoria. Sin embargo, la Bruna que recordaba era una niña regordeta, muy diferente de la joven esbelta que tenía frente a él.
-¡Claro, Bruna! -dijo con una sonrisa-. Cuánto tiempo sin vernos.
Después de la muerte del padre de Bruna, la familia se había trasladado al extranjero, y él no había vuelto a saber de ella hasta ahora.
Fernando miró su reloj y luego se volvió hacia su madre.
-Mamá, tengo que ir a la oficina. Papá llegará en un rato, pero cualquier cosa, llámame de inmediato.
-Claro, hijo respondió Victoria con un asentimiento, aunque con una expresión un poco resignada. Luego miró a Bruna y añadió-: Fernando, Bruna también va camino al trabajo. ¿ Por qué no la llevas tú?
Fernando no vio razón para negarse.
-Está bien. -dijo.
-Gracias–respondió Bruna, agradecida-. Nos vemos luego, tía. ¡Vendré a visitarte pronto!
-Cuidate, querida.
Ambos se despidieron y salieron de la habitación. Fernando acompañó a Bruna hasta el lugar donde trabajaba, y solo después de dejarla, se dirigió a la oficina para atender sus asuntos.
Fernando estuvo ocupado en la empresa hasta las siete de la noche, pero antes de entrar al hospital, llamó a Luciana.
-Luci, estos días he estado a mil y no pude pasar a verte. La próxima semana tendré más tiempo.
Del otro lado, Luciana respondió suavemente:
-Yo también he estado ocupada, así que no te preocupes. No es necesario que vengas solo por
mí.
1/3
Capitulo 215
+25 BONUS
Había una leve distancia en su tono. Fernando sintió una punzada de inquietud.
-¿Estás molesta? -preguntó, inseguro.
Luciana soltó una risita breve.
-Claro que no. ¿Acaso me conoces como alguien que se enoja por esas cosas?
Y era cierto. Ella nunca hacía dramas. Pero Fernando, sintiéndose vulnerable, notó que algo no estaba bien.
-Bueno, igual en unos días voy a visitarte.
21
Lo hablamos después -respondió Luciana, dando por terminada la conversación.
Fernando se quedó mirando el teléfono unos segundos antes de suspirar y entrar a la habitación de su madre. Su padre estaba junto a la cama, masajeándole las piernas a Victoria.
-¡Fernando! -Victoria, que ya lucía más recuperada, lo llamó con una sonrisa—. Ven, hijo.
Diego miró a su hijo, pero con un gesto que parecía un poco incómodo.
-¿Algo pasa? ¿Ya están los resultados? -preguntó Fernando, de inmediato preocupado.
No, no es eso – -respondió Victoria con rapidez, aunque visiblemente incómoda.
Diego aclaró la garganta y finalmente habló:
-Verás, Fernando, la familia De Jesús ha regresado al país, y la mamá de Bruna quería que se reunieran, que pasaran algo de tiempo juntos.
Fernando se quedó en blanco. Observó a su madre, que le devolvió la mirada con una expresión algo nerviosa.
–
-Fernando dijo ella, entre expectante y cautelosa-, Bruna es una gran chica. Esta podría ser una buena oportunidad para conocerse, ¿no?
Fernando frunció el ceño, sintiendo que la paciencia se le agotaba.
-Mamá, tú sabes que yo amo a Luciana.
Diego y Victoria intercambiaron una mirada. Su padre asintió levemente, tratando de indicarle que no insistiera. Victoria se encogió de hombros.
No te enojes, hijo -respondió Victoria con una sonrisa tímida-. Sé lo que sientes, pero no lo he arreglado yo; es Bruna quien lo pidió. Sabes lo cercanas que somos su mamá y yo. No podía decirle que no.
2/3
Capitulo 215
+25 BONUS
-Entonces, ¿quieres que sacrifique mi felicidad por no incomodar a tu amiga? -soltó Fernando, sarcástico.
-No es tan grave, hijo —dijo ella con un tono conciliador-. Solo te estamos pidiendo que te reúnas con ella como amigos. Así nos quitamos el compromiso.
A
3/3