Capítulo 220
Alejandro asintió con un leve murmullo.
-¿Por qué? -Luciana no entendía.
En teoría, si Alejandro quería que Mónica entrara sin problemas a la familia Guzmán, lo lógico era aclararle a su abuelo que el hijo que ella esperaba no era suyo.
-¿Tú qué crees? -Alejandro la miró con una expresión de burla-. Con la noticia de nuestra separación, mi abuelo terminó en el hospital. ¿Quieres que le diga que el niño tampoco es mío? ¿Quieres que lo enfermemos más?
Luciana comprendió de inmediato. Tenía sentido.
Cuando llegaron a los ascensores, se detuvo.
Gracias por acompañarme. Aquí ya está bien, puedes regresar con tu abuelo.
Alejandro entrecerró los ojos. ¿Después de caminar solo unos pasos, ya quería que se fuera?
La puerta del ascensor se abrió, y Alejandro, sin darle tiempo a reaccionar, tomó a Luciana del brazo y la hizo entrar con él.
-Te dije que te iba a acompañar y lo voy a hacer.
Luciana, algo sorprendida, sonrió ligeramente.
-Bien, como prefieras -dijo sin darle mayor importancia.
Al salir del edificio VIP del hospital, Alejandro hizo el ademán de dirigirse a su auto, pero ella lo detuvo.
-No es necesario. La universidad está cerca; prefiero caminar.
-De acuerdo.
Así
que la acompañó a pie.
Luciana no le dirigió la mirada ni le habló en todo el camino.
Él la estaba acompañando, pero eso era todo.
Al llegar, Luciana se detuvo y señaló el edificio de laboratorios.
-Hasta aquí está bien. Gracias.
Alejandro frunció el ceño, buscando una excusa para seguir ahí, pero no encontró ninguna. La observó fijamente y, cuando Luciana se preparaba para irse, la llamó:
1.3
Capítulo 220
+25 BON
-Luciana.
-¿Sí? -respondió, mirándolo confundida.
Él pareció dudar, y con voz algo ronca, le preguntó:
-Lo que le dijiste a mi abuelo… ¿de verdad piensas así?
-¿Perdón? -Ella lo miró sin entender-. ¿A qué te refieres?
-Dijiste que no querías quedarte al lado de alguien que no te ama.
Luciana frunció el ceño, un tanto extrañada
-Sí, fue exactamente lo que dije. ¿Por qué?
Alejandro soltó una risa amarga.
por la
pregunta.
-Entiendo -respondió, y luego, dando un paso atrás, le hizo una seña—. Entra. Cuando te vea entrar, me iré.
-Está bien, adiós.
Luciana se dio la vuelta y entró al edificio.
Su silueta se fue haciendo más pequeña, y la sonrisa de Alejandro se desvaneció, quedando solo una expresión gélida en su rostro.
—¡Idiota! —murmuró entre dientes, apretando los labios.
¿De verdad pensaba que él no la amaba ni un poco?
¿Creía que todo lo que había hecho por ella era algo que él haría por cualquier otra mujer?
Dándose la vuelta, con el ceño fruncido y el corazón en un puño, Alejandro se marchó, mordiéndose la lengua para no decir lo que realmente sentía.
-¡Alejandro!
Se giró de inmediato, el corazón golpeándole el pecho. Era ella. Definitivamente, era ella.
-¡No corras! -exclamó Alejandro.
Luciana lo alcanzaba, corriendo hacia él con las mejillas encendidas por el esfuerzo.
Alejandro no pudo evitar correr hacia ella, atrapándola en un abrazo antes de que tropezara.
-¿Qué haces? ¡Te podrías caer! -dijo con voz preocupada, sosteniéndola con fuerza.
Capítulo 220
+25 BONUS
-Estoy bien.
Luciana respiraba con dificultad, su rostro ligeramente rosado. Extendió una
mano, ofreciéndole algo.
-Esto… se me olvidó dártelo antes. Toma.