Capítulo 226
-Mhmm… Luciana aspiró el aire y, sin poder evitarlo, su estómago reaccionó. Huele tan ácido…
Su boca se llenó de saliva al instante, y, casi sin pensarlo, tragó.
Fernando, que la observaba con atención, sonrió con suavidad.
-¿Quieres probar?
Luciana asintió sin dudar.
-Sí.
Fernando le ofreció una cucharada. El sabor fue tan fuerte y ácido que Luciana entrecerró los
ojos.
-¿Está demasiado ácido? -preguntó Fernando, preocupado.
-No, no. Está perfecto. -Luciana negó con la cabeza, sonriendo por primera vez en mucho tiempo.
-Está delicioso. -Con la boca llena, preguntó-. ¿Qué es esto?
-Ciruelas en vino.
Fernando sonrió, satisfecho de verla comer.
-Si te gusta, hay más frutas.
Sacó otro recipiente con un poco de arroz con leche.
-Ahora, come un poco de esto.
Le ofreció la cuchara sin que Luciana tuviera que mover un dedo.
-Ve despacio, no te fuerces. Si no puedes, no pasa nada.
-Lo sé.
Afortunadamente, esta vez, Luciana no rechazó la comida.
Fernando la observaba con ansiedad.
-¿Está bien? ¿Lo puedes comer?
Luciana se detuvo un momento, evaluando su cuerpo.
1/4
Capitulo 226
+25 BONUS
-Sí… está bien. No me siento mal.
Fernando dejó escapar un suspiro de alivio.
-Qué bueno.
Fue entonces cuando Luciana lo notó: el sudor perlaba su frente y su nariz, una señal clara de lo mucho que se había preocupado.
¿Y él aún se preocupaba por ella después de tantos años?
Sintió una punzada en el pecho, como si el tiempo nunca hubiera pasado.
Sin darse cuenta, sus ojos se quedaron fijos en Fernando. Él levantó la vista y sonrió, de manera relajada.
-¿Te gusta lo que ves?
Luciana parpadeó, desconcertada, y de inmediato desvió la mirada, sonrojándose.
-No tienes que avergonzarte.
Fernando volvió a tomar la cuchara y le ofreció otro bocado, su tono suave y cálido.
-Mi rostro está hecho para que lo miren.
Luciana no pudo evitar reír.
-¡Qué presumido!
Era una risa ligera, genuina, algo que no sentía desde hacía tiempo.
Una risa ligera, que hizo que Fernando también sonriera.
En el rincón, Alejandro observaba en silencio a la pareja, viéndolos mirarse como si el mundo no existiera para ellos. Su mirada era distante, pero en sus manos, que apretaban con fuerza la bolsa de snacks, se veía una tensión incontrolable.
De repente, se giró y se alejó rápidamente.
Cuando pasó junto a un bote de basura, se detuvo.
Con un gesto brusco, lanzó la bolsa de comida al basurero, como si no tuviera valor.
Si Luciana no quería eso, ¿para qué seguir guardándolo?
Ahora era él quien ya no servía.
Ella tenía a Fernando.
2/4
Capítulo 226
Qué irónico.
Él había sido el que pidió el divorcio, pero ahora sentía que era el abandonado.
+25 BONU
Luciana comió un par de bocados más de ciruela y terminó el resto de la sopa. No fue mucho, pero el simple hecho de no haber vomitado ya era un gran avance.
Fernando guardó lo que quedaba y le pidió que lo llevara al apartamento.
-Ya estamos en casa. -Martina la recibió con una sonrisa y un guiño-. Parece que Fer esta vez se comportó bien.
Se acercó más y, en voz baja, preguntó:
-¿Vas a darle una oportunidad?
Luciana soltó un suspiro, meneando la cabeza.
-No lo sé.
Realmente no lo sabía.
Si se tratara de otro hombre, alguien como Jhonny, Luciana ya lo habría rechazado de inmediato. Pero Fernando era diferente. a
Habían compartido tanto, demasiados recuerdos.
Y ahora, por mucho que quisiera cerrar la puerta, Fernando no se rendiría tan fácil.
Martina percibió su incertidumbre y cambió de enfoque.
Señaló su vientre, aún con suavidad.
-¿Y esto? ¿Lo has pensado bien? ¿Vas a tenerlo?
Luciana frunció ligeramente el ceño, y un pesado silencio se instaló entre ellas.
Antes había considerado interrumpir el embarazo, había tenido sus dudas.
Pero, ahora, a medida que pasaban los días, algo extraño sucedía. Su relación con el bebé parecía transformarse.
Había algo en esa vida que llevaba dentro que despertaba una mezcla de sentimientos… de cariño, tal vez.
Sin embargo, la realidad seguía siendo cruel.
3/4
Capítulo 226
¿Estaba realmente preparada para tenerlo?
¿Y cómo lo criaría? ¿De qué vivirían?
Today’s Bonus Offer