Capitulo 391
Capítulo 391
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Luciana se sorprendió al enterarse de que Alejandro había llegado tan pronto.
Fernando, al oír lo mismo, se puso de pie con la bolsa de medicinas en la mano.
-Ya llegó el señor Guzmán. Entonces, me retiro.
-Gracias por todo… -murmuró ella, fijándose en que, al levantarse, Fernando mantenía la bolsa a sus espaldas, como si no quisiera que ella la viera.
Vaciló un momento antes de decir algo más: -Fernando, cuídate mucho. La salud es lo más importante.
—Sí, lo sé–respondió él con una sonrisa suave, resistiendo la tentación de acariciarle la cabeza-. Hasta luego.
-Hasta luego.
Justo cuando Fernando salía, se encontró frente a frente con Alejandro.
-Señor Guzmán -lo saludó con un leve asentimiento-. Hubo un accidente en C. De Jesús y pasé justo por ahí… —explicó, en un intento de justificar por qué estaba allí. En fin, ya me voy. Con permiso.
Con pocas palabras, se marchó. Alejandro se quedó en silencio, observando cómo se alejaba para luego dirigirse a Luciana. Ella, sin embargo, continuaba con el ceño fruncido, mirando distraída hacia la puerta por donde salió Fernando. Alcanzó a atisbar, con la bolsa que él llevaba, lo que parecía ser un frasco de pastillas para dormir. ¿Padecía insomnio?
-¿Tanto lo extrañas? -La voz de Alejandro la sacó de sus pensamientos-. ¿Quieres que llame a Simón para que lo alcance antes de que se vaya?
Antes de terminar, Luciana se volteó de espaldas, recostándose en la cama con la intención de ignorarlo.
Él sintió un chispazo de molestia. Después de la discusión de anoche, había considerado calmar las cosas, pero no iba a tolerar lo que interpretaba como un apego excesivo a su ex.
-Luciana -dijo con voz contenida-. Quiero que me mires a la cara. Voltéate.
Ella siguió inmóvil, sin responderle ni obedecerle.
La paciencia de Alejandro se agotó y, con un tono cada vez más pausado, amenazó: -Está bien. Entonces prepárate para ver la empresa de diseño de tu “exnovio” en la quiebra.
-¡Alejandro! -replicó ella al instante, incorporándose con furia-. ¡No seas irracional!
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Capítulo 391
+25 BONO:
¿Te dignaste a
-¿Irracional? -Él se sentó junto a la cama y, con rapidez, le sujetó la nuca-. voltearte solo porque amenacé con destruir a tu ex? ¿Tanto te importa? ¿Crees que puedo tolerar que lo aprecies así?
—
-¡Basta! La indignación de Luciana era evidente-. Solo coincidimos. Me trajo al hospital y estuve con él menos de dos horas, rodeados de gente. ¿Qué supones que hicimos?
-¿Eso crees? -murmuró Alejandro, atrapándole el mentón-. Me dijiste claramente que hoy no saldrías de casa, y resulta que estabas en C. De Jesús con tu exnovio. ¿No crees que me debes una explicación?
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De pronto, Luciana se quedó paralizada, sin saber qué contestar. ¿De verdad valía la pena explicarse cuando, al parecer, él ya había decidido que la consideraba culpable? Se sintió agotada. 1
-Piensa lo que quieras -murmuró, para luego añadir un quejido—. ¡Ay…!
La mano de Alejandro, aferrada a su nuca, se tensó con brusquedad.
-¡Me lastimas! Suéltame, Alejandro.
-Quiero que hables–espetó él, celoso hasta la irracionalidad—. Dime a qué hora saliste, cuánto tiempo llevabas con Fernando, si fue toda la tarde… o todo el día. 1
–
-¿Qué? Exclamó Luciana, incrédula. ¿Es que la acusaba de haber pasado horas con Fernando? Sentía un nudo en la garganta y a la vez una risa llena de amargura.
-Tú, con tu ex, ¿no es exactamente lo que estás reprochándome a mí con Mónica? prosiguió él, sin soltarla.
Ella se burló:
—
-¿Y tú, que sigues enredado con tu “exnovia” y ya piensas que el mundo entero es como tú? ¡ Sí, tal vez lo planeé todo! ¡En cuanto te fuiste, me corrí a los brazos de Fernando! ¡Pasamos el día juntos! ¡Es mucho más atento que tú! ¡Al menos tiene ojos solo para mí, no como tú, que vas haciendo alarde de tu “amor” con cuanta mujer se te cruza!
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