Capítulo 408
+25 BONOS
Capítulo 408
Pero la verdadera duda era el regalo.
<<¿Qué se le puede obsequiar a Alejandro?» Él tenía de todo. Autos, relojes de marca… además de que costaban una fortuna
que Luciana no podía pagar.
Aunque él le había dado una tarjeta adicional después de casarse, no se sentía cómoda usando su dinero para comprarle un regalo.
De pronto, recordó el encendedor que él había perdido recientemente un regalo con un profundo valor sentimental, proveniente de Miguel. «¿Tiene caso sustituirlo con uno nuevo?>> «¿Y si no es lo suficientemente especial?»> No quería que pareciera que un objeto cualquiera podía reemplazar el valor emocional de aquél.
Dándole vueltas al asunto, decidió pedirle ayuda a Martina, de modo que la invitó a almorzar para hablar del tema.
-Yo invito hoy, Marti. Necesito pedirte un favor —dijo Luciana, viendo que su amiga sacaba la tarjeta para pagar.
-¿Ah, sí? —sonrió Martina con curiosidad―. Bueno, entonces no me pongo difícil; tú
Ya con sus bandejas sobre la mesa, Martina preguntó:
-¿Qué se te ofrece?
3
pagas.
-Marti, ¿sería posible entrar a la fábrica de tu familia? Me gustaría usar algunas herramientas -explicó Luciana mientras le ofrecía a su amiga una albóndiga con el tenedor.
-Mmm… -murmuró Martina, con la boca llena-. Claro que sí, no veo problema.
La familia de Martina tenía una pequeña fábrica; nada lujoso, pero lo suficientemente estable para llevar una vida cómoda. Sin embargo, a Martina le preocupaba que Luciana estuviera embarazada y se acercara a maquinaria pesada.
-Pero… ¿para qué quieres entrar ahí? -preguntó con cautela.
—Je, je… —rio Luciana con un poco de pena-. Quiero fabricar algo… un encendedor.
-¿Un encendedor? -repitió Martina, abriendo mucho los ojos. ¿Para qué?
Martina sabía que Luciana, en sus tiempos de estudiante, había sido la mejor de su generación en Muonio, así que no dudaba de su capacidad para fabricarlo. Sin embargo, no entendía la razón.
-Verás… -dijo Luciana, bajando la voz-. Se acerca el cumpleaños de Alejandro.
1/3
Capítulo 408
+25 BONOS
Martina no necesitó que Luciana añadiera más.
-¿Le vas a hacer un regalo de cumpleaños? ¿Encima hecho con tus propias manos?
Martina frunció el ceño, evidentemente molesta.
-¿Y por qué tanta consideración con él? ¡Si no ha sido precisamente el mejor esposo del mundo! Me opongo.
-Ay, Marti… —Luciana puso los ojos en blanco, consciente de que su amiga reaccionaría así. Intentó calmarla ofreciéndole otra albóndiga. Escucha, no se trata de él como persona, sino
de que
le debo mucho a la familia Guzmán. Me han ayudado bastante.
Martina se quedó en silencio al oírla.
-Y en cuanto a hacerlo yo misma… es porque no tengo dinero para comprarle algo de ese nivel
admitió Luciana, con un suspiro.
-¿Qué dices? -bufó Martina—. ¿Crees que un encendedor hecho por ti no vale más que cualquier cosa comprada?
-Tienes razón -asintió Luciana, pellizcándole la mejilla con cariño. Para ti, todo lo que hago es valioso. ¿Entonces me ayudarás?
Martina, aún con un mohín de disgusto, aceptó a regañadientes:
-De acuerdo… me ablandas el corazón. Al final, siempre termino dándote gusto.
Luciana sintió que algo se le aflojaba en el pecho, agradecida de contar con su apoyo.
-Marti, sé todo lo que haces por mí y te lo agradezco.
***
Eran las diez de la noche cuando Luciana decidió irse a la cama, aunque Alejandro aún no volvía a casa. Entendía que, en las últimas semanas, él había estado saliendo temprano del trabajo por su reciente matrimonio, pero no podía exigirle que fuera siempre así. Sin embargo, dada la hora, consideró oportuno llamarlo. No quería parecer indiferente.
Tomó el teléfono y marcó.
-¿Sí? -respondió él casi de inmediato.
-¿Estás muy ocupado? -disparó Luciana rápidamente, temiendo interrumpir una reunión—. Solo te marco para avisarte que ya me iré a dormir.
Alejandro guardó un breve silencio. Revisó la hora y, con un suspiro, reconoció:
2/3
Capítulo 408
-Es tarde; a esta hora deberías estar en la cama.
-¿Y tú?-Luciana, dudando, preguntó-. ¿Cuándo terminas?
-¿Yo…?él vaciló-. Todavía me falta un rato. No me esperes despierta.
Ella frunció el ceño y añadió:
-Pero… ¿vas a volver a dormir a casa?
+25 BONOS
3/3