Capítulo 426
+25 BONOS
-¿Qué…? -Luciana se quedó de piedra. «¿Pero qué tipo de hombre es este?»>
Tan pronto llegaron a la mansión de los Guzmán, Alejandro salió del auto hecho una furia. Luciana abrió la puerta de su lado, pero antes de poder siquiera bajar, él se inclinó y la sacó en brazos.
Estaba enfadado con ella, era evidente. Aun así, no la dejaría sola después del susto que acababa de pasar. Al llegar a la casa, subió hasta el dormitorio principal y la depositó suavemente sobre la cama, arropándola con la sábana. Aunque se veía muy serio, sus movimientos tuvieron un matiz de delicadeza. 1
-Descansa -ordenó con voz seca-. Yo tengo que volver al hospital.
Dicho esto, se dio la vuelta y salió, apagando la luz y cerrando la puerta con cuidado tras de sí.
Ya a oscuras, Luciana se quedó inmóvil, mirando el techo. «Me dejé cegar por lo bueno que es a ratos…>>, pensó, dándose cuenta de que quizá Mónica había actuado con toda la intención. <<< Necesito despertar.>>
Siguió reflexionando: «Hacer cosas como la sorpresa de cumpleaños es inútil. Prolongar esta farsa solo me lastimará más.»
***
Cuando Alejandro llegó a la clínica, Fernando ya estaba instalado en una habitación VIP, cortesía de Sergio. Por suerte, la herida no había sido tan grave, así que lo encontraron consciente.
Apenas vio entrar a Alejandro, Fernando esbozó un atisbo de esperanza, pero la expresión se desvaneció casi de inmediato.
-Señor Guzmán -lo saludó con calma.
Alejandro captó la decepción en la mirada de Fernando y se sintió molesto al instante. «<Así que este tipo esperaba ver a Luciana»>, pensó.
Con un ligero arqueo de ceja, le soltó:
-Lamento no ser mi esposa. ¿El señor Domínguez se siente decepcionado?
-No es eso -replicó Fernando, frunciendo el ceño-. Solo me sorprendió, no hay que darle más vueltas.
-Tranquilo -repuso Alejandro, con un tono tan sereno como gélido-. Mi esposa quedó algo asustada y preferí que se fuera a descansar. Vine a agradecerte, porque, gracias a tu
1/3
+25 BONOS
Capítulo 426
intervención, ella está bien.
«¿Luciana se fue?»>
Fernando no pudo evitar que un aire de abatimiento cruzara su rostro. Aun así, forzó una leve sonrisa:
-Señor Guzmán, no es para tanto. Luciana y yo tenemos una larga amistad; lo hice con gusto.
-Por favor… -respondió Alejandro con un matiz irónico en la mirada-. No me gusta quedar en deuda con nadie. Sé que estabas compitiendo por un proyecto con Aurea Holdings. Considéralo tu recompensa por salvar a mi esposa.
-Señor Guzmán… -Fernando quiso protestar.
Pero Alejandro no le dio oportunidad:
-Está decidido. Mañana a primera hora recibirás la carta de intención del proyecto.
Fernando se quedó pasmado, sin saber cómo reaccionar ante semejante muestra de poder. <<< Así de simple para él.»>
-Tengo que agradecerte que cuidaras de mi esposa -prosiguió Alejandro-. Y como has de saber, ella es mi mujer ahora… y lo será el resto de su vida. ¿Comprendido?
El rostro ya pálido de Fernando perdió aún más color. Asintió con resignación:
—Sí… lo entiendo. Puede estar tranquilo, señor Guzmán. Nunca antes pude competir contigo y, a partir de ahora, menos.
-Excelente -murmuró Alejandro con una leve inclinación de cabeza antes de darse la vuelta para salir.
Fernando se quedó con una sonrisa amarga, con los ojos húmedos:
-Luci… parece que él sí te valora. Mientras tú estés bien… yo también estaré bien.
***
Luciana despertó a eso de las seis de la tarde y, con el estómago rugiendo, bajó corriendo a cenar. Amy ya tenía la comida lista sobre la mesa y, cuando Luciana apenas había dado un par de bocados, recibió una llamada de Alejandro.
-¿sí?
-Luciana -respondió él con un tono suave-. Supuse que estarías descansando, no quise molestarte antes.
Ella notó la calidez de su voz, pero mantuvo el gesto impasible:
2/3
Capitulo 426
+25 BONOS
-¿Necesitas algo?
-En realidad, no mucho. Solo avisarte que esta noche tengo una reunión y volveré algo tarde. No me esperes despierta.
-Entendido.
Hubo un breve silencio. Alejandro se dio cuenta de lo distante que sonaba Luciana.
-¿Te molesta que te llame?
-No -negó ella-. Solo creo que no es necesario que “me reportes” a dónde vas. Me parece
absurdo.
3/3