Capítulo 429
-Oh, está bien… -murmuró Martina, asombrada. «¿“En casa acaban de preparar“? ¿No fue él quien lo trajo de casa?>>
No pudo evitar preguntar:
-Señor Guzmán, ¿ha estado aquí toda la noche?
-Así es. -Alejandro la miró de frente-. Por favor, díselo tal cual a Luciana.
Martina se quedó sin palabras ante la desfachatez, pero en fin, subió con él al apartamento.
***
Arriba, Luciana estaba sentada en la cama, todavía medio adormilada, cuando oyó ruidos en la entrada. Esperaba a Martina, pero no solo a ella. Cuando los vio, soltó un “¿Eh?” sorprendido.
Alejandro, como si nada, dejó el termo de comida sobre la mesa y se acercó a ella, sentándose al borde de la cama. Entonces, con toda naturalidad, tomó su mano:
-Te despertaste justo a tiempo. ¿Te llevo el desayuno aquí o prefieres levantarte?
Luciana arrugó el entrecejo:
-¿Qué haces aquí?
Él no contestó, sino que miró a Martina con un leve gesto. La chica se rascó la nuca, incómoda:
-Pues… Luciana, el señor Guzmán pasó la noche afuera, en el auto. No se fue en toda la noche.
—¿Qué? —Los ojos de Luciana se abrieron como platos. «¿De verdad había esperado ahí abajo tantas horas?» Era algo que ella no terminaba de comprender—. ¿Por qué?
-¿Por qué más? —Alejandro dejó escapar una risa suave mientras acomodaba con cariño un mechón de su cabello. Mi esposa estaba enfadada, no quiso volver a casa, ¿y cómo iba yo a marcharme sin más? Eso habría sido inhumano.
Una frase que en circunstancias normales sonaría dulce en una pareja que se quiere. Pero Luciana no estaba tan convencida. Al fin y al cabo, él había “encontrado a su Mariposita.” ¿Qué implicaba entonces su supuesto amor por ella?
Su corazón se aceleró, confundida por aquel gesto de ternura frente a la duda que la
atormentaba.
-¿En qué piensas? -preguntó Alejandro, quitándole la manta a Luciana y ayudándola a levantarse para llevarla junto a la mesa-. Amy se levantó temprano y preparó esto, así que está calientito todavía. Vamos, come un poco.
1/3
+25 BONOS
Capítulo 429
-Tú… —murmuró Luciana, la garganta seca-. ¿Hiciste que Amy lo preparara para mí?
-¿Quién más podría ser? -respondió él con media sonrisa-. Anda, empieza. Yo te pelo el huevo. 1
Mientras lo observaba concentrado en esa tarea, Luciana no podía evitar sentir un remolino de
sensaciones dentro de sí. 1
-Toma -dijo Alejandro al terminar, pasándole la clara. ¿Ves que soy bueno? ¿Podrías dejar de estar enojada conmigo?
-Hmph -bufó Luciana, girando ligeramente el rostro. Si crees que con esto me vas a contentar, estás equivocado.
Alejandro comprendía que no bastaría con un desayuno para arreglar las cosas. El problema se relacionaba con Fernando, y era hora de remediarlo.
-Cuando termines de comer, te acompaño a ver a Fernando -soltó de pronto.
—¿De verdad? —Luciana reaccionó enseguida, sorprendida y algo ilusionada.
Él alzó ligeramente una ceja, contento al notar su entusiasmo.
-Sí, pero con una condición.
¿Cuál?
-Estar presente mientras hablen -respondió, con un leve matiz de recelo.
Luciana entendió inmediatamente: a él le inquietaba que se quedara a solas con Fernando. <<< Pero su conciencia estaba tranquila.>>
-De acuerdo.
-Bien, entonces come este taco -dijo Alejandro, mojándolo un poco en vinagre antes de acercárselo a la boca. Ella le dio un mordisco. A un costado, Martina rodó los ojos, harta de tanto “melodrama romántico” a tan tempranas horas.
Terminado el desayuno, Alejandro llevó a Luciana a la clínica. En la habitación VIP, ella se acercó a la cama de Fernando, mientras Alejandro se mantenía sentado en un sillón, vigilándolos con una actitud casi posesiva.
-¿Luciana? -Fernando quiso incorporarse para saludarla.
-No te levantes–lo regañó Luciana-. Aunque la herida no tocó órganos vitales, igual fue una puñalada en la zona abdominal. Debes cuidarte.
—Está bien, haré caso ―asintió él con una sonrisita.
2/3
Capitulo 429
-Fernando…
-comenzó ella, mirándolo con gratitud—. Gracias
por
salvarme.
+25 BONOS
No hay de qué. -Fernando se encogió de hombros—. En esa situación hubiera intervenido por cualquier otra persona, ¿sabes?
Luciana no lo dudaba. Conocía a Fernando y su nobleza.
-Además agregó él, lanzando una mirada hacia Alejandro—. Tu esposo me dio un proyecto importante, imposible de conseguir para mí por mi cuenta. Me salió muy rentable esa
puñalada.
+25 BONOS
Capitulo 430