Capítulo 437
-¡Pedro…! -susurró ella, cayendo de rodillas-. ¿Qué te hicieron…?
Quería tocarlo, pero temía provocarle más dolor. El llanto se agolpó en sus ojos:
-Pequeño, mírame… ¡despierta, por favor! Háblame…
Pedro, sin embargo, no podía responder. La razón de Luciana se consumió en un instante. Se puso de pie, con la respiración entrecortada, los ojos inyectados de ira, mirando a Clara y a Mónica como si fueran su peor pesadilla.
-¡Fueron ustedes…! -no lo preguntó, lo afirmó con certeza.
-No, yo… Clara retrocedió, temblando-. Déjame explicarte, no fue mi intención…
-¿Ah, sí? -soltó Luciana en un susurro cargado de rabia. 1
Avanzó hacia Clara, le sujetó el cabello con fuerza y tiró de él.
-¡Aaay! Clara lanzó un chillido desgarrador.
Luciana apretó los dientes, con expresión implacable y una frialdad que era todavía más aterradora:
-¿Se te olvidó lo que te advertí? Te dije que no tocaras a Pedro. Si ustedes lo golpearon, ¡y yo voy a devolverles cada golpe!
-¡Aaah, me duele! ¡Mónica! -suplicó Clara, casi al borde del llanto.
-¡Luciana! -gritó Mónica, sobresaltada-. ¡Suéltala de una vez! ¿Me oyes?
Luciana ni la miró. Con el puño fuertemente aferrado al cabello de Clara, la arrastró con tal fuerza que parecía arrastrar a un pollito, y estrelló su cabeza contra la mesa.
-¡Pum!
-¡Aaah! -Clara rompió en llanto, sin posibilidad de defenderse.
-¡Auxilio…!
Desesperada, Mónica fijó la vista en Simón:
-¿Qué haces parado? Alejandro te encargó que la protegieras, pero no te va a permitir que dañe a mi madre. ¡Detén esto!
Simón, con el ceño fruncido, vaciló. En ese momento, Mónica era la otra “mujer” de Alejandro y no quería enemistarse con ninguna de las dos.
1/3
Capítulo 437
–
Luciana… -intentó mediar.
+25 BONOS
-¿Mmm? -respondió ella, con una sonrisa tensa y sin soltar a Clara.
Mónica, al no recibir ayuda de Simón, corrió ella misma hacia Luciana:
-¡Ya basta! ¿Te volviste loca? Podrían acusarte de agresión. ¡Lo digo por tu bien!
-¿Ah, sí? -susurró Luciana, ladeando la cabeza con una mueca de desdén. Esa mirada hizo que Mónica temblara.
-Parece que
tú también quieres probar.
-¿Qué…? -atinó a responder Mónica.
Con un gesto brusco, Luciana soltó a Clara y se lanzó contra Mónica:
-Bien, te toca a ti. -Y clavó la mirada en la madre, algo insatisfecha-. Tu mamá ni siquiera sangró. Supongo que, por ser tan buena hija, tú vas a sangrar por ella, ¿no?
-¿Q–qué…? -Mónica retrocedió con pavor-. ¡Estás… estás loca!
-¡Claro que sí! -gruñó Luciana, con la voz cargada de rabia—. Ustedes me han vuelto loca, toda la familia.
La tomó de la melena y empujó su cabeza con fuerza hacia el piso.
-¡Aaaah! -Mónica gritó, su rostro palideciendo de puro terror-. ¡Por favor, suéltame…!
Entonces, en un arrebato de valentía, Mónica miró a Simón:
-¡Simón, ayúdame! ¡Te lo ruego…!
Simón, con una mueca de incomodidad, decidió intervenir, sujetando el brazo de Luciana para detenerla.
-Luciana…
-¿Mmm? -ella clavó en él una mirada intrigante y, con una media sonrisa, soltó-: ¿Simón, te atreves a tocar mi mano? ¿A ver si le cuento a Alejandro? Tú sabes cuánto le molesta que otro hombre me ponga un dedo encima…
-¡Huh…! -Simón se estremeció, soltándola por instinto.
Asombrada, Mónica no podía creer lo que
veía:
-¿Qué… qué pasa aquí?
No mires así -replicó Luciana, ladeando la boca con algo semejante a una sonrisa—. Nadie
2/3
+25 BONOS
Capítulo 437
vendrá a rescatarte.
-¡No… no tengo nada que ver en esto! -protestó Mónica, viendo que todas las puertas se cerraban y no tenía escapatoria-. ¡Fue mi madre quien tuvo la idea! ¡Tú misma dices que eres imparcial!
-¿Crees que soy una niña ingenua? -respondió Luciana con un bufido-. ¿“No tienes nada que ver en esto,” y entonces qué haces aquí?
-¡Te digo la verdad! -gimió Mónica-. Tan solo llegué un poco antes que tú. Si no me crees, pregúntale a Alejandro.
-¿A Alejandro…? -repitió Luciana, clavándole la mirada. El hielo en sus ojos parecía intensificarse. 4
3/3