Capítulo 448
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-Jamás respondió Luciana, con un hilo de voz interrumpido por una sonrisa llena de lágrimas. Solo puedo agradecerle, profesor. Muchísimas gracias.
-A mí no, dale las gracias a tu esfuerzo. Eres tú quien no se rindió a pesar de las adversidades. 1
—Sí… -musitó, parpadeando para contener el llanto.
Delio asintió con afecto:
-Si logras la admisión directa, podrás formar parte estable del cuerpo médico del hospital y avanzar en tu carrera académica. Vale la pena intentarló. Esperemos con paciencia, ¿de acuerdo?
-De acuerdo aseguró Luciana, con un brillo de determinación en la mirada.
Al salir de la oficina del director, el teléfono de Luciana no paraba de sonar en su bolsillo. Estaba tan entusiasmada que atendió casi sin fijarse quién llamaba.
-¿Aló?
-Luci–reconoció la voz de Alejandro-. ¿Ya saliste? Estoy abajo, esperándote.
-Ah… sí, ya bajo.
Colgó y se encaminó directo a la salida. Al cruzar la puerta, lo vio de inmediato, en pie, con un aire de seguridad característico, esperando frente al edificio. Emocionada, Luciana aceleró el paso hasta casi correr hacia él.
-¡No corras, cuidado…!
Pero no alcanzó a detenerla. Luciana se lanzó a sus brazos, abrazándolo por la cintura y apoyando la cabeza contra su pecho.
De golpe, fue como si Alejandro se quedara petrificado. Sin embargo, se preocupó al verla así y la tomó suavemente por el rostro:
-Te dije que no corrieras, ¿por qué tan terca?
-Alejandro… —murmuró Luciana, alzando la cara con una sonrisa temblorosa, pero con lágrimas acumuladas en los ojos.
Entonces, como si algo en ella se soltara, rompió a llorar de pronto, las lágrimas cayendo sin control.
—¡Luciana! —Alejandro se alarmó, pasándose la mano por el cabello, desconcertado-, ¿Qué pasó? ¿Te hicieron algo en el hospital? ¿Tuviste algún problema con el personal? ¿Con algún
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Capítulo 448
paciente?
Ella no respondía, solo lloraba.
-Dímelo insistió él, ansioso. ¿Quién tuvo el descaro de hacerte llorar?
-Nada de eso susurró, apretando los puños contra su pecho. De pronto, una risita se le escapó. Je… je…
Alejandro se quedó mudo. «¿Acaso llora y se ríe al mismo tiempo?»>
-Mi… mi tesis ganó un premio… —dijo Luciana entrecortada por el llanto y la alegría—. El primer lugar nacional.
-¿Cómo? -repitió él, sorprendido y con una sonrisa incontenible-. ¿De verdad?
-¡Sí! -soltó Luciana, cruzada por un torbellino de risa y llanto. Le costaba hasta articular, y al verlo tan contento, se rió más y lloró menos.
Alejandro sintió una oleada de orgullo hinchándole el pecho.
-¡Eso es increíble! -exclamó-. ¡Eres la mejor! -Puso sus manos en su rostro y, con un impulso de alegría, la besó con ganas-. ¿Cómo hace esta cabecita para ser tan brillante? 1
—Je, je… —Luciana negó, feliz, limpiándose las mejillas. La realidad era que, desde niña, mostraba un talento especial para los estudios, a pesar de que ni Ricardo ni su madre fueran muy diestros en ese aspecto.
Entonces a Alejandro se le ocurrió algo:
-Con semejante noticia, ¿no querrás invitar a comer a tus compañeros de área?
Luciana lo pensó un instante:
-Preferiría
esperar. Del tema del posgrado no tengo confirmación y, además, todavía no formo parte oficial del personal fijo. Si hago algo ahora, sería demasiado… ostentoso,
–
-De acuerdo aceptó él-. Entonces, cuando todo esté más definido, lo celebramos en grande. -Y entrelazó su mano con la de ella-. Pero hoy, al menos nosotros dos, ¿qué tal si festejamos con una cena? ¿Se te antoja algo en especial?
-Ay, ahora no tengo hambre -confesó Luciana, masajeándose el estómago. Hoy es el
cumpleaños de Jhonny, y como tuvo cirugía tardía, celebramos tarde, comimos y luego pastel
Literalmente, ¡mi estómago está a reventar!
…
-¿Ah, sí…?–los ojos de Alejandro chispearon con un destello de ligero recelo-. ¿O sea que por Jhonny, ahora te niegas a comer conmigo?
-Oye, no empieces–bufó Luciana, aunque todavía estaba de buen humor por las noticias
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Capitulo 448
recibidas.
-¡Sí empiezo!-contestó él, divertido y sin disimular. Me has puesto de malas, así que me vas a mimar.
¿Y a qué se refiere el señor Guzmán con “mimarlo“?–soltó ella, alzando una ceja, todavía