Capítulo 500
Capítulo 500
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El lugar se llenó de un silencio incómodo. Luciana deseó que la tierra se la tragara. ¿Por qué tenía que soportar semejante escena?
-¡Mónica! —gruñó Luciana, forcejeando para sacarla de ahí—. ¡Si quieres hablar con Alejandro, márcale al teléfono! -Tiró de ella con fuerza hacia la salida.
-¡No! ¡No me iré! -gimió Mónica, luchando por zafarse-. ¡Quiero ver a Alex! ¡Quiero verlo!
-¡Te digo que él no…!
No terminó la frase, porque Mónica de pronto soltó su brazo y echó a correr.
-¡Alex!
Alejandro acababa de llegar a la zona de hospitalización y se quedó perplejo al ver a Mónica. ¿ Qué hacía ella aquí? Su instinto fue buscar la mirada de Luciana. Ella se quedó inmóvil por un segundo y, acto seguido, desvió la vista. Eso sólo aumentó su inquietud.
Mientras tanto, el resto de los presentes observaba la escena con un interés casi morboso. Todos habían visto en redes sociales los rumores que vinculaban a señor Guzmán con la famosa Mónica, noticia que en su momento causó revuelo. Ahora, parecía que esos rumores eran más
que una simple especulación. A juzgar por la forma en que Mónica lo abrazaba, su relación estaba lejos de haber terminado… y, para colmo, la esposa estaba ahí mismo.
Todos empezaron a dirigir sus miradas hacia Luciana, tal vez con disimulo, pero lo bastante notorio como para que ella lo sintiera como clavos clavándose en su espalda.
-Luciana… -musitó Alejandro, deseando explicarle la situación, pero Mónica no lo soltaba. Tuvo que primero calmarla.
-Mónica, ¿por qué saliste de tu habitación? A esta hora deberías estar con tus terapias de la tarde.
-¡No! -replicó ella, frotando la cabeza contra el pecho de Alejandro-. ¡Llevas dos días sin verme! ¡No quiero ninguna terapia si no estás conmigo!
—Mónica… —Él frunció el ceño-. He estado ocupado estos días. Aunque no fui a verte personalmente, estoy al tanto de tu estado. Siempre consulto a los doctores sobre cómo evolucionas.
—¿De veras? —Mónica alzó la vista con un mohín—. Si ahora tienes tiempo, ¿puedes quedarte conmigo? ¿Sí?
Alejandro, nervioso, miró de reojo a Luciana. Ella, que no lo estaba mirando hasta ese instante, volvió el rostro y soltó con serenidad:
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Capitulo 500
-Vayan, llévatela. 2
-Luciana, yo…
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-Alex–Mónica se aferró más a su brazo-. Me duele mucho la herida…
Luciana, tras decirles que se marcharan, desvió otra vez la mirada. Parecía no querer seguir presenciando la escena. No quedaba otra opción.
-Te acompañaré a tu habitación -cedió Alejandro.
-¡Bien! -Mónica sonrió en un gesto triunfal, mientras él la apartaba con cuidado para no permitir que se aferrara tanto.
-Vámonos.
-Sí, claro.
Dicho y hecho, salieron. El ambiente en la oficina quedó sumido en un silencio incómodo.
Rosa, algo tímida, alzó la voz:
-Oye, Luciana… ¿seguimos con los planes para Cozyroom o no?
-¡Rosa! -Jhonny la fulminó con la mirada-. ¡Si no sabes qué decir, mejor no digas nada!
Como si no fuera evidente la situación: el señor Guzmán se había ido con Mónica, dejando a su esposa atrás… ¿cómo debía de sentirse Luciana?
-Luciana… —susurró Jhonny, deseando poder encarar a Alejandro de alguna forma―. ¿Estás bien?
-Sí… Luciana forzó una pequeña sonrisa. Justo en ese momento llegó Simón, interrumpiendo.
-Luciana -dijo-. Alejandro pidió que no se cambiara nada, que la cena sigue en pie. Tú ve con tus compañeros; él irá en cuanto termine.
Luciana lo escuchó sin ningún cambio en su semblante.
—
-Estimados añadió Simón, recordando las indicaciones de Alejandro-, los autos están listos en la entrada. Será mejor que bajemos antes de que se congestione el tráfico.
-¿En serio todavía vamos a cenar?
-Pues… sí. 1
Nadie se atrevía a moverse sin una señal clara, y el subdirector Delio sólo observaba a Luciana
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en silencio.
