Capítulo 543
Luciana frunció ligeramente el ceño.
-¿Eso te lo dijo alguien? ¿O cómo llegaste a esa conclusión?
-El médico… -aclaró Victoria, ansiosa-. El doctor Lorenzo Manzano, el mismo que ve a Pedro. Él me dijo que solo tú podrías mejorar a Fernando.
-Ah–asintió Luciana, liberando su mano de la de Victoria-. Entonces el doctor Manzano sugirió que, si estoy dispuesta, puedo contribuir a que Fernando mejore. Pero… no significa que sea algo “imprescindible“. Estoy segura de que hay otras formas de tratarlo.
Victoria se quedó pasmada. Sí, Lorenzo lo había insinuado, pero ella, tras ver a su hijo intentando suicidarse, deseaba cubrir todas las posibilidades. Era consciente de que no podía obligar a Luciana, pero tampoco quería arriesgarse a que Fernando volviera a intentarlo.
-Luciana, tú y Fernando estuvieron juntos. ¿De verdad vas a quedarte de brazos cruzados y dejarlo morir? 1
Era su forma de poner a Luciana contra la pared, apelando a su conciencia. Sin embargo, Luciana mantenía la cabeza fría.
-¿Y qué pasaría luego? -respondió con serenidad-. Supón que lo ayudo y su situación mejora. ¿Qué crees que pasará después, cuando yo me marche?
-¿Irte? -Victoria dio un respingo-. ¿Acaso piensas quedarte con él para siempre?
Luciana sonrió con tristeza.
-Estoy casada, señora Domínguez. Lo de Fernando y yo terminó hace tiempo. Puedo visitarlo como una amiga, pero… sé que Fernando desea algo más que mi amistad, y usted también lo
sabe.
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-Pero, pero… titubeó Victoria, tan angustiada que soltó lo que guardaba en su interior-. ¡ Ustedes podrían volver a estar juntos! Solo tendrías que dejar a Alejandro… 2
-¿Qué? -Luciana se quedó sin aliento. Aunque Martina lo había mencionado, jamás imaginó que Victoria se atrevería a pedirlo tan abiertamente.
-¿Por qué no? -insistió Victoria. Al ver que ya no había marcha atrás, decidió mostrar sus cartas-. Luciana, ¿de verdad quieres pasarte la vida al lado de un hombre que mantiene a una amante? ¡Y esa amante encima es tu media hermana!
Luciana se tensó, incrédula.
-¿Entonces… lo sabe?
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Capitulo 543
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-Sí–admitió Victoria, sin reparos-. Investigué un poco estos días y confirmé que Alejandro anda con alguien.
Y esa “alguien” es Mónica, la misma que está ingresada por quemaduras, a la que Alejandro visita a diario y para quien contrató a un equipo médico de primer nivel. Sé perfectamente quién es Mónica… y también sé que es tu hermana.
El rostro de Luciana palideció al escuchar la cruda verdad que tanto había dolido. Sintió la herida abierta, sangrando nuevamente. Aun así, se mantuvo en pie, con la barbilla alta.
-Señora Domínguez, lo que ocurra con Alejandro y conmigo no define mi relación con Fernando. ¿Entiende?
-¿Qué…? -Victoria se bloqueó-. ¿A qué te refieres?
Luciana suspiró con resignación.
-Hace tiempo que Fernando y yo terminamos. Usted misma lo sabe: fue hace tres años.
-Reconozco que me equivoqué al separarlos…
-Por favor, no se disculpe aún la interrumpió Luciana con un ademán-. Se lo he dicho a Fernando y ahora se lo repito a usted: mis sentimientos por él ya no son los de antes. Lo quiero, sí, pero como un amigo. Nada más.
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