Capítulo 548
-¿De qué se trata? -preguntó Sergio, tomando el archivo. Al revisarlo, vio que era de la sección de Delio en el hospital universitario.
Tiempo atrás, debido a Luciana, Alejandro había prometido una ayuda económica para ellos. De hecho, el proyecto del equipo de Delio había salido adelante gracias al patrocinio de Grupo Guzmán. El financiamiento no se entregaba todo de una vez, y tampoco se descartaba ampliar más presupuesto en el futuro. Ya había pasado un trimestre, así que tocaba autorizar la segunda parte de la suma acordada.
Pero las cosas habían cambiado.
-Lo intentaré -suspiró Sergio, consciente de lo complicado que resultaba.
Entró a la oficina y puso la carpeta sobre el escritorio de Alejandro.
-¿Qué es? -inquirió él, hojeando de reojo-. Explícamelo rápido.
Alejandro tenía demasiados asuntos pendientes y no revisaba cada uno de forma personal; para eso estaba Sergio, que evaluaba primero y luego le pasaba lo esencial. Así funcionaban normalmente.
-Es… sobre Luciana y la promesa de financiamiento… -comenzó a decir Sergio.
-¡Ugh! -Alejandro lo interrumpió con un gesto de enfado-. ¿No entienden cuando digo que NO QUIERO escuchar ese nombre? ¡Fuera!
Tomó la carpeta y se la devolvió a Sergio de un manotazo.
-Sal de aquí.
Sergio asintió con impotencia.
-Sí, señor.
Afuera, depositó el archivo sobre el escritorio de la secretaria.
-Tendremos que posponerlo… por ahora.
—Pero… —la jefa de secretariado frunció el ceño-. En el hospital están esperando. ¿Cómo les voy a responder?
Sergio abrió las manos con un gesto de “no puedo hacer nada“.
-¿Me lo preguntas a mí? Yo tampoco sé qué hacer. Alejandro parece una bomba de tiempo con solo escuchar el nombre de Luciana.
Capitulo 548
+25 BONO!
Al poco tiempo, la noticia de que el presupuesto estaba detenido llegó a los oídos del personal de esa área médica. Se sorprendieron, sobre todo porque Luciana era, en teoría, la señora Guzmán. Sus compañeros no pudieron evitar preguntarse qué estaba ocurriendo.
-¿Qué pasó? ¿Por qué no les depositaron la segunda parte de los fondos?
-No han dicho que lo cancelan; solo que no han dado el visto bueno todavía.
-¿Y eso no equivale a cancelarlo?
—Tal vez están muy ocupados y no han podido dedicarle tiempo…
Los comentarios se multiplicaban. Aunque intentaban no hablarlo en presencia de Luciana, tanto rumor al final le llegó a ella también. Y, además, en ese hospital trabajaban casi todos en el mismo gran despacho, salvo los jefes de área.
–Oigan, ¿ustedes creen que la doctora Herrera haya peleado con el señor Guzmán?
-Es muy probable.
-Dicen que Mónica sigue internada en la sección de quemados y que el señor Guzmán va todos los días a visitarla.
-Exacto, tiene tiempo para ver a Mónica pero no para firmar el dinero de su propia esposa. Clarísimo que hay problemas.
-¿Será
que la doctora Herrera–digo, la señora Guzmán- está a punto de perder ese título…?
-¡Shhh! -los cortó de pronto un colega, señalando la puerta de la oficina.
Ahí estaba Luciana, con las manos en los bolsillos de la bata, clavada en el umbral, sin saber si entrar o retroceder.
-¡Luciana! -la llamó Rosa, rescatándola de esa incómoda situación-. ¿Qué haces aquí? El doctor Ignacio te está buscando.”
-Ah, de acuerdo -respondió Luciana, con una ligera sonrisa mientras se dirigía a la oficina del jefe de departamento.
-Voy contigo–se ofreció Rosa, tomándola del brazo-. No hagas caso a las habladurías. Solo les encanta el chisme, no te sientas mal.
-No te preocupes -dijo Luciana con una sonrisa apacible-. Gracias por el apoyo.
Al entrar a la oficina, Ignacio alzó la mano para que se acercara.
-¡Luciana, pasa, por favor! –la invitó con mucho entusiasmo, intentando aparentar cercanía y cortesía, sabiendo que ella estaba relacionada con Alejandro.
2/3
Capitulo 548
+25 BONO
-Ignacio, ¿me necesitaba para algo? -preguntó Luciana, sin rodeos.
-Pues sí, verás… -Ignacio fue directo-. Sabemos que el señor Guzmán tiene su agenda llena y no queremos molestarlo, pero el tema del financiamiento es importante para la unidad. ¿ Podrías hablar con él? Entre esposos es más fácil, ¿no?
Luciana abrió la boca para negarse, pero al final solo asintió con resignación:
-De acuerdo, lo intentaré.
-¡Estupendo! -exclamó Ignacio, con un suspiro de alivio-. Si se lo comentas, seguro que no habrá problema. ¡Esperaremos buenas noticias!
3/3