Capítulo 571
Al llegar al departamento, Luciana hurgó en una caja hasta encontrar un gran folder de acordeón. Dentro guardaba toda la información relacionada con su tesis de graduación, incluyendo una memoria USB con los borradores originales; eran fruto de su esfuerzo y no pensaba desecharlos ni perderlos. Tener esa documentación era la prueba perfecta de su autoría, pero aun así, seguía inquieta.
A la mañana siguiente, se las entregó a Delio.
-Profe, aquí tiene todo.
-Excelente.
Delio revisó el contenido y sonrió con alivio.
-Con este material, veamos cómo Luisa pretende sostener su denuncia. ¿Cree que se soluciona con puras habladurías? No le servirá de nada.
-Eso espero -murmuró Luciana.
Solo quedaba aguardar a que la facultad y la dirección médica realizaran su investigación.
Hacia la tarde, Delio regresó a la sección con un semblante sombrío.
-¿Profe? -le preguntó Luciana, sintiendo que algo iba mal-. ¿Qué pasó?
-No tengo buenas noticias -admitió, negando con la cabeza-. Parece que esa tal Luisa también entregó evidencia. No sé de dónde la sacó.
-¿Cómo…?–Luciana se quedó pasmada-. ¿Ella presentó pruebas en mi contra?
-Ignoro los detalles -suspiró Delio-. Pero ya sabes cómo es esto: la facultad y el área médica se encargarán de confrontar las dos versiones. “La verdad siempre sale a la luz“, ¿no?
—Sí…
Luciana pasó un par de días sumida en la incertidumbre, con la vaga sensación de que algo saldría mal.
Al tercer día, Delio la buscó de nuevo, con rostro tan serio que prefirió hablarle sin rodeos:
-Luciana, ¿no tienes nada más para demostrar tu autoría? ¿Otro tipo de respaldo?
Ella se sorprendió.
-¿No es suficiente todo lo que entregué? -inquirió, con la palidez pintada en su rostro-. ¿ Qué pasa?
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Capitulo 571
-Ay… -Delio suspiró. Al parecer, tal cual están las cosas, no basta. Por otro lado, Luisa tampoco ha presentado una prueba absoluta de ser ella la autora, pero se generó un punto
muerto.
-No lo entiendo se angustió Luciana-. ¿Cómo algo sin base es más convincente que mi trabajo?
-Tranquila -dijo Delio, intentando calmarla-. Piensa, tú y Luisa vivían juntas… ¿no sería posible que ella tomara parte de tus notas sin que te dieras cuenta?
Sí, existía esa posibilidad. Durante la etapa de redacción, había borradores y no siempre se cuidaba que quedaran bajo llave. Los materiales se mezclaban en las repisas de la habitación compartida.
Luciana asintió con la cabeza:
-Puede ser.
-Ay… -Delio se masajeó las sienes, notando el problema que se avecinaba-. Va a ser complicado.
-Profe…-Luciana humedeció sus labios, claramente nerviosa-. Si no logro demostrar mi inocencia, ¿qué sucederá?
-Bueno… -Delio vaciló un instante, con gesto de pesar-. Lo más probable es que la dirección médica suspenda tu puesto por un tiempo. Y… -se detuvo, sin atreverse a terminar
la frase.
Luciana comprendió de inmediato: no solo corría el riesgo de perder su trabajo en el hospital, sino también de recibir una sanción en la facultad. Y el premio que había obtenido, además del pase a posgrado sin examen, se cancelarían sin duda. Lo peor de todo sería que su reputación quedaría manchada para siempre, arruinando sus oportunidades de ejercer en cualquier hospital o ingresar a otro programa de estudios.
“¡Qué cruel…!“, pensó con un nudo en la garganta. Cerró los ojos un segundo y, al abrirlos, su rostro se veía pálido como de porcelana.
Delio la contempló con lástima y añadió para consolarla:
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