Capítulo 582
-Entonces te encargo que se lo comentes. Después de todo, son esposos. Para ti es más sencillo que para nosotros.
Delio daba por hecho que, tras el incidente de la acusación falsa, la relación de la pareja estaba mejor que nunca. Luciana no tenía cómo explicarle la realidad, así que tragó saliva y aceptó a regañadientes.
–De acuerdo, puedo preguntarle. Aunque, siendo franco, él anda muy ocupado; no sé si podrá asistir.
-Si su agenda no se lo permite, Ignacio y yo lo entenderemos perfectamente -concedió Delio.
Luciana asintió y se retiró, preocupada. Hacía solo unos días Alejandro la había ayudado de manera increíble, y ahora tendría que llamarlo para pedirle otro favor. ¿No sonaría a que lo estaba buscando con cualquier excusa?
Sopesó el asunto todo el día; cada vez que tomaba el teléfono para marcar su número, terminaba dejándolo. Al llegar la noche, ya en su departamento, con la calma de las horas tardías, finalmente se armó de valor y marcó. El tono de llamada sonó una,
dos veces… y a
Luciana le pareció eterno.
-¿Hola? -respondió al fin la voz grave de Alejandro-. Luci…
Ella se enderezó en su asiento, se humedeció los labios y contestó:
-Señor Guzmán…
-¿Mmm? -él dejó escapar una risa baja-. ¿Desde cuándo me llamas así? No bromees, ” señor Guzmán❞ no es un título para ti.
–
-Bueno… Luciana se sintió ansiosa, intentando explicarse-. Esta llamada no la hago a título personal, así que preferiría dirigirme a ti con formalidad.
—¿Ah, sí? —Alejandro captó de inmediato que su tono ya no era tan ligero como al principio –. Entonces, ¿en nombre de quién llamas?
-De mi área médica -respondió ella, con franqueza-. El equipo de investigación ganó un premio y, para celebrarlo, Ignacio y Delio quieren invitarte a la fiesta.
“Ajá…” Alejandro comprendió. Así que era eso.
La línea quedó en silencio unos instantes, y Luciana, sintiendo la falta de respuesta, terminó preguntando:
-¿Tendrás tiempo? ¿Crees que puedas venir?
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Capitulo 582
+25 BONO!
Aun sin responder, él guardó silencio unos segundos y, en lugar de dar una respuesta directa, lanzó otra pregunta:
–Me invitan Ignacio y Delio, pero… ¿tú también quieres que vaya?
-¿Yo? -repitió Luciana, confundida-. Como parte del proyecto, estoy muy agradecida por el financiamiento que ofreciste. Así que sí, claro, por supuesto que te invitamos.
Sonaba casi demasiado oficial, sin dejar asomar la menor emoción personal. Alejandro, con el teléfono en la mano, sintió de pronto una molestia.
-Lo pensaré, no es seguro… Estoy fuera del país, así que probablemente no podré asistir.‘
—Ah… ya veo —musitó Luciana. No supo si él decía la verdad o solo buscaba pretexto. De cualquier modo, sintió un tenue alivio. Después de todo, no estaba muy segura de querer verlo allí. Quizás esa distancia, tras lo ocurrido, era lo mejor para ambos.
-Sea como sea, tú debes atender tus asuntos de trabajo añadió. No quiero molestarte más.
-Está bien.
-Hasta luego.
Al día siguiente, Luciana comunicó a los dos jefes que Alejandro no asistiría por encontrarse fuera del país. Ignacio y Delio se mostraron algo decepcionados, pero no hicieron mayor
comentario. 1
***
La lejana ciudad de Nueva York.
Por algún motivo, a Sergio le daba la impresión de que, en los últimos días, Alejandro andaba con la cabeza en otra parte. Le picaba la curiosidad, pero no se atrevía a preguntarle nada.
Aquella noche, de regreso al hotel, cada uno se disponía a ir a su habitación cuando Alejandro lo llamó:
-Sergio.
-¿Sí, hermano?
-Quiero hacer algunos cambios en la agenda de mañana.
-Claro, ¿cómo la ajustamos?
-Pásame la tablet y te digo.
-De acuerdo.
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Alejandro tomé el dispositive, defined algunes puntos con el läpiz electronico y comenic
Orgonite las cosas de esta manera
Sergio recibió la tablet de vuelta y, al ver el calendario, no pudo evitar quedarse perplejo.
SNCER-
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