Mi multimillonario 665

Capítulo 665 

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Las voces de Martina y Alejandro resonaban en su cabeza. ¿De verdad habían llegado tan pronto? Luciana frunció el ceño y abrió los ojos con pesadez. Sentía un cansancio enorme. 

-Marti, llegaste… ¿por qué no prendes la luz? Está todo oscuro, no puedo ver nada…murmuró, confundida. 

Martina y Alejandro se miraron, atónitos. Era evidente que la luz estaba encendida y que, además, la claridad de la nieve fuera iluminaba la habitación. ¿Por qué Luciana decía que estaba oscuro? 

La expresión de Alejandro pasó del desconcierto al pánico contenido. Se acuclilló frente a Luciana y agitó una mano frente a sus ojos. 

-Luciana… 

¿Qué le ocurría? Esperaba que no fuera nada grave. 

Luciana, por su parte, sentía todo borroso, hasta que notó algo moviéndose ante ella. Por instinto, extendió la mano y lo agarró. Poco a poco su vista se aclaró: se dio cuenta de que lo que sostenía… era la mano de Alejandro. Avergonzada, la soltó enseguida. 

-¿Por qué me pasas la mano por la cara? -protestó, entre extrañada y con un deje de fastidio. 

Alejandro quedó pasmado. ¿Había recuperado la visión tan rápido? Todavía preocupado, decidió no ser demasiado directo. 

-Tu rostro se ve algo pálido… ¿sientes alguna molestia? 

-No, estoy bien–aseguró ella con un leve movimiento de cabeza-. Debe ser que me levanté de golpe y me mareé. Además, apenas dormí anoche. -Bostezó-. ¿Dónde está Pedro? 

-Adentro, vistiéndose -explicó Alejandro, ofreciéndole el brazo para ayudarla a incorporarse-. La enfermera acaba de ponerle la inyección preoperatoria, así que vendrán por él muy pronto. 

-Ya veo… -Luciana se fijó entonces en Alejandro con extrañeza-. ¿Y tú por qué estás aquí? ¿No tendrías que estar al otro lado, con ellos? 

Alejandro sabía exactamente a qué se refería. Sin embargo, ella no terminaba de entenderlo a él. Curvó los labios con una mueca que casi parecía un suspiro. 

-Allá tienen de todo: médicos, enfermeras… y también está Sergio. Entre todos pueden cuidarse, ¿no crees? 

“Cuidarse“. Luciana sintió que no tenía mucho sentido que él se separara del otro grupo en un día tan importante. 

-Aquí no hay mucho que hacer… mejor regresa tú… 

-Luciana. Su voz se volvió más grave-. ¿De verdad no entiendes por qué estoy aquí, a tu lado? 

Luciana se congeló, sin saber qué responder. 

Ja.–El dejó escapar un sonido a medio camino entre un suspiro y una risita amarga, con la mirada encendida Hoy quiero quedarme contigo y con Pedro. Sabes muy bien lo que eso significa… Estoy convencido de que lo entiendes. 

El corazón de Luciana dio un vuelco, como si algo la golpeara desde dentro. Bajó la vista con nerviosismo, incapaz de enfrentarse a la intensidad de Alejandro, 

En ese instante, apareció Pedro con su bata de hospital. Su animo parecía sorprendentemente estable. 

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Capítulo 665 

Hermana… estoy listo. 

Bien. -Alejandro sonrió-. Luciana, ve a lavarte la cara ya prepararte. Después subiremos todos al quirófano…. juntos. 

-Sí, hermana, date prisa. -apoyó Pedro con una sonrisa. Iré con mi cuñado. 

Luciana no replicó. Se alistó lo más rápido que pudo y, en ese momento, la enfermera vino a buscar a Pedro. Hizo una última comprobación y asintió: 

-Señor Morán, señora Guzmán, ¿nos acompañan? Ya nos vamos al quirófano. 

-Perfecto. -respondieron a la vez. 

Frente a la puerta del quirófano, Luciana se mantenía de pie, inquieta. Era como si esa aprensión que la había perseguido toda la noche siguiera creciendo. 

-Luciana, siéntate un momento. 

-No quiero. -Sacudió la cabeza-. No puedo estar quieta. 

Alejandro, sin embargo, no estaba dispuesto a dejarla seguir de pie. La sujetó por la mano, apoyando el brazo sobre sus hombros, y la obligó a sentarse. 

-De verdad, no quiero… 

-Hazme caso. Con tu condición física, ¿te parece buena idea aguantar varias horas de pie? 

Al mencionar el embarazo, Luciana cedió y se dejó caer en la silla, aunque se abrazó a sí misma con expresión cada vez más angustiada. 

-Todo saldrá bien… -murmuró Alejandro al tomarle la mano, notando cuán helados estaban sus dedos-. ¿Qué te pasa? ¡Entiendo que estés preocupada por Pedro, pero no puedes descuidar tu salud así! 

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