Capitulo 674
Capítulo 674
Eh?-Luciana se quedó desconcertada, sin entender lo que él pretendía.
El la observó por unos segundos y soltó un suspiro. Tampoco quería presionarla tanto, pero no quería darse por vencido.
-¿De verdad no entiendes, o te haces la desentendida?
Sus miradas se cruzaron. La intensidad de los ojos de Alejandro hizo que a Luciana se le acelerara el pulso.
En el fondo, sí entendía. Pero prefería no dar ese paso, no aclararlo, porque temía que una vez las cartas estuvieran sobre la mesa, ya no habría vuelta atrás.
-Luciana… empezó él.
-¡No digas nada! —Lo interrumpió con angustia-. Te lo suplico… no digas ni una palabra, ¿está bien?
De repente, Alejandro le sujetó la barbilla con la mano, con un deje de ironía en la mirada.
-¿Quieres que me calle? Pero bien sabes lo que está pasando. Aceptas mis atenciones sin darme ninguna respuesta, ¿eh, Luciana? ¿No crees que eso te hace una… “mala mujer“?
-Ah? -Ella lo miró, incrédula. ¿La estaba llamando así?
-¿Te sorprende? —murmuró él, pasando el pulgar por la piel de su mentón con una mezcla de ternura y rencor -.Te estoy cortejando, y todo lo que hago por ti lo considero parte de ese proceso. Pero necesito algo a cambio, Luciana. ¿Admites que soy tu hombre?
El corazón de Luciana se estremeció. De inmediato desvió la cara, sin querer mirarlo.
-Quedamos en… en que no íbamos a…
-¿Quedamos en qué? –Él bajó la mano y su tono se volvió más oscuro-. Dijiste que no eras ninguna inocente, entonces explícame, ¿por qué debería seguir cumpliendo tus deseos si no espero nada de ti a cambio? ¿Somos solo amigos?
Él rió con sarcasmo.
-Hasta los amigos se apoyan mutuamente.
El golpeteo del corazón de Luciana resonaba con fuerza. Sabía a lo que él se refería, pero se había aferrado a la idea
e que, con el tiempo, él se cansaría de insistir y la dejaría en paz. Ahora se daba cuenta de que no sucedería.
Con gran esfuerzo, articuló:
-Alejandro, mi postura no ha cambiado. Ya te lo había dicho, y lo sigo pensando.
Luciana… El le dedicó una sonrisa dolida-. Solo quería la oportunidad de intentarlo. ¿Tan difícil es?
La miró con suspicacia.
Últimamente has sido muy buena conmigo. ¿No me estabas dando a entender que existía alguna posibilidad?
La respiración de Luciana se agitó.
No se trataba de eso. Si se mostraba amable era porque él era el padre de su bebé…
Pero no podía decirlo. Tenía demasiadas reservas,
+25 BONUS
Capitulo 674
Se quedó callada. Después de unos segundos de silencio, Alejandro apartó la comida a un lado, sin apetito.
-Ya no quiero más. Me voy.
Se levantó y salió. No fue sino hasta que la puerta se cerró que Luciana alzó la cabeza, con un rostro lleno de inquietud y confusión. El ya había mencionado su intención de conquistarla otras veces, y ella siempre. reaccionaba con enfado o lo reprendía; pero en esta ocasión simplemente no encontró fuerzas para discutir.
Con la mano, Luciana acarició suavemente su vientre abultado.
Las cosas habían cambiado por la presencia de ese pequeñito en su interior. Ya no era tan sencillo como rechazar a Alejandro y listo.
Apenas probó bocado en el desayuno, moviendo los cubiertos con desgana. De pronto, su celular sonó. Era un mensaje de Alejandro:
“Puedo hacerme un espacio pasado mañana, a partir de las cuatro de la tarde.”
El significado era claro: aceptaba ir con ella al médico, aunque no hubiera mediado ninguna disculpa ni promesa de su parte. Luciana esbozó primero una ligera sonrisa, pero sintió de inmediato un peso en el pecho. Él cada vez le concedía más, de forma cada vez más incondicional.
No era la primera vez que un hombre la cortejaba; de hecho, antes estuvo Fernando… y, en comparación, Alejandro no se quedaba atrás. Quizá incluso lo superaba en muchos aspectos, en parte gracias a su posición y recursos.
Aquella noche, Luciana tuvo un sueño extraño: en él, un hombre la besaba hasta casi quitarle la respiración. De pronto, se sobresaltó y despertó murmurando:
-¡No hagas eso, Alejandro!