Capítulo 705
¡Ricardo, tienes que explicarme qué significa esto!
Clara parecía una leona enfurecida, con cada célula de su cuerpo ardiendo en rabia.
-¿Explicarte qué?-Ricardo la miró con frialdad y no tuvo la menor cortesía al hablarle-. Más bien explícame tú, ¿cómo te atreves a reunirte con mi abogado a mis espaldas? ¡Vaya valor el tuyo, Clara!
-¿Que cómo me atrevo? -Clara temblába de indignación. ¡Aún soy tu esposa! ¡Y si no voy, ni me entero de que cambiaste tu testamento!
Acto seguido, se desató su llanto y sus reclamos:”
-¿Cómo pudiste cederles tanto a esos dos hermanos? ¿En qué cabeza cabe, Ricardo? ¿Tienes la conciencia en los talones? ¡He estado contigo tantos años! ¿Y Mónica qué? ¡Claro, a ellos les das todo, ya nosotras nos dejas a la deriva!
Con un ademán, exigió:
-¡No acepto esa cláusula! ¡Cámbiala de vuelta!
Ricardo dejó escapar un bufido de burla.
-¿Cuántas veces tengo que repetirlo? Cuando te casaste conmigo, no aportaste ni un centavo. El dinero de esta familia no te pertenece en absoluto. Si quiero modificar mi testamento, es asunto mío. ¿Te parece poco? Entonces no tomes nada.
-¡Tú… tú…! -Clara se puso roja de ira y se abalanzó sobre él, sujetándolo de la ropa-. ¡No puedes hacerme esto, Ricardo! ¡Eres un desalmado! ¿Me quieres ver muerta? ¡Pues vámonos todos al diablo!
Comenzó a forcejear con él, gritando e insultándolo sin control.
-¡Miserable! ¡Si lo hubiera sabido, nunca te habría salvado ¡Tenía que haberte dejado morir…!
-¡Suéltame! -exigió Ricardo con una risa helada—. ¿Que tú me salvaste? ¿Se te olvidó que quien me salvó en realidad fue mi hijo? -Con un movimiento de su brazo se la sacudió-. ¡Aléjate de mí!
-¡No me voy…!
-¡Ah…!
De repente, Ricardo apretó su mano contra la zona operada y el monitor comenzó a pitar con urgencia. Una enfermera escuchó la alarma y entró corriendo.
-¿Que sucede aquí?
-¡Llama al médico, rápido!
Clara fue apartada a un lado y, con la desesperación pintada en el rostro, se aferró a la manga de la enfermera.
-¡Sálvenlo, por favor! ¡Tienen que salvarlo! -gritaba, en un súbito ataque de pánico. 2
Al fin y al cabo, con el testamento tal como estaba, si Ricardo no cambiaba nada antes de morir, la situación de Clara sería un desastre. ¡Ella lo sabía demasiado bien, así que, en ese instante, rezaba porque ét sobreviviera a cualquier costo!
***
Ricardo estaba en medio de un procedimiento de urgencia. Afuera, Clara caminaba de un lado a otro con expresión
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Capitulo 705
de angustia, mientras Mónica, a quien había llamado con urgencia, llegaba en su silla de ruedas.
Mamá, ¿qué pasó? ¿No estaba papá estable hace un momento?
Clara no alcanzó a responder antes de que la puerta de la habitación se abriera y saliera el médico.
-Doctor, ¿cómo está?
-Su estado se estabilizó -informó el médico con tono serio. Echó una mirada a Clara y añadió-. Después de un trasplante, el paciente debe evitar alteraciones emocionales. No sé qué ocurra en su familia, pero ¿en verdad tenían que discutir en este momento?
-Yo… -Clara balbuceó sin poder defenderse.
No necesitaban más explicaciones: el susto que puso en riesgo la vida de Ricardo había sido provocado por las tensiones que ella misma generó. Mónica, con gesto preocupado, frunció el ceño.
-Mamá, ¿qué edad tenemos? ¿Cómo puedes ser tan imprudente?
Clara quiso justificarse:
-No fue mi intención…
No podía dejar de pensar en el testamento. Tenía la cabeza hecha un lío.
-Esa condenada Luciana… ¿qué le habrá hecho a tu padre para embaucarlo así? ¡Le cambió el testamento y dejó casi toda la herencia a esos dos hermanos!
-¿Qué? —La sorpresa de Mónica fue total, pues seguía hospitalizada y no sabía nada al respecto—. ¿Estás segura de lo que dices?
-¿Tú crees que lo invento? -Clara apretó los labios con amargura.
Había necesitado dinero urgentemente y revisó la situación de los bienes familiares. ¡Grande fue su sorpresa al descubrir que ciertas propiedades y cuentas bancarias ya no figuraban a nombre de Ricardo! ¡Luego, indagando más a fondo, se enteró de que existía un nuevo testamento! Una parte sustanciosa de la fortuna ya estaba destinada a Luciana! (4
