Capitulo 70%
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Capítulo 706
Esa… — soltó Claræcon desprecio ¿No decían que no había vendido su organo? ¡Por favor! Ella tenta planeado adueñarse del dinero de la familia desde el principio.
Mónica sintió cómo su mundo se tambaleaba. No podía asimilarlo. ¿No era ella la hija consentida de su padre? Con cada nueva revelación, su corazón se encogía. ¿Cómo podía ser que se hubiera enterado de todo esto al final?
-¿Por qué…? ¿Por qué tenía que pasar algo así?
En ese momento, la enfermera se asomo.
-El paciente desperto. Pueden pasar a verlo.
Tu padre recuperó la conciencia. Vamos–dijo Clara, acercándose a la silla de ruedas de Mónica. Hazme caso: habla con él y ponlo de tu lado. ¡Siempre te ha querido más que a nadie!
Entraron a la habitación. Ricardo, aunque con el rostro algo pálido, parecía estable. Las miró de reojo.
-Ya llegaron. 1
–Papá… –Mónica se aproximó a la cama y tomó su mano. Mamá se puso un poco intensa, lo siento mucho. Fue su culpa, y ya le llamé la atención.
Ricardo observó a su hija, con la decisión de hablar sin rodeos. Era obvio que Clara ya le había contado todo.
–Mónica, ¿qué opinas sobre el testamento?
-Yo… La pregunta la tomó por sorpresa. Apretó los labios-. Papá, entiendo que, por lo del trasplante y la culpa que sientes, quieras modificarlo. Pero aun así… debiste ser justo y equitativo con todos.
-¿Equitativo?-Ricardo soltó una risa fría-. Me temo que ahora no hay forma de equilibrar nada.
-¿Papá?
Ricardo…
Él ignoró su apuro y, con voz tranquila, comentó:
-¿Qué creen que pasaría si el señor Guzmán descubre que esa noche, en realidad, la mujer era Luciana, y que todo este tiempo lo han engañado?
-i¿Qué…?!
Mónica y Clara se miraron, sintiendo cómo un escalofrío les recorría la espalda. Tan solo imaginar la reacción de Alejandro las aterraba.
-¡Papá! ¡No puedes hacer eso! -La voz de Mónica temblo y su rostro perdió todo color.
Ni siquiera quería pensar en cómo reaccionaría Alejandro al saber la verdad, y que la despreciara o la odiara. No podía con esa idea.
Te lo ruego, papá…
-Aja. Ricardo observó la desesperación de su hija y supo que tenía un arma de negociación perfecta-. Yo puedo ocultar esto, pero el testamento se queda como está. No puedes quedarte con las dos cosas, ¿verdad? La vida exige sacrificar algo a cambio de otra cosa.
Era obvio que para Mónica, la disyuntiva era Alejandro contra la herencia. Aunque renunciar al dinero doliera, más le dolía perder a Alejandro. Apretó los puños y cerró los ojos
Capsule 201
475 BOTH
De acuerdo… entiendo… que sea como tú dices.
Muy bien afirmó Ricardo, volviendose entonces hacia Clara–¿Y tú? Ya ofste la decisión de Mónica. Tú, que la quieres tanto, no querrás que sufra, ¿o si?
Pero…
Clara todavía se resistía.
-Ya basta–Ricardo movió la mano con fastidio. No quiero seguir hablando del testamento. Estoy cansado. Váyanse, lo que tenía que decidirse ya está decidido.
-Papá, descansa, por favor -dijo Mónica antes de salir.
Una vez en el pasillo, Clara no pudo contenerse:
—Mónica, ¿de verdad vas a aceptar esto así nomás?
-¿Y qué otra opción tengo? -replicó Mónica con una risa amarga-. ¿No ves las consecuencias? ¿Qué puedo hacer?
-Yo… yo…
Clara balbuceó, visiblemente insatisfecha.
Mamá–murmuró Mónica con el ceño fruncido, temiendo que su madre volviera a descontrolarse-, no lo arruines más. Si papá se enfurece otra vez, nos podemos quedar sin nada.
-Sí, pero…
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